¿ES POSIBLE VIVIR LA COMPASIÓN Y LA ESPERANZA EN UN MUNDO INJUSTO Y en UNA TIERRA A PUNTO DE COLAPSAR?
Vivimos tiempos difíciles, yo siento en muchos momentos que me puede el desconcierto, la indignación, el no entender qué nos está pasando como sociedad, cómo seguimos eligiendo a quiénes nos roban el dinero en el presente y nos quieren robar el futuro desde un negacionismo que puede ser asesino.
En la perplejidad en la que me encuentro y necesitando calmar mi mundo emocional para poder mirar con esperanza y coraje el momento presente, recién terminada la pandemia leí un libro de Juanjo Tamayo que me ayudó mucho: La compasión en un mundo injusto, Fragmentos, 2021 y he vuelto a releerlo.
Juanjo con una gran lucidez comienza avisando de que la compasión y yo digo también la esperanza son “virtudes” que cotizan a la baja, porque están mal comprendidas y/o explicadas tanto desde la religión como desde la mentalidad actual.
¿Hay poca compasión porque se considera que es una virtud débil, sentimental, e incompatible con la denuncia, la defensa, el coraje de luchar por lo que cada cual considera valioso? Creo que sí.
Siento que pasa igual con la esperanza como virtud pasiva, incluso alienante, en vez de considerarla como el coraje por luchar y tratar de conseguir lo que esperamos.
A lo largo de este muy valioso libro Juanjo de-codifica y re-codifica la compasión. Me ha gustado mucho su formulación de que la compasión es “mirar la realidad con (y desde) los ojos de las víctimas”, “tomarnos en serio el mal y no banalizarlo” luchando contra las causas de ese mal y sufrimiento.