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La inaudita esperanza en un tiempo de emergencia


 Mi intervención brota de una preocupación, la constatación de una falta de esperanza en muchas personas, del desfondamiento y falta de motivación para luchar, incluso para vivir. En otras muchas, una gran dificultad para encontrar hoy razones para la esperanza.

Además estoy asustada y preocupada por el número de suicidios, no sólo en el mundo sino en España, sobre todo de niños, adolescentes y jóvenes.[1] 

Desde esa preocupación llevo tiempo repensando como vivir y/o y ofrecer una mirada lúcida, realista y al tiempo motivadora sobre qué es esperar, razones para la esperanza, caminos para vivirla adecuadamente a nuestro momento histórico, beneficios de saber vivir con esperanza. 

Muchas personas hoy sienten que no es compatible tener esperanza y mirar con lucidez y verdad nuestro mundo “en emergencia” Me gustaría hacer el esfuerzo de mostrar que no es fácil pero sí es posible, incluso yo diría imprescindible. 

Desde hace tiempo también busco como ofrecer/nos motivos para la esperanza más allá de los argumentos y razones religiosas. Hoy es tan urgente tener esperanza que necesitamos saber ofrecernos como humanidad una mirada esperanzada que nos movilice a caminar en dirección a lo que esperamos, salvar la vida, nuestra humanidad, caminar hacia una mayor justicia y equidad.

 

1-            LA INAUDITA ESPERANZA HOY.

Dificultades para vivir con esperanza hoy:

·      Por la situación de nuestro mundo, un mundo en “emergencia”.

·      Por una mala comprensión de la “esperanza”. 

Hoy la esperanza está cuestionada en su raíz no solo por los datos de la realidad, que son ciertamente graves, por eso el título de esta conferencia, La inaudita esperanza en un mundo en “emergencia”,sino por una cierta postura más o menos consensuada, muy bien programada y manipulada donde se nos intenta convencer de que lo sensato es la renuncia a utopías de grandes cambios: estamos en un mundo complejo que se nos escapa de las manos, no es posible superar la situación presente y por tanto ya no merece la pena ni siquiera intentarlo. Muchas personas se preguntan ¿De veras hay esperanza para nuestra especie? 

¿No es cierto que parece extenderse la convicción de que es un hecho real la falta de perspectiva para cientos de millones de personas, aquellas que para el sistema son sobrantes?. Incluso hay quienes piensan que dentro de lo malo, este "orden internacional", "este sistema" es el menos malo de los posibles la esperanza es mirada con desdén.

La desolación, la frustración y la tristeza muchas veces permean el día a día de los agentes de cambio quienes ven/vemos que, a pesar del trabajo diario de tantas personas y colectivos, hay injusticias insoportables que permanecen y los cambios que se producen lo hacen con una lentitud exasperante.        

Algunos expresan con firmeza que la realidad en la "que estamos arrojados" es una "chapuza" de tal envergadura sin remedio y que lo sensato, incluso lo lúcido es la desesperanza, porque hablar de esperanza es una ingenuidad o una ilusión. 

Pero eso sí, y sobre todo desde nuestros primeros mundos, una desesperanza como un canto resignado sin tragedias, ni dramatismos: no podemos hacer nada, disfrutemos cada uno del presente que tenemos en las manos. 

2-ESTAMOS EN UN MUNDO EN EMERGENCIA GLOBAL. 

Utilizo la palabra “emergencia” en su doble significado: emergencia como situación de peligro y gravedad y emergencia como momento de creatividad y esperanza, un tiempo donde emergen muchas realidades nuevas. 

En otro lugar he descrito esta emergencia  detalladamente con seis imágenes que creo siguen siendo válidas. Noche, Tormenta, Muros y también Amanecer, Arco iris, Redes, por tanto no voy a repetirlo aquí[2] pero sí he puesto las imágenes para que sean evocadoras  y si estuviésemos en un taller sería el momento de que cada persona expresase qué datos de la realidad les sugieren esas imágenes 

 Emergencia como situación de gravedad: 

noche, (que noche nos envuelve)

muros, nos aprisionan y aprisionan a gran parte de la humanidad, muros fuera y muros dentro de nuestras personas.

tormenta: ruidos de guerra, de gritos de migrantes muertos en el mar, tormenta de violencias varias… 

Crisis global sistémica. 

¿Será este el último aviso de la tierra? 

·      Estamos en una situación de emergencia global, emergencia climática, al borde de una situación de no retorno y con peligro de la destrucción de la vida en nuestro planeta, especialmente la vida  humana y de otras muchas especies. El Papa Francisco no deja de hacer una y otra vez llamamientos casi desesperados para que nos demos cuenta de que vamos hacia un ecocidio.[3] Emergencia que está poniendo de relieve una crisis humanitaria, económica, política, social, epistemológica,  religiosa, espiritual… Es el sistema entero el que está en una crisis profunda por eso muchos analistas hablan de emergencia global. 

·      Un sistema capitalista, heteropatriarcal, colonialista…que el Papa Francisco ha descrito como “asesino y ecocida”. [4]Asesino” porque mata, produce muertes prematuras, millones de descartados, una insoportable desigualdad e injusticia. “Ecocida” porque está destruyendo el planeta y nos sitúa al borde de una situación ecológica que puede no tener salida si no sabemos reaccionar  ya.

·      Un sistema contra la vida, porque de hecho se pone el valor económico y la rentabilidad por encima de la vida; el fraude, la corrupción, la evasión fiscal por encima de la justicia; el individualismo por encima de la solidaridad; la mentira  por encima de la búsqueda de la verdad; el “relato” por encima de los datos;  la aporofobia por encima de la defensa de la dignidad de toda persona; el materialismo consumista por encima de la ética y la espiritualidad; la guerra y el odio por encima de la paz y la concordia…

¿Por qué hemos llegado hasta aquí?

 El Papa Francisco lo deja muy claro yo sólo recojo una breve síntesis, en el texto escrito pondré su análisis con las citas correspondientes.

Las causas como sabemos son muchas y complejas sólo voy a enunciar algunas,  que también he desarrollado en otros momentos.[5]

·      Por nuestra inconsciencia programada y bien pagada de la gravedad del momento en que estamos; de que estamos en un sistema contra la vida y no nos damos cuenta de las múltiples formas con las que seguimos colaborando en su supervivencia por el timpo de civilización que estamos apoyando,  por la inconsciencia de la manipulación mediática y cultural en la que vivimos.( (libro pg 54-72) 

·      Porque hemos interiorizado una antropología disfuncional, individualista, consumista, patriarcal que destruye nuestra verdadera identidad que es comunitaria, relacional. 

·      Porque estamos en un profunda crisis espiritual, ética, religiosa. Quiero poner de relieve, en este contexto,  la crisis religiosa en la que estamos. Centrándome sólo en la crisis de la religión católica constatamos un abandono muy significativo, a veces públicamente pidiendo apostatar y otras muchas más abandono silencioso. No sólo por los escándalos sexuales, financieros, de poder…que se van destapando sino debido al profundo cambio de paradigma en el que estamosdonde cada vez más personas ven incompatible la fe, tal como aún es formulada, vivida y celebrada… con las nuevas cosmovisiones científicas, epistemológicas, antropológicas, éticas. Incompatible con las nuevas sensibilidades, espiritualidades, exigencias democráticas, participativas, feministas…

Si una de las causas de esta situación en la que estamos es la inconsciencia un imprescindible camino es despertar como ciudadanía y hacernos conscientes de:

·      la gravedad de la situación que estamos viviendo, sus causas  el reconocimiento de nuestra cooperación en ella

·      la vulnerabilidad humana, los límites del planeta y la realidad de nuestra interdependencia y ecodependencia

·       la real interconexión entre lo local y lo global y por tanto también la consciencia de la desigualdad y la estructura de violencia económica y social sobre la que descansa el desarrollo de unos países y continentes a costa de otros

·      que hay derechos, bienes y servicios imprescindibles para la vida que tienen que estar fuera de la compra-venta de los mercados

·      la urgencia de una justicia fiscal que ayude a paliar la injusta distribución de la riqueza

·      la necesidad de un control social, político y jurídico de los movimientos neofascistas

·      la urgencia de caminar socialmente hacia una <<sobriedad compartida>>

Despertar el corazón la com-pasión y toda nuestra capacidad humana de pasión por revertir la situación en la que estamos

Aun siendo muy importante la lucidez no basta, necesitamos implicar nuestro mundo afectivo, nuestro corazón que es en definitiva el dinamizador de nuestras vidas, ya lo decían los clásicos: “Lo afectivo es lo efectivo”.

Despertar todas nuestras energías dormidas volviendo a recuperar la pasión por trabajar con todas nuestras fuerzas por una sociedad nueva, por un mundo más justo, por una tierra rica de nuevo en biodiversidad, por dejarle a las generaciones futuras un mundo más justo y una tierra más habitable.

         Despertar a nuestra verdadera identidad relacional, fraterna-sororal que haga posible el renacer en nuestras sociedades el deseo de hacer verdad lo que ya Somos profundamente y de vivir la cooperación, la solidaridad, la capacidad de vivir en común la diversidad.

 Este despertar será un camino para crecer en empatía para saber ponernos en el lugar de los demás para poder sentir la “com-pasión” que moviliza. Ese saber “sentir-con” los demás sus alegrías y tristezas, sus triunfos y fracasos hará cada vez más verdad la unidad que somos.

 

2-   EMERGENCIA COMO ESPERANZA.

Como consciencia de lo nuevo que está naciendo, de una emergencia que nos habla de ESPERANZA. 

Qué entiendo por esperanza 

He comenzado diciendo que esperar no es fácil dada la realidad actual y un pesimismo programada pero otra de las causas del desprestigio social de la esperanza tiene que ver con una falsa comprensión de la misma.

En algunos casos porque le identifican con una postura religiosa infantil de proyectar la esperanza en la otra vida, o en que Dios o algún ser superior arregle las cosas que los humanos desarreglamos, sin necesidad de que nos involucremos en la conquista de lo esperado.

Es también una palabra que a menudo se malinterpreta. La gente tiende a pensar que es una ilusión vana y pasiva: «Espero que algo suceda, pero no haré nada al respecto».

En otros casos porque se contrapone esperanza a lucidez a realismo, como si esperar fuera vivir en las nubes o en el mejor de los casos esperar sería propio de personas optimistas.

 ¿Cómo entiendo yo la esperanza?

·      La esperanza está en la entraña de lo real.Forma parte inherente de la realidad. “Lo real” no es sólo lo fáctico aquí y ahora sino que también es real lo que está en esperanza, lo que es pero está aun en potencia esperando poder ser. Lo real de una semilla no es sólo lo que es como semilla sino toda la potencialidad que encierra dentro si se dan las condiciones para que se desarrolle.

·      La esperanza es el motor de la historia humana. Los seres humanos desde nuestros orígenes nos empeñamos en algo porque esperamos conseguirlo, si no esperásemos cambio alguno no nos comprometeríamos a empujarlo. Esta es la tesis principal de ErnestBloch en su excelente tratado el Principio Esperanza.[6]

·      La esperanza está profundamente vinculada a la ética y al sentido de la vida. Victoria Camps lo formula así "Toda ética tiene un componente utópico- la esperanza de un mundo mejor. Una ética sin esperanza no se sostiene como ética" [7]. Desde la perspectiva ética se afirma que la simple voluntad de humanizar  el mundo basta para dar sentido a la existencia humana y para confiar en ella." [8] y Victoria termina su artículo con una cita da Camús  "lo que nos sume en la desesperanza es la falta de razones para luchar, que no se sepa si hay que luchar. " Estoy convencido- dice Camús  - de que no podemos ya tener la esperanza razonable de salvarlo todo, pero, al menos podemos proponernos salvar vidas para que el futuro siga siendo posible".[9]

·      La esperanza auténtica por tanto es inseparable de la acción por realizar lo que se espera. La voluntad de cambiar las cosas para mejorarlas es la condición necesaria pare el mantenimiento del deber ser... pues es la insatisfacción de lo no conseguido lo que alimenta la esperanza en el deber... En esta misma línea se expresa Jane Goodall[10] formula magistralmente: Sin esperanza, todo está perdido¿Y por qué alguien se molestaría en actuar si no considerara sinceramente que eso es importante y/o no tiene esperanza de que algo se puede conseguir?

·      Por tanto la esperanza es también una forma de comprometerse en la solución de estos desafíos desde un aspecto práctico: realizando acciones concretas en la dirección imaginada.

·      La esperanza no está en contradicción con sentir tristeza y abatimiento ante la realidad. La misma Jane Goodall expresa que es verdad que muchas veces nos sentimos con una enorme tristeza y abatimiento ante la situación actual, pero eso no es una contradicción. Es posible experimentar tristeza y esperanza casi simultáneamente. ¿Por qué?  la esperanza, nos dice ella,  no consiste en esperar a que todo sea perfecto, justo y fácil. Es visionar un futuro mejor sin negar los desafíos, los peligros y los problemas que atravesamos. Esto implica un reconocimiento de la situación, que puede ser extremadamente sombría, y al mismo tiempo un trabajo imaginativo e intelectual de un devenir distinto.

·      Por ultimo tener esperanza no es lo mismo que ser optimista.El optimismo dice “todo va a estar bien”, el pesimismo dice “nada va a funcionar”. En cambio, la esperanza no tiene certezas.“Es la obstinada determinación de hacer lo que está a nuestro alcance para que ese futuro mejor que deseamos realmente suceda”, dice Jane Goodall.  

Saber esperar es un proceso nunca acabado que supone un aprendizaje paciente y continuado. La esperanza supone cultivar la constancia y la perseverancia. 

Los verbos esperar y confiar nos ponen de relieve que vivirlos suponen siempre el ejercicio de nuestra libertad para poner nuestra esperanza en, fiarnos de, acoger a alguien como digno de nuestra confianza, confiamos en la fuerza de la vida, en el dinamismo de maduración de la humanidad, confiamos en la vida y en para quienes somos creyentes confiamos en la presencia misteriosa pero real del Dios de la vida en la misma vida, en la misma creatividad y emergencia de la vida y al mismo tiempo desplegamos nuestra energía en la dirección de lo esperado.

 Pensemos en la terrible pesadilla medioambiental que estamos viviendo. Es evidente que tenemos la esperanza de que no sea demasiado tarde para cambiar las cosas, pero sabemos que ese cambio no tendrá lugar si no actuamos. 

 —Por lo tanto, al mostrarnos activos, ¿aumenta nuestra esperanza?

Se da en ambos sentidos. No serás activo a menos que esperes que tus actos sirvan para algo. Por eso necesitas esperanza para continuar, pero luego, al actuar, produces más esperanza. Es una realidad circular. 

Descubrir que la esperanza no es un rechazo o negación de los problemas sino una forma de enfrentarse a ellos.

Por otro lado, la esperanza es la obstinada determinación dehacer cuanto esté en nuestra mano para lograr que funcione. Y la esperanza es algo que podemos cultivar. Puede cambiar en el curso de nuestra vida.

El arzobispo Tutu me dijo una vez que el optimismo podía transformarse rápidamente en pesimismo cuando cambian las circunstancias.

La esperanza, me explicó, era una fuente de poder más profunda, prácticamente indestructible. Cuando un periodista le preguntó por qué era optimista, respondió que no lo era, que él era un «prisionero de la esperanza», citando al profeta bíblico Zacarías.(43) 

Dijo que la esperanza consiste en ser capaces de ver que hay luz pese a toda la oscuridad. —Sí —afirmó Jane—. La esperanza no niega todas las dificultades ni el peligro existente, pero todo eso no la detiene. Nos rodea la oscuridad, pero nuestros actos crean la luz.

 —Por lo tanto, podemos cambiar nuestra perspectiva para vislumbrar la luz y trabajar para producirla.

Jane asintió. —Es importante actuar y ser conscientes de que podemos marcar la diferencia; esto animará a otras personas a actuar y entonces descubriremos que no estamos solos y nuestras acciones acumuladas supondrán una diferencia aún mayor.

La esperanza es una realidad comunitaria, cuando alguien comienza a trabajar por algo valioso con esperanza ese gesto anima a la comunidad        

3-            CAMINOS PARA HACER VERDAD ESA INAUDITA ESPERANZA. 

 4.1 Reconocer la “emergencia” como esperanza 

4.2 Descubrir que el “muro” del sistema tiene grietas. 

Hace poco he escuchado una conferencia de Catherine Walsl“Esperanzas pequeñas, grietas y siembras feministas-decoloniales”

En ella nos compartía una experiencia que tuvo contemplando unaimagen de una flor silvestre saliendo de una grieta de un muro decemento, había pasado muchas veces por ahí pero no había caídoenlacuenta de su presencia..

A raíz de poner la atención en esta imagen se hace variaspreguntas: ¿Cómo es posible que en la supuesta solidez del muropueda salir esta vida de una grieta? Si eso sucede en algosupuestamente impenetrable¿no puede suceder tb con elsistema? Este sistema “asesino y ecocida” como lo nombra el Papa Francisco, se nos presenta como una totalidad, como un muro de cemento impenetrable, que no podemosromper…

¿Qué podría suceder si en vez de poner nuestra atenciónen este muro del sistema ponemos nuestra atención no en su solidez sino en sus posiblesfisurasysusgrietas?

¿Cómo aprender a desaprender la totalidad? ¿Cómo ponernuestrosojos, mentes,ytodanuestraatenciónalasposiblesgrietas y fisuras? Y claro viendo las grietas como POSIBILIDAD, no como la solución sino como una posibilidad de algo distinto, comoesaflorenelmuro.

Fue una conferencia que me impactó profundamente y me abrió un nuevo horizonte de esperanza y de modo de mirar  la realidad. Entonces me propuse buscar grietas, perseguir aquello que encendiera faros hacia una vida mejor para todas las personas, un resurgir de vida allí donde ya no se ve, ni se espera.

Porque me preocupa que, por el camino, entre las miles de miserias que nos asaltan, dejemos de creer que las flores, la vida, pueden brotar en los sitios más insólitos.

Empecé a mirar y animé a mirar como grietas del sistema tanto nuevo como estáamaneciendo, tantos grupos, colectivos, movimientos que estánabriendo grietas en los diversos sistemas (económicos, políticos,sociales, eclesiales…) y generando posibilidades nuevas en el modo de pensar, vivir, consumir, producir, serdeotramanera.

Hoy pretendo hacer lo mismo con ustedes mostrar algunas de las grietas que he descubierto y alientan mi esperanza  y animarles a ustedes a hacer lo mismo en sus comunidades, familias, grupos descubrir algunas de la grietasque ya nos están hablando de realidades de un “amanecer” de vida nueva. 

Lo más seguro es que no podamos eliminar este muro del sistema (que tiene tantas manifestaciones y réplicas), al menos en nuestras vidas. Pero podemos hacer cosas a pesar del sistema en sus márgenes, fisuras y grietas.

Podemos abrir grietas en la forma de sentir, pensar, ser, estar en la realidad. 

Yo voy a nombrar algunas de la grietas que yo reconozco que nos están hablando de realidades de un “amanecer” de vida nueva.

Es sólo un inicio para que cada persona podamos ir añadiendo nuevas miradas y nuevos descubrimientos, grietas no solo a nivel mundial o internacional sino brechas cercanas, incluso brechas en nuestras propias familias, grupos...en nuestra persona.

· Ante el muro de este sistema de muerte reconocemos las grietas y la vida nueva que generan grandes movimientos sociales muchos de ellos internacionales y de gran potencia:

 POWER 23-24

·      Ante la muro tremendo de la emergencia climática, el ecologismo: es hoy una gran esperanza para nuestra tierra amenazada, cada día se va tomando más conciencia de la urgencia de defender el ecosistema y la vida en la tierra. Un movimiento potente a pesar del negacionismo de unos y de la presión de los grandes “lobbis” que sostienen los recursos energéticos. ¿Cómo y de qué manera podemos como personas y colectivos unirnos a esta grieta de la defensa de la tierra y poder así ofrecer posibilidades de vida nueva y esperanza a nuestra humanidad? De un modo especial los jóvenes necesitan de nuestro compromiso adulto.

·      Otro gran muro es el machismo, en sus múltiples formas (asesinatos, 53 llevamos en España desde hace dos día, violencia vicaria, violencia física, psíquica, social, discriminación de género, trata de mujeres y niñas, la mutilación genital ) una realidad en todo el mundo en la que necesitamos provocar una gran brecha que termine por romper la cultura que perpetúa la violencia de género. El feminismo reclamando la igualdad entre hombres y mujeres y denunciando la violencia de género, abrió una grieta inmensa en el sistema y patriarcal pero aun queda mucho camino por andar no sólo en la búsqueda de la igualdad y equidad sino en erradicar las múltiples formas de violencia machista, pero cada vez más la sociedad va tomando conciencia de que es necesaria otra manera de comprenderse, reconocerse, respetarse y valorarse hombres y mujeres (tengan la edad que tengan) si queremos construir un futuro nuevo de esperanza. 

·      Ante el muro tremendo de la injusticia y de la negación de derechos, de múltiples tipos de discriminación y de un modo especial del rechazo de migrantes en la sociedad civil, cada vez crecen más las grietas de movimientos que denuncian este sistema enemigo de la vida, y se movilizan hacia otro otros sistema que no nos obligue a elegir entre progreso y vida, Múltiples colectivos defensores de todos los derechos de las personas, de los animales, de la tierra. 

El muro de la ultraderecha fascista en todo el mundo hace mucho ruido, está muy bien financiada pero también se va abriendo la brecha de la toma de conciencia de que estos movimientos son un grave peligro para los grupos más vulnerados y para la propia democracia y hoy crecen movimientos que reclaman una democracia real participativa.

La fiebre privatizadora propia del pensamiento neoliberal es otro muro que necesita ser horadado por todos los movimientos que reclaman el derechos a los servicios públicos; salud, educación, techo, salarios decentes, protección de todas las profesiones… Aunque aún falta una mayor movilización ciudadana, hemos visto en este último año las grietas abiertas por las mareas sanitarias, educativas, sociales… Y la exigencia de blindar esos servicios de la avaricia y fiebre capitalista. 

Otras brechas importantes que van creciendo como mareas  en todo el mundo

·      junto al muro de las guerras y el gran negocio de las armas, cada vez hay mas voces denunciando esa cultura belicista. La grieta del movimiento  pacifista va creciendo en grupos aún minoritarios y en personajes públicos como el Papa Francisco, y altos mandatarios políticos como Lula de Silva, Petro…que denuncian las guerras como fracasos civilizatorios y ponen de relieve el dispilfarro de tantos millones de dólares y euros dedicados a la fabricación de armas cada vez más sofisticadas

·      ante el muro homofóbico que por un lado alza la voz la sociedad cada vez más abre brechas de defensa de las diversidades sexuales, de las diversas maneras de entender y vivir la vida familiar.

·      Otro muro muy difícil de demoler es el monopolio de los grandes medios de “información” más bien de desinformación, con dificultad por falta de financiación pública se van abriendo brechas informativas que hagan verdad la mal llamada libertad de expresión, van apareciendo cada vez mas medios de información alternativos, libres de presiones de los bancos y grandes empresas: periódicos, revistas, potcast , programas televisivos y hasta una televisión alternativa aún con poco alcance. CANAL RED 

Yo sólo quiero ahora nombrar estas grietas más generales porque lo importante será lo que cada persona logre descubrir, cambiar la mirada de los muros a las grietas: mundiales, naciones, eclesiales, familiares y me gustaría que cada persona descubra tb las grietas en su propia persona por la que seguro alumbra vida nueva. 

Hoy la pregunta que nos hacemos es :¿Cómo situarnos desde las grietas que ya existen en el muro del sistema capitalista, patriarcal, colonial…?¿Cómo contribuir, colaborar para unirnos a tantos grupos, colectivos personas que luchan en agrietar y  sembrar vida allí donde hay muerte? No son preguntas retóricas sino existenciales

Cuanto más agrandemos las grietas y además unamos unas grietas con otras en sistema capitalista, patriarcal, colonial, militarista, enemigo de la vida…más  posiblidades de debilitarlo y sobre todo de ir avanzando dentro de él generando pequeñas experiencias, espacios… de vida nueva, generadoras de esperanza. 

Cada persona necesitamos encontrar nuestra manera de agrietar, descubriendo dónde encontrar fuerza para existir, resistir, persistir y sembrar vida en las fisuras de un sistema que sabemos que intencionadamente produce miedo, soledad, desesperanza.

Un grito que no es un proceso en solitario sino comunitario, se trata de ir uniendo nuestro grito a otros. 

Nuestra lucha y nuestro grito unidos a otras luchas y gritos son para construir otra cosa a pesar del sistema.  No podremos al menos a corto plazo eliminar los muros de todo lo que en el sistema nos abruma y daña, al menos en nuestras vidas. Pero podemos hacer cosas a pesar del sistema en sus márgenes, fisuras y grietas.

Podemos abrir grietay sembrar vida nuevasen la forma de sentir , pensar, ser, estar , protestar, denunciar, construir, unir, de crear espacios de fraternidad, sororidad, comunidad, …en la realidad. 

Vamos a mirar a JESUS COMO AGRIETADOR Y SEMBRADOR DE VIDA NUEVA Y POR ELLO DE ESPERANZA. 

No se trata de leer los evangelios al pie de la letra, ya sabemos que no nos narran la vida de Jesús, pero a las mujeres nos gusta hacer teología narrativa, y yo de un modo simbólico voy a dar “voz” a Jesús de Nazaret, como invitado de honor a este coloquio.

 JESUS AGRIETADOR Y SEMBRADOR DE VIDA NUEVA. 

Como ya saben ustedes en mi tiempo existían muros inmensos que se presentaban ante toda la población como imposibles de demoler, fuertes, consistentes sostenidos por creencias ancestrales sociales y religiosas. 

Yo no podía destruir el sistema político, económico, social, religioso dominante, pero si podía abrir grietas en él para poder sembrar en ellas vida nueva.

Era mi manera de no pasar de largo sino de hacerme próximo de quienes sufrían esas exclusiones, marginaciones, robos y malos tratos. Comparto con ustedes algunos de esos muros que ya conocen pero que quiero contarles cómo traté de abrir alguna brecha:

·      Uno de los muros era el de judíos y samaritanos, éstos últimos eran considerados herejes y por tanto excluidos del Reino de Dios. Provocadoramente en la parábola del Buen Samaritano el que se hizo “prójimo,” el que actuó con misericordia con el judío tirado en el camino, quien representó a la persona que vive lo esencial para entrar en el Reino de Dios fue el “hereje  samaritano” y por tanto era un “hijo de Abraham” más auténtico que el sacerdote, y el levita ( Lc 10, 29-37)

·      Otro muro profundo separaba a los judíos de los gentiles, que también tenía una historia larga y dolorosa. Yo decidí abrir una grieta en ese muro con hechos, pueden encontrar muchos. Les recuerdo alguno: Curé a la hija de la mujer Siro-fenicia y sobre todo aprendí de ella. Curé al esclavo de un Centurión romano y de nuevo alabé su fe por ser más grande que la que había encontrado en Israel (Mt 8, 5-10).

·      Otro muro religioso y cultural muy profundo era la separación entre hombres y mujeres. Esta fue otra brecha que yo busqué de muchas maneras abrir en ese gran muro patriarcal de mi sociedad y cultura. Fueron muchos los hechos y parábolas donde abrí una brecha en ese muro, les recuerdo solo algunos: mi grupo de seguidor@s estaba formado no solo por varones sino también por mujeres es decir tenía discípulas, algo no solo impensable sino prohibido y profundamente escandaloso (Lc 8,3). No deja de ser significativo que en una cultura patriarcal como era la mía, nos encontremos con narraciones evangélicas donde las mujeres son las primeras en tener la experiencia del resucitado y donde María Magdalena es presentada como apóstol de los apóstoles enviada por mí para darles el anuncio de que la muerte no es la última palabra y yo sigo vivo en otra dimensión.

Serían muchos los hechos donde yo abro grietas ese muro patriarcal situando a las mujeres en lugares relevantes y alabando su fe y su coraje y rompiendo barreras religiosas y tabúes que alejaban a las mujeres con la regla. La Torá prohibía tener contacto con mujeres con la regla (Lv12,2; 18,19). Recuerda como una valiente mujer se atrevió a trasgredir la ley, buscando su salud y tocando mi manto cuando padecía una regla permanente, esa trasgresión fue para ella lugar de sanación (Mc 5,24-34).

·      Otras veces las hago lugares de revelación del Dios que busca lo perdido y celebra el hallazgo, o símbolo de la llegada de la novedad donde no sirve lo viejo, como la mujer que no puede remendar un manto viejo con telas nuevas.

·      También intenté abrir grietas en otros muchos muros religiosos: toco, sano la piel de un hombre afectado por la lepra y lo reincorporo a su comunidad (Mc1, 49,41). Sano a personas con enfermedades mentales, que para mi pueblo eran señales de posesión diabólica. Acojo y comparto mesa con personas consideradas pecadoras, impuras, indigentes y por tanto indeseables y no les estaba permitido entrar en el Templo.

Mi firme ruptura de barreras y muros de exclusión quedó claramente interiorizada en mis seguidoras y seguidores,  lo expresa claramente Pablo como un principio vigente en la primea comunidad: “ Ya no hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, ni hombre ni mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesus.” (Gal 3,28) y claramente en su carta a los Efesios declara que Jesús derribó la pared de separación (la ley judía) (Ef 2,14)

Para mi estaba claro que esos muros excluyentes había que romperlos y así traté de hacerlo. Debajo de estas actuaciones de rupturas de muros y barreras yo quería dejar claro, con hechos y no solo con palabras que no hay ninguna situación que pudiera separar a ninguna persona del amor de Dios.

Mi experiencia de Dios era de un Dios amor y yo deseaba con todas mis fuerzas ser testigo visible de ese amor, hacerlo creíble porque lo vieran posible y real no sólo en mí sino en mis seguidoras y seguidores. Esas actuaciones serán sin duda motivos de esperanza para mi pueblo y el pueblo de ustedes.

No solucioné el dolor y la marginación en mi pueblo, pero ofrecí la posibilidad de vida nueva para algunas personas, grupos y colectivos especialmente golpeados y aplastados por estos muros.

Anímense ustedes a buscar caminos personales, grupales, colectivos…para ir abriendo cada vez más grietas, siembren en ellas semillas que generen vida nueva y hagan posible así la esperanza.

Lo deseo  de corazón.

Jesús de Nazaret. 

PERSONAS Y COMUNIDADES CRISTIANAS LLAMADAS A SER “AGRIETADORAS” Y “SEMBRADORAS” DE ESPERANZA A SU ESTILO.

En un sistema enemigo de la vida un modo de responder a los retos de este momento es sembrar vida en las grietas, vida nueva, hacer verdad que Jesús pasó por la vida dando vida, sanando, cuidando, denunciando, construyendo espacios nuevos de libertad y amor.

No basta con ver las grietas sino que nos urge unirnos movilizarnos socialmente para intentar seguir ahondando estas grietas para revertir la situación actual generando vínculos y alianzas capaces de ir sembrando vida nueva.

Estamos en un momento de mucha incertidumbre, con un estado que en algunos casos puede ser de desaliento, desesperanza, desmotivación, frustración,  agresividad flotante y sobre todo inseguridad y miedo. En este clima es fácil que prevalezca  en una parte de la sociedad el “sálvese el que pueda” y en otra el buscar desesperadamente medios para sobrevivir.

Casi sin darnos cuenta vamos pasando de ser ciudadanos a consumidores y el consumismo nos desmoviliza al centrarnos en nuestros individualismos, desconectándonos de los proyectos comunitarios y de nuestra dimensión social.

Junto a esto también es verdad que otra parte de la sociedad se ha movilizado y se moviliza en una gran red solidaria de apoyos mutuos que está permitiendo a miles de familia sobre-vivir en esta pandemia, movilizaciones en defensa de nuestros derechos, de los derechos de migrantes, contra las guerras, el dispilfarro.

A una emergencia global sólo se puede responder con alianzas y redes nacionales y  globales.

Son muchos los colectivos movilizados en nuestra realidad y en nuestro mundo pero aún no hemos sido capaces de generar una alianza de tantas y tantas plataformas, movimientos sociales, grupos de apoyo, ONGs, partidos, sindicatos, colectivos profesionales, centros sociales…mostrando nuestra fuerza para exigir un cambio de modelo económico y social que ponga en el centro no el dinero y la especulación sino la vida, no la desigualdad sino la justicia, no el despilfarro sino la contención y la sobriedad solidaria.

Este camino de fortalecer vínculos supone entre otras muchas cosas renunciar al mecanismo pagar-perder (unos ganan a costar de otros) sino vivir el ganar-ganar[11] para todas las personas de esa sociedad, para toda la vida del planeta. 

La ciudadanía necesitamos hacernos conscientes de nuestra responsabilidad sociopolítica y también de nuestro poder.  En definitiva asumir la responsabilidad de no dejar la construcción y cuidado de la polis sólo en manos de los políticos profesionales, de los “expertos” y economistas.

 No se nos puede olvidar  que lo grandes cambios a favor de la sociedad, a favor de los que peor lo están pasando a lo largo de la historia, han venido de abajo, de la sociedad organizada, de la sociedad formada, de la sociedad que reclama cambios y que no se conforma con votar cada tres o cuatro años y dejar de ejercer el control absolutamente imprescindible de qué pasa con los bienes comunes, en qué se utilizan, para que se usan.

 Nos urge revitalizar el tejido social, y todos esos movimientos que nos posibiliten pensar en común y generar una profunda red de vínculos para la defensa clara y potente de nuestra tierra, de la vida en el planeta, de la supervivencia de la humanidad.  La construcción social que necesitamos debe hacer posible vincular la “economía” (cuidar la casa común), una democracia real y una vida digna y con sentido para todas las personas, un vínculo que necesita ser indisoluble. 

Cómo nos ayudaría recuperar la pasión por mejorar este mundo nuestro, volver a soñar como sociedad que una mayor justicia, solidaridad, compasión, cuidado, utopías comunitarias son posibles sólo así podremos resistir el envite de las fuerzas de resistencia al cambio que no quieren que la realidad cambie porque les va bien en este sistema.

Necesitamos comunitariamente caer en la cuenta de que en “o nos salvamos todos o no se salva nadie”

Yo ahora ya sin palabras voy a poner imágenes evocadoras de esos caminos para ser personas y comunidades agrietadoras y sembradoras reconociendo ya grupos, comunidades, movimientos, personas, ongs… que desde su fe, sus valores, su espiritualidad propia están ya haciendo verdad este compromiso necesitamos saber cooperar, colaborar, unir fuerzas…

Todo ello queriendo aprender a amar como amó Jesús, “Como yo os he amado” Sabiendo siempre que estamos muy lejos de hacerlo verdad pero lo seguimos intentando y sobre todo sabiendo que somos amadas siempre incondicionalmente. 

V DEFENDER LA ESPERANZA.

La esperanza hoy no sólo no está de moda, sino que está denostada por un lado contraponiéndola al trabajo por cambiar de hecho en el presente la realidad y por otro considerada como ingenuidad y falta de realismos ante una especie de nihilismo y pesimismo social que da por perdida la batalla.

Entendiendo muy bien que los tiempos que vivimos no favorecen la esperanza en nombre del “realismo” quiero recordar que lo “real” no es solo la fáctico sino que también es real todo lo que está en potencia, esperando la oportunidad de desplegar todo su potencialidad. La semilla es real en lo que es como semilla y en toda la potencialidad que guarda dentro para poder desplegarse.

Para mí la esperanza es no solo una cualidad humana porque somos seres utópicos, sino un gran motor de la historia. No nos movilizaríamos nunca si no creyésemos que es posible un cambio, que podemos mejorar como personas, cono sociedad, como humanidad. Yo me apunto a fomentar en mi una esperanza comprometida (que trabaja en la dirección de lo que espera)  y me gustaría que nos animásemos a hacer lo mismo.

No podemos permitir que nos arrebaten la esperanza.

Termino con un hermoso poema de Pedro Casaldáliga cantado por Fran es mi homenaje a un hombre profundamente humano y cristiano que vivió y murió haciendo verdad en su vida una espiritualidad comprometida “al aire” de Jesús de Nazaret.

Es tarde, pero es nuestra hora…

 


[1]Los últimos datos a los que he tenido acceso de la ONS son alarmantes: casi un millón de personas se han suicidado el año pasado en el mundo, eso supone 3.000 al día, 1 cada 4 minutos. En España el ministerio de salud nos ha dado las cifras del año pasado 4.003 personas y un alto porcentaje de niños y adolescentes es la primera causa de muerte entre los jóvenes de 12 a 29 años.

[2][2] MARTINEZ OCAÑA, E., Espiritualidad para un mundo en emergencia. Narcea, 2018,2ª. Donde aporto abundante bibliografía que obvio aquí.

[3] Papa Francisco, LaudateDeum, octubre 2023. Recomiendo también el último libro e José Esquinas, científico de la FAO, Rumbo al ecocidio. Una guía para cambiar el destino de la humanidad.Ed. Espasa, octubre, 2023.

[4] Papa Francisco: LS. 34, 36, 46. 48, EG.53

[5] MARTINEZ OCAÑA, E., Es tarde pero es nuestra hora. En este libro dedico un largo capítulo a desarrollar estas cuatro causas.Narcea, 2020. Donde ofrezco abundante bibliografía.

[6] Conoció de cerca los fascismo de su tiempo y formulaba que lo importante es aprender a esperar. Su ingente obra fue escrita durante su exilio en Estados Unidos entre 1938-47 y que concluyó a su vuelta a Alemania reeditándolo entre 1954-59. LainEntralgo dice de este tratadi que es “la catedral laica de la esperanza”.

[7] CAMPS,V, "La utopia del deber y los límties de la acción" en  CAMPS V. ÁLVAREZ BOLADO, A. Esperanza cristiana y utopías.  Cuadernos FyS nº51 Sal Terrae,2001,17

[8] Ibídem 20

[9] CAMUS, A. Moral y política. Losada Buenos Aires, 1978,104 citado por CAMPS,V. Ïbidem 20.

[10]En el libro The Book of Hope: A Survival Guide forTrying Times (El Libro de la Esperanza: Una Guía de Supervivencia para Tiempos Difíciles), el autor americano Douglas Abrams entrevista a Jane Goodall, primatóloga y naturalista inglesa mundialmente reconocida por sus descubrimientos sobre el comportamiento de los chimpancés. Nombrada Mensajera de la Paz por las Naciones Unidas, Jane es quizás una de las figuras públicas del activismo ambiental más aclamadas y respetadas de nuestros días