"Padre-Madre nuestr@ que estás en la Tierra"



[Jornadas Nacionales de Pastoral Juvenil Vocacional, publicado en Todos uno, n. 141 (2.000), p. 11-66].                    

INTRODUCCIÓN

·        La dificultad de hablar de Dios.

I. HABLAR DE DIOS SÓLO PODEMOS HACERLO DE MODO METAFÓRICO.

1        El Dios cristiano ha sido nombrado con imágenes masculinas. 
2        ¿Podemos seguir llamando a Dios "Padre"? 
3        ¿Podemos nombrarlo con lenguaje femenino igual que masculino?.


II. IMAGEN DE DIOS PADRE-MADRE EN LA TEOLOGÍA FEMINISTA

1     Críticas a la imagen de un Dios "Padre patriarcal". 
2     Aportaciones a la imagen de Dios. 
A.     La Divinidad es femenina.
B.     La imagen de Dios debe reflejar la realidad masculina y femenina.
C.  Dios es fundamentalmente "relación" y debe ser nombrado con múltiples    nombres relacionales.
3     Un modelo relacional para hablar de Dios: "Dios como Madre, Amante y Amig@ " (Sallie McFague).

III. MADRE-PADRE NUESTR@ QUE ESTÁS EN LA TIERRA

1        "Muéstranos tu rostro". 
2        Antes, te conocíamos de oídas. 
3        Después, te "han visto nuestros ojos". 
4        Ahora, somos invitad@s a hacerte "visible" y por ello creíble en nuestra  tierra. 



" PADRE-MADRE NUESTR@ QUE ESTÁS EN LA TIERRA." 

INTRODUCCIÓN. 
            Quiero agradecer a la CONFER su invitación a participar en estas Jornadas Nacionales de Pastoral Juvenil-Vocacional, que tienen el sugerente lema "En tus manos, para el mundo".
Tengo que confesar que la invitación me produjo una mezcla de sentimientos encontrados: por un lado temor y por otro lado deseo, atracción.
Temor por la consciencia de la dificultad del tema en sí y por la presencia de un público tan numeroso, preparado y con tanta experiencia en la pastoral juvenil y vocacional. Experiencia que yo, hoy por hoy, no tengo
Deseo, porque pedirme que hable de Dios Padre-Madre, me ofrece la oportunidad de expresar, ante otras personas creyentes, mi fe en el Dios en el que creo y eso es siempre una gracia. Además, dado que soy mujer, me gustaría también prestar mi voz para hacer llegar las reflexiones críticas y aportaciones que, en torno a este tema, otras mujeres teólogas llevan haciendo hace ya unos 25 años y cuya voz tiene pocos foros, aún, donde pueda ser oída. 

·        LA DIFICULTAD DE CONOCER Y EXPRESAR EL MISTERIO DE DIOS.

La conciencia de esta doble dificultad forma parte de la experiencia religiosa de todos los pueblos y es una constante en la tradición judeocristiana. Quizá pocas afirmaciones mas sintéticas y claras como estas palabras de Santo Tomas: "Nuestro supremo conocimiento de Dios es conocer que no le conocemos, es decir, conocer que la realidad de Dios supera aquello que de El podemos conocer."[1].
La dificultad de conocerle no es sólo un problema noético sino existencial. Conocerle, tiene que ver con acogerle, dejarle ser Dios dentro de nosotr@s mism@s, dejarnos alcanzar por ese encuentro y transparentarlo.
Por eso, "hablar" de Dios, es también una experiencia global, que afecta a las palabras con las que le nombramos y al lenguaje que dice nuestro cuerpo, ¿qué trasparentamos de Dios con lo que somos?.
Hace años me impresionó la siguiente afirmación de Ignacio González Faus: "Hablar de Dios es siempre un poco blasfemo o un poco idólatra. Siempre tiene algo de tomar el nombre de Dios en vano"[2]. Sus palabras me hicieron caer en la cuenta, de un modo nuevo, de la profunda verdad que había debajo de esa forma provocadora de expresarse.
¿Quién es Dios? ¿Cómo decir algo de El y salvar su trascendencia e inmanencia, su ser "Totalmente Otro" y al tiempo el "Emmanuel"? ¿Cómo nombrarle sin tomar su nombre en vano? ¿Cómo querer conocerle sin dejarse transformar por El? ¿Cómo arriesgar a llamarle Padre-Madre sin comprometernos a vivir como hij@s y herman@s.
No estoy haciendo preguntas retóricas, sino preguntas que me queman por dentro, que me hago muchas veces sin acabar de encontrar respuestas. En realidad cuando decimos ¡Dios!, no sabemos lo que decimos.
Hablar de Dios de un modo "blasfemo", o "tomando su nombre en vano" puede tener muchas versiones:
Algunas tienen que ver con hablar de El sin ser consciente de la imposibilidad de describirle, de apuntar al núcleo de su ser. No darnos cuenta que lo que decimos de El es siempre una metáfora, una analogía.
Otras formas están relacionadas con hablar de El con lenguajes y estructuras mentales caducas, que ya no aciertan a decir nada de Dios a una época determinada. Vivimos en un momento histórico donde las palabras más repetidas para nombrarlo son: cambio y crisis. Crisis generalizada de viejas estructuras y modelos referenciales. Hasta tal punto que se habla de un cambio de paradigma. En este momento actual, ¿cómo decir algo de Dios que sea significativo para los hombres y mujeres de nuestro mundo?, ¿qué imagen de Dios vivimos, y sobre todo trasparentamos?, ¿desde qué imágenes de Dios, conscientes e inconscientes, invitamos a los jóvenes de hoy a vivir una vocación religiosa, o una vocación laical lúcida y comprometida?, ¿cómo influye la imagen de Dios que vivimos en la oferta de la vocación que hacemos?, ¿qué imágenes de Dios tienen introyectada, de un modo  más o menos conscientes, los jóvenes a los que intentamos hacer llegar la Buena noticia del Reino?.
Hay también otra manera vana o idolátrica de hablar de Dios: hacerlo con la boca pero sin estar dispuest@s a dejarnos transformar por su nombre. Hablar de El sin "conocerle"(Os 4,1), esto es, sin practicar la justicia y el amor solidario.(Jer 22,15-16). Y a esto ¡sí que es sensible la juventud!. Están muy cansados de discursos, no le movilizan las grandes palabras, pero sí se dejan afectar por la coherencia de vida, por la adecuación entre lo dicho y lo hecho.

Por tanto concluiremos que hablar de Dios sólo podemos hacerlo:
* De un modo analógico/metafórico. Con metáforas que hagan justicia a la verdad de Dios y sean significativas para el contexto en el que son expresadas
* Si estamos dispuest@s a dejarnos trasformar por El

Estos requisitos constituyen los núcleos en torno a los cuales desarrollo mi exposición. 


I. HABLAR DE DIOS SOLO PODEMOS HACERLO EN LENGUAJE ANALÓGICO Y/O METAFÓRICO

Toda nuestra tradición religiosa, hasta nuestros días, tiene como trasfondo esta tensión entre dos polos: adorar a Dios a través de imágenes y la prohibición de las imágenes. El peligro que tenemos es hacer de la imagen un ídolo. Esta fue una continua preocupación en el pueblo de Israel: "No te harás escultura, ni imagen" (EX 20,3; Dt 27,15). La conciencia de que Yahvéh no puede ser conocido está muy viva en la tradición hebrea y queda muy claramente reflejada, no sólo en el hecho de no pronunciar su nombre, sino en el misterioso nombre que Dios se da a si mismo ante Moisés: "Soy el que soy" o "Seré el que seré" (Ex 3,14).
Esa consciencia no se perdió nunca en la tradición cristiana. El IV Concilio de Letrán en 1215 se expresaba así : "Entre el Creador y la criatura no se puede afirmar  ningún tipo de semejanza sin que se haga notar que entre uno y otra es aún mayor la desemejanza"[3]. La proposición clásica "Deus semper maior", y la larga tradición de la teología negativa o apofática son buena prueba de ello. Santo Tomás decía que Dios es el "sin nombre" y por tanto es el de "todos los nombres"[4].
Por eso decimos que hablar de Dios sólo podemos hacerlo de un modo analógico o metafórico. Es decir, un lenguaje directo sobre la realidad criada e indirecto sobre Dios. No siempre somos conscientes de que la analogía es del mundo en relación a Dios no de Dios en relación al mundo .La analogía a partir del mundo apunta a Dios de un modo indirecto. Dios es semejante a, y a la vez, diferente de cualquier analogía verbal.
Pero necesitamos palabras para entendernos, imágenes y símbolos para poder expresar las experiencias y cuanto más hondas y densas son éstas, más torpes son nuestras palabras para expresarlas.
En realidad, más que hablar de quién es Dios hablamos de cómo lo percibimos, sentimos, intuimos, experimentamos y siempre condicionados por nuestra situación geográfica, económica, socio-política, cultural; por nuestra condición sexuada, por nuestra escala de valores etc y, al mismo tiempo, esa percepción e imagen influye en nuestras relaciones, modos de situarnos e interpretar la realidad. Nuestra imagen de Dios está condicionada por nuestra biografía y la cultura en la que nos hemos educado.
"Las imágenes las necesitamos como necesitamos las palabras para representar nuestros deseos y temores, nuestras creencias. Sin hacer de la vida una imagen no podemos experimentar sentido. Las imágenes nos permiten soñar la utopía"[5][i], romper con los limites estrechos de lo fáctico, nos permiten romper la falsa creencia que lo real es sólo lo fenoménico y desdeñar como real lo que está en esperanza.
Recientemente la Teología feminista [6] ha vuelto a reivindicar con mucha fuerza la consciencia de que nuestro lenguaje para hablar de Dios solo puede ser analógico (Elizabeth Johnson )y o metafórico.(Sallie McFague)
Elizabeth Johnson retoma a San Agustín para releer las tres famosas vías del lenguaje analógico: la vía afirmativa, la vía negativa y la vía eminente. Pero para resaltar, que la vía eminente no consiste en afirmar de Dios, en modo superlativo, lo dicho sobre Él a partir de las criaturas, sino para poner de relieve que el modo "eminente" de predicar de Dios algo, trasciende todas nuestras capacidades cognoscitivas. Intenta sobre todo resaltar la "de-semejanza" para no hacer de la analogía una simple proyección en Dios, de nuestros sueños y deseos.[7]
Sallie McFague centra su reflexión sobre el cómo hablar de Dios a través del concepto de metáfora. Habla incluso de "Teología Metafórica". [8]
¿Por qué la metáfora?. Porque ésta afirma simultáneamente la semejanza y la diferencia.[9]. La metáfora mantiene la tensión entre "<<es>> y <<no es>>: se hace una afirmación, pero más como plausibilidad que como definición"[10] " es como" y "no es como" y nace de la necesidad de explicar una realidad que nos es desconocida. Esto solo es posible a través de algo conocido, que al tiempo lleve dentro la semejanza y la diferencia. Pero la metáfora solo existe como tal si mantiene la tensión, si la pierde muere como metáfora y pasa a identificar la realidad.
Es decir que siempre que hablamos de Dios lo hacemos analógica o metafóricamente, pero no siempre somos conscientes de ello, pues hay metáforas que se nos han hecho tan familiares que no las reconocemos como un intento de expresar lo desconocido, incluso en muchos casos hemos llegado a usarla, no como evocación, sino como descripción de Dios. Por ejemplo la palabra Padre. Si decimos Dios es Madre tenemos enseguida que decir que es una metáfora pero, ¿por qué no sentimos esa misma necesidad  cuando lo llamamos Padre?. ¿Sólo porque esa es la forma con la que Jesús nombró a Dios? ¿Qué decía Jesús cuando decía ¡Abba!?. ¿Estamos segur@s que "el modelo padre" aplicado a Dios no terminó transformándose más en una proyección del modelo patriarcal del padre que de la crítica radical que Jesús hizo de ese modelo?[11] .

Por otro lado la experiencia nos dice que hay pocas palabras tan ambiguas y tan difíciles de asumir de un modo constructivo como las palabras padre y madre. Sobre todo la primera, que en muchísimos casos, evoca experiencias no deseadas. ¡En cuantas personas las palabras padre y madre y en vez de resonar en ellas experiencias amorosas, les produce rechazo, rabia, resentimiento, odio...!Cuantas no tienen experiencia de lo que es un padre. Este es un desconocido, y o ausente por abandono, desinterés, "excesivo trabajo", muertes prematuras en tantas guerras como pueblan, sobre todo, nuestros terceros mundos.
En nuestra tarea pastoral con jóvenes, cuando hablamos de Dios Padre  o Madre ¿sondeamos qué emociones evoca en ellos esos símbolos antes de aplicarlos a Dios?. ¿Les hacemos conscientes de que no podemos, sin más, aplicar a Dios lo que esos símbolos nos dicen conceptual y emotivamente?.
Recuerdo una anécdota en Perú, hace ya unos cuantos años, cuando intentando hablar de Dios como Padre a unos niños y niñas que se preparaban para la primera comunión, uno de ellos levantó la mano para decirme "¿Y Dios puede ser tía? " y a continuación otra niña dijo "¿y puede ser abuela"? .En aquel momento, sin grandes discursos, esos niños me hicieron comprender que la palabra Padre no era para ellos la expresión de una relación fundante, amorosa, ésta la tenían vinculada a otras imágenes femeninas. 

1-     EL DIOS CRISTIANO HA SIDO NOMBRADO SIEMPRE CON IMÁGENES MASCULINAS

Por tanto necesitamos ser muy caut@s al hablar de Dios, hacerlo con la consciencia de que las metáforas no describen a Dios sólo apuntan, evocan, velan y desvelan.
Aparentemente es evidente que Dios no es ni padre, ni madre, ni hombre, ni mujer pero, a costa de hablar de Él en términos masculinos, hemos terminando proyectando una imagen masculina de Dios
Recuerdo también que, hace dos o tres años, estaba yo en San Salvador dando un curso de Teología Feminista en el Centro Monseñor Romero, y lo primero que hicimos fue hacer un sondeo de la experiencia que las mujeres tenían de sí mismas: como se vivenciaban y cómo vivían su ser mujer. Al querer sondear su vivencia de mujer una de las preguntas que les hacían los entrevistadores (la mayoría seminaristas y novicios de diversas congregaciones religiosas) era sí habían deseado en algún momento ser hombres o lo deseaban y por qué. La primera constatación fue que la inmensa mayoría de las mujeres encuestadas, contestaron afirmativamente por razones obvias sociales, familiares, económicas, culturales etc., pero lo que constituyó una sorpresa y nos dio mucho que pensar y hablar fue el número tan alto de mujeres que contestaron que querían ser hombres porque "Dios era hombre"..
Es cierto que no existe ningún tratado teológico actual serio, que afirme  que Dios es hombre, esto es sexuado. Pero, sí se verifica la existencia de un tipo de discurso que, fundamentando la revelación de Dios como Abba, y desde una cierta comprensión de la antropología teológica, tiende a asociar y/o asocia explícitamente la masculinidad con Dios.
He aquí algunos textos significativos: John McKenzie: "Dios es naturalmente masculino...pero no en el sentido sexuado del término"[12] , del mismo modo Garret Green afirma "Dios no es un hombre, pero el lenguaje apropiado para describirle, para dirigirse a él o para adorarle, a pesar de todo, es la lengua masculina."[13]
Colin Gunton es aún más explícito a asociar la paternidad de Dios con su dominio sobre la creación: "El cristianismo es necesariamente patriarcal en la media en que habla respecto a la realización en el tiempo del dominio escatológico de Dios Padre sobre la creación.¿ Se trata de un autoritarismo?. Sí, en el sentido en que no podemos alterar ese hecho. Es con un Dios así, que tenemos que contar, según creo"[14].
Evely decía en 1965 "Si queréis experimentar vosotros mismos esa impresión de escándalo que en el mundo griego produjeron concretamente aquellas palabras: Verbum caro ,decid despacio: `El Verbo se ha hecho mujer. ¿No sentís qué odioso, qué escandaloso parece eso?"[15].

A esta pregunta de Evely contesto con este texto de Clemente de Alejandría. Parece que en el siglo III no les resultaba tan odiosa ni escandalosa esa afirmación:

"Dios es amor y por amor a nosotros se ha hecho mujer.
El ser inefable del Padre, por compasión hacia nosotros,
se ha hecho madre. Por amor, el Padre, se ha hecho madre"
     (Clemente de Alejandría, +215)[16]

Rosemary Ruether, entre otras muchas teólogas, ha puesto de relieve la interrelación entre la imagen patriarcal de Dios Padre y las posiciones de dominio de los hombres en la vida social y de la continua yuxtaposición del concepto de persona con masculinidad y de este concepto con trascendencia[17]. Hablar de Dios en términos femeninos se vive como atentando contra la trascendencia de Dios. Lo femenino se asocia con el mundo, la naturaleza y por tanto con la inmanencia con lo que se llega a la conclusión de que solo es posible expresar el carácter personal de la trascendencia de Dios a través de metáforas masculinas.
Este razonamiento es el que ha llevado a Mary Daly a la afirmación de su famosa frase "Si Dios es hombre el hombre es Dios. Dios Padre legitima a todos los padres terrenales"[18]
Elizabeth Johnson resalta que el problema no es el lenguaje masculino sino " su exclusividad, en su literalidad."[19]. Esto es lo que de muchas maneras denuncia la Teología Feminista y que, no sólo conduce a una exclusión de la mitad de los seres humanos (criados por Dios) de la posibilidad de reflejar la imagen de Dios, negando a la mujer su carácter de "imagen y semejanza", sino que termina haciendo de El un ídolo al identificarlo con una parte de la creación y con la mitad de la humanidad.
Y llegamos en este momento a una pregunta central:

2- ¿PODEMOS SEGUIR NOMBRANDO A DIOS COMO PADRE?.

            Quizá no hay una imagen de Dios mas rica y más repetida en los textos bíblicos, en la tradición cristiana y que al mismo tiempo sea más ambigua y compleja que la de Dios "como padre".
Por un lado, nos encontramos una realidad sociológica actual, donde cada vez más se proclama y se vive un cambio radical en las relaciones y comportamientos familiares, que va dejando obsoleto un concepto  tradicional de autoridad paterna (la figura del padre vinculado al poder, autoridad que exige obediencia y sumisión) y unas estructuras familiares jerarquizadas al estilo tradicional.[20]
            Ya hace años que el psicoanálisis proclamó la muerte del Dios Padre, "que todo lo sabe", "todo lo puede" y "de todo nos protege", como requisito para superar una religión infantil (donde todo intento de autonomía y libertad por parte de los creyentes era leída como rebelión) y de pura proyección compensadora.[21]
Uno de los temas más controvertidos en la Psicología religiosa evolutiva y Psicología religiosa social es el del "origen" de las representaciones religiosas sobre la divinidad y la influencia de las experiencias parentales en la elaboración de la imagen de Dios.
Desde la interpretación de pura proyección que hace Freud hasta hoy, se ha matizado mucho y se trabaja en investigaciones amplias para verificar en qué medida, (en las religiones occidentales monoteístas, que identifican la divinidad con imágenes personales y familiares) la experiencia tenida de los propios padres influye en la imagen de Dios. Quizá una de las aportaciones mas iluminadoras es la de Antoine Vergote que, después de una amplia investigación, concluye que las imágenes de Dios parentales no se identifican sin más con la experiencia personal del sujeto en relación a los propios padres.
Junto a los propios padres reales y la experiencia tenida de ellos, están dentro de cada sujeto los "padres imaginados" y la imagen familiar que cada cultura objetiva en torno a estas figuras. Por ello hablará de "imagen recuerdo", que tiene que ver con la experiencia real, e "imagen-símbolo", que expresa el estereotipo idealizado de las figuras parentales. Llega a la conclusión de que, de alguna manera, en las religiones personales occidentales, se puede dar a las figuras parentales el valor de "matriz simbólica". Él habla no de proyección , ni de trasferencia sino de la elaboración de las imágenes de Dios como "evocación simbólica" o "simbolización expresiva" de las figuras de madre y padre..[22]
Este dato está verificado por la experiencia clínica de muy diversas maneras. La experiencia de los propios padres y su valor simbólico está coloreando la evocación de Dios como Padre-Madre, muchas veces de modo muy oculto e inconsciente. Una es la imagen de Dios que se expresa con palabras, la que uno cree tener, y otra la que anida en las entrañas, sin traspasar el umbral de la consciencia, pero funcionando en la persona. Los ejemplos podrían ser incontables.

Pero ha sido sobre todo la Teología Feminista la que, en estos últimos 25 años, ha puesto el dedo sobre la llaga. Ha hecho una profunda crítica a la imagen tradicional de Dios como Padre y ha puesto de relieve las consecuencias teológicas, antropológicas y sociopolíticas de esta imagen, resaltando su influencia en la configuración de las estructuras sociopolíticas y eclesiales de nuestro mundo y la situación de la mujer a lo largo de los siglos hasta nuestros días.

            En este año, próxima ya  la celebración cristiana del jubileo, dedicado a Dios Padre, me ha sorprendido, en la proliferación de publicaciones y conferencias en nuestro país en torno a "Dios Padre", la ausencia de estudios que recojan, con seriedad y con una cierta hondura, la reflexión crítica de la Teología feminista sobre el tema".[23] y la no incorporación, en los títulos de los libros, de la maternidad de Dios.


            Aprovechando que los organizadores de este encuentro me han ofrecido un título inclusivo para hablar de Dios, voy a dedicar una parte de mi exposición a recoger algunos de los análisis críticos y aportaciones de esta Teología a la imagen de Dios, (aún sabiendo que éste no es el objetivo de esta conferencia), como mi pequeña aportación a este silencio, que para mí no deja de ser sospechoso, para que una vez más la palabra de las mujeres no sea silenciada.[24]. 

3- ¿PODEMOS NOMBRAR A DIOS CON LENGUAJE FEMENINO IGUAL QUE MASCULINO?

            Después de todo lo dicho hasta aquí habría que concluir que, ya que arriesgamos a hablar de Dios en metáforas fundamentalmente humanas, parece obvio que, dado que los seres humanos somos masculinos y femeninos, creados a imagen de Dios ambos, no debería haber ningún problema en nombrar a Dios en femenino. ¡Pero no es así!. Cuando arriesgamos a hacerlo se produce una conmoción como si algo fundamental estuviese derrumbándose.
            La sorpresa saltó al público cuando en 1978 Juan Pablo I, en uno de sus encuentros dominicales con los que estaban en la plaza de San Pedro para rezar el Ángelus , después de citar el texto de Isaías "Puede una madre olvidarse del hijo de sus entrañas? Pues aunque ella se olvide, yo no te olvidaré" (Is 49,15) dijo estas palabras: " Dios es Padre, más aún, es Madre. No quiere nuestro mal solo quiere hacernos bien a sus hijos. Si por desgracia uno está enfermo, posee título mayor para ser amado de la madre" [25]. Santiago del Cura recoge la reacción de sorpresa que estas palabras produjeron con un dato anecdótico pero expresivo " La reacción de sorpresa no se hizo esperar, tanto que el día siguiente un periódico romano publicaba una viñeta humorística, en la que el buen y sonriente Papa Luciani aparecía hablando de Dios como Madre, mientras que por encima de él, el Padre eterno, con larga barba, ceño fruncido y cara adusta contemplaba entre sorprendido e indignado a su más alto representante en la tierra: ¡hasta aquí podíamos llegar, que en las mimas esferas vaticanas se abrieran las puertas a semejantes ambigüedades sobre la identidad de Dios"[26]
            Es cierto que una larga tradición de lenguaje masculino hace extraño incluso resuena estridente las formulaciones referentes a Dios en femenino, pero no es sólo eso. Es que las metáforas femeninas ponen al descubierto el lenguaje sexual sobre Dios. Cuando hablamos de Dios no lo hacemos en género neutro, como no lo hacemos cuando hablamos de los seres humanos, que no somos de género neutro. "El lenguaje tradicional sobre Dios no es asexuado; al contrario es masculino"[27]. La sexualidad femenina produce temor y fascinación; además ésta ha sido tradicionalmente degradada y la divinidad en femenino vinculada, en la tradición judeo cristiana, a la idolatría, a las diosas cananeas de la fecundidad.
            Janet Morley, una teóloga británica, comenta que muchas imágenes naturales se utilizan para hablar de Dios (luz, sol, roca, mar, viento etc.) mientras que rara vez si es que se hace alguna, se habla de Dios como madre, esposa, hermana, partera y se pregunta: "Objetos no humanos pueden simbolizar la gloria de Dios, pero ¿debemos concluir, dada su casi universal ausencia, que el ser humano femenino no puede hacerlo?"[28]
            Virginia Mollenkott, reivindica el derecho a hablar de Dios indistintamente en masculino o femenino y se expresa así " Podemos referirnos a ese , a esa Relacionalidad Absoluta, como El, Ella o Ello, porque ese relaciona a todos y a todo. Ese es un Dios celoso...celosa...que quiere ser reconocido/a en todo lugar, en todo ser y en todas las cosas"[29]
Por qué, decir Dios y no Diosa, sin necesariamente entender lo femenino como idolatría y la masculino no?. ¿Por qué podemos hablar de un Padre con entrañas maternales y no podemos decir una Madre?.
En esta intervención voy a correr el riesgo de utilizar unas veces indistintamente el masculino o femenino (madre o padre, el o ella)  y otras el conjunto Madre/Padre ,ya que no tenemos una palabra inclusiva que lo exprese. Aún no arriesgo a hablar de Dios/a por la consciencia de la disonancia que provoca.
Intentaré hablar de Dios Made-Padre sin reforzar los estereotipos tanto masculinos/femeninos como los roles culturales materno/paterno. Ni siquiera voy a describir que "es lo materno" o "lo paterno". Quiero expresar con ello, que a excepción del embarazo, parto y lactancia que, hoy por hoy, son experiencias maternas, todo lo demás es, en sí mismo, intercambiable y la praxis, felizmente, empieza ya a verificarlo, en pocos casos pero significativos. El bebé necesita para sobrevivir no solo física sino psíquicamente sano: seguridad, confianza básica, ternura, cuidados, caricias, atención de alguien que con cierta continuidad se lo proporcione, pero ¿por qué tiene que ser la madre y no el padre?. Algunas de las investigaciones recientes más bien confirman que "la parentalidad única y exclusiva es mala tanto para la madre como para el niño"[30] ¿Porqué llamarle cuidados maternales y no parentales- esto es de cualquiera de los dos-?

II- TEOLOGÍA FEMINISTA E IMAGEN DE DIOS PADRE-MADRE.

            La experiencia de las mujeres, de la que parte la Teología feminista para hablar de Dios, es una vivencia multisecular de silenciamiento, invisibilidad socio-política y religiosa, marginación, devaluación de su ser de mujer, pobreza y sometimiento .De ahí que su "nueva" experiencia de Dios se va convirtiendo cada vez mas en una crítica de la imagen de Dios introyectada y el redescubrimiento experiencial de una nueva imagen de Dios como Dios/a de liberación, de inclusión, de amor, de autovaloración y "empoderamiento"[31] de sus personas. Una experiencia de Dios/a vinculada con la defensa de toda vida ( por insignificante que sea), con  la cotidianidad, la tierra la ecología y al tiempo la experiencia de su misterio y trascendencia.

1- CRÍTICAS A LA IMAGEN DE UN DIOS "PADRE PATRIARCAL".

            El problema de la imagen masculina de Dios no es un tema trivial que se soluciona "feminizando" su rostro. No es un tema de lingüística, sino que ha de entenderse que esa imagen masculina de Dios es "una desviación ideológica que refleja la sociología de las sociedades patriarcales, en las que se ha utilizado la imagen de Dios como elemento capital para reforzar la estructura del régimen patriarcal[32]. en gran parte a partir de la famosa frase de Pablo en la carta a los corintios: "Quiero que sepáis, sin embargo, que Cristo es cabeza de cada hombre, el hombre es cabeza de la mujer y Dios cabeza de Cristo" (1Co, 11,3)

            Las críticas de la Teología feminista a la imagen de Dios Padre[33] pueden sintetizarse en las siguientes:
- El hecho de privilegiar la denominación de Padre, sobre otros múltiples nombres e imágenes para hablar de Dios, hace más urgente la revisión del contenido dado a este nombre, pues una determinada manera de hablar de Dios Padre, dominantemente trasmitida por la tradición judeo cristiana, ha venido en muchos casos ha reforzar actitudes de infantilismo y ha impedir la madurez, la responsabilidad y autonomía moral [34]
- La imagen de Dios trasmitida, es una imagen unilateralmente masculina y androcéntrica, que ha terminado por transformar a Dios en un ídolo patriarcal.
- Esto ha supuesto la supresión de imágenes femeninas de la divinidad presentes en otros pueblos [35] y en la misma tradición bíblica. [36]
- Supone también la injusticia de negar a las mujeres la parte que les corresponde en la semejanza de Dios de la que ellas son portadoras.
- Una configuración de la teología sobre Dios Padre que ha subrayado  los  componentes autoritarios y de poder y su  consiguiente repercusión en la espiritualidad filial en la que se ha valorado más la obediencia que la solidaridad, la pasividad que la actividad, la humildad que la justicia , el temor más que el amor [37]

Este hecho ha tenido y sigue teniendo graves consecuencias.
.          Carol Christ [38], destacada feminista que reivindica el culto a la Diosa, se pregunta por las consecuencias políticas y sicológicas que este culto tiene en las vidas de las mujeres cuya experiencia espiritual ha estado centrada en el Dios masculino del judaísmo y cristianismo.
Antes de contestar recurre al antropólogo Clifford Geertz [39]para explicar la               importancia de los símbolos y los ritos religiosos en las vida humana.
Los símbolos religiosos dan forma a los ethos culturales, definiendo los valores mas profundos de una sociedad y de los miembros de ella. "La religión, es un sistema de símbolos que actúa con el objeto de producir motivaciones y disposiciones de ánimo poderosas , penetrantes y duraderas en los miembros de una cultura dada."[40]. Los símbolos tienen consecuencias psicológicas y políticas debido a que crean las condiciones interiores (actitudes y sentimientos profundos) que llevan a las personas a aceptar o sentirse cómodas dentro de las organizaciones sociales y políticas que corresponden al sistema simbólico.[41]
El poder del símbolo no depende de su aceptación racional porque éste también actúa en niveles de la psique distintos del nivel racional.  La mente aborrece el vacío. Los sistemas simbólicos no pueden ser rechazados, tienen que ser reemplazados. Donde no hay reemplazo, la mente volverán en momentos de crisis, frustración o derrota a las estructuras mentales habituales.
Después de esta aproximación al poder modelador de los símbolos religiosos afirma: "Las religiones centradas en la adoración de un dios masculino crean "disposiciones de  ánimo" y "motivaciones" que mantiene a las mujeres en estado de dependencia psicológica de los hombres y de la autoridad masculina y a la vez legitiman la autoridad política y social de los padres e hijos en las instituciones sociales. Los sistemas simbólicos religiosos centrados exclusivamente en imágenes masculinas de la divinidad crean la impresión de que el poder de las mujeres jamás podrá ser totalmente legítimo o benéfico [...] su disposición de ánimo es de confianza en el poder salvífico masculino y de desconfianza en el poder femenino, en ella misma y en las demás mujeres, considerándolo inferior y peligroso. Esa disposición de ánimo tan poderosa penetrante y duradera, no puede dejar de convertirse en una motivación que se torna en realidad social y política"[42].

            Esta larga cita recoge en gran parte las principales consecuencias negativas que la Teología Feminista pone de relieve en la deformación de la imagen de Dios:.
- Con relación a Dios  ha quedado convertido en un ídolo, negándole  a su ser la mitad de la humanidad y la totalidad de la realidad; convirtiendo la metáfora padre en una descripción del ser de Dios Padre al estilo patriarcal. Dorothee Sölle lo expresaba así, ya en 1981: "¿Por qué veneran los hombres a un Dios que tiene en el poder su máxima cualidad, en la sumisión su supremo interés y en la igualdad de derechos la causa de sus temores[...]¿Por qué tenemos que honrar y amar a un ser que no trasciende sino corrobora el nivel ético de la cultura actual, configurada por el varón"[43]
- Ha desfigurado la antropología cristiana que no ha elaborado la igualdad fundamental hombre mujer como "imagen de Dios". Según la tan traída y llevada frase de Pablo: "El hombre no debe cubrirse la cabeza pues es imagen y reflejo de Dios; pero la mujer es imagen del hombre".(1Cor 11,7)
Esta perspectiva ha colaborado en el hecho de que la mujer hasta hace poco se haya visto alienada de sí misma, y excluida no sólo de poder ejercer cargos de gobierno y responsabilidad sociopolíticas y eclesiales sino que le ha impedido sentirse que su ser de mujer está vinculado a la divinidad. La invisibilidad de la Diosa en las religiones monoteístas ha colaborado en la invisibilidad de las mujeres que además sienten que su ser de mujer no puede adquirir la categoría de lo divino.
Esta antropología teológica justificadora del predominio y superioridad  del varón sobre la mujer no es ajena, no sólo a las injustas estructuras sociales y eclesiales justificadoras de las relaciones de sumisión y paternalismo, sino que tampoco es ajena, tanto a la violencia ejercida contra las mujeres por parte de sus maridos o parejas porque "no obedecen" a sus mandatos, cuanto a la actual feminización de la pobreza.
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- En la realidad socio-política-religiosa ha legitimado teológicamente el predominio del varón sobre la mujer. Como denuncia Jürgen Moltmann " la adoración religiosa de Dios como  Padre y Señor ha legitimado tanto la autoridad paterna en la familia y el estado, como la de los sacerdotes varones en la religión"[44].
El hombre es la cabeza de la mujer y ésta le debe obediencia y sumisión. El binomio hombre poder - mujer sumisión, simbolizados en la imagen de Dios padre patriarcal están tan profundamente arraigados, que se experimenten incluso como revelación divina.
Con relación al varón, como dice Mary Daly "Si Dios es varón el varón es Dios", y lo malo es que muchos se lo han creído y se han sentido - algunos aún se sienten- superiores, más valiosos, más capaces, más poderosos etc. Se han (y los hemos) engrandecido de un modo falso y al tiempo esto ha provocado su real empequeñecimiento, negándoles y negándose cualidades, valores, actitudes fundamentales para la vida, pero que "socialmente" no son consideradas "masculinas" sino "femeninas" y por tanto valoradas negativamente en los varones
La subordinación de la mujer en el orden social y legal se ve refleja en el puesto subordinado que también se le asigna en el culto [45].

No podemos ignorar estas críticas a la imagen de Dios "padre patriarcal" que pone sobre el tapete realidades duras, injustas y  profundamente cuestionadoras para la vida religiosa tanto femenina como masculina. "La opción preferencial por los pobres", que con tanta urgencia marca la vocación religiosa, debe desenmascarar que debajo de ese enunciado hay escalones y el último se corresponde con el de mujer, negra o indígena, con hijos a su cargo. Ivone Gebara afirma que la opción por los pobres es prioritariamente una opción por la mujer pobre.[46]

Un mundo donde la conciencia de la igualdad fundamental de todos los seres humanos va tomando carta de ciudadanía y a la que de un modo especial son sensibles los jóvenes, reclama nuevas metáforas, lenguajes y expresiones de Dios inclusivas, pues es éste un hecho profundamente modelador de la realidad, que no se puede minimizar como un simple tema lingüístico.


2- APORTACIONES DE LA TEOLOGÍA FEMINISTA [47] A LA IMAGEN DE DIOS PADRE-MADRE.

Quizá la afirmación mas compartida por las teólogas feministas es la de la urgencia de recrear nuevos símbolos y metáforas para hablar de Dios como origen de la vida. Símbolos e imágenes capaces de conectar con los profundos cambios de nuestra mundo y su nueva sensibilidad y que al tiempo hagan más justicia a Dios, no empequeñeciéndolo y aislándolo de la mitad de la humanidad y de toda la realidad.

Dorothee Sölle siguiendo al maestro Eckar lo expresa así: " es mediante imágenes como hemos de derrumbar a los ídolos". En este sentido utilizar, para hablar de nuestra relación con Dios, las imágenes Padre-Madre no serían más que una invitación a seguir buscando infinitos nombres a Dios, como los amantes nunca se cansan de inventar nuevos nombres a las personas queridas. Esos nombres no tienen carácter definitorio sino comunicativo[48]. Ella expresa con claridad la consciencia creciente de que es necesario romper la opresión del lenguaje y y desarrollar creatividad para nombrarle, invocarle:

 "El patriarcado, en su manera de hablar de Dios, yerra en cuanto a la trascendencia de Dios...Si a Dios se le llama únicamente <<él>>, entonces se concibe a Dios como muy pequeño. Lo que propiamente hay que enunciar, no puede decirse  realmente en un lenguaje sexista, que hace caso omiso de la mitad de los seres humanos [...][49]
"Por eso, le pido a Dios, a mi madre, que me haga libre del Dios masculino; así entiendo, hoy , a Eckhart [50]

            Dentro de la gran riqueza y variedad de aportaciones en torno a la imagen de Dios podríamos distinguir tres corrientes significativas:

A)    Las que afirman que la Divinidad es femenina.
B)    Las que afirman que la imagen de Dios debe reflejar la realidad masculina y femenina.
C)    Las que prefieren utilizar múltiples nombres e imágenes para hablar de Dios y se centran en la categoría "relación".

A)    Las que afirman que la Divinidad es femenina.

Aquí se sitúan un grupo de mujeres teólogas, sociólogas, arqueólogas...que de una u otra manera han renunciado a recuperar la imagen de Dios Padre por considerarla definitivamente corrompida por las estructuras y esquemas patriarcales. Han decido no tanto atacar las religiones patriarcales cuanto abandonarlas para buscar en otras tradiciones religiosas antiguas una referencia de la Divinidad que les sea válida.
Intentan buscar un camino religioso para nombrar lo divino elaborando un discurso post-cristiano y post-bíblico. Una de las mas conocida por la radicalidad de sus posiciones es Mary Dally [51] quien en una de sus conferencias más famosas hizo afirmaciones ya tan conocidas y radicales como: "Todas las principales religiones del mundo se encargan de legitimar al patriarcado". "Los mitos y símbolos del cristianismo son esencialmente sexistas. Puesto que "Dios" es hombre, el hombre es Dios"[52]
Debajo de esta corriente hay un movimiento amplio y ecléctico que tienen en común la necesidad de reivindicar la " Diosa" como expresión de la divinidad o sencillamente "lo divino"
El movimiento podría denominarse :¡La vuelta a la Diosa !.
En 1983 Rosemary Ruether ya hacía la afirmación siguiente: "Las evidencias arqueológicas nos llevan a concluir que la imágenes más antigua de lo divino era femenina. De los tiempos del Paleolítico hasta el Neolítico, y en los comienzos de la civilización antigua, encontramos una extensa difusión de la imagen de la Diosa, sin una figura masculina a la que se le rindiera culto. James, en su clásico libro "The Cult of the Mother Goddess, cita a Mallowan, quien asevera que "el culto de la madre diosa es sin duda una de las religiones más antiguas y de más larga supervivencia en la actualidad"[53].
Desde entonces investigaciones realizadas, sobre todo por arqueólogas feministas, no han hecho más que confirmar y ampliar esta afirmación.[54] La Gran Madre, que recibe distintos nombres en las diversas civilizaciones,[55] ha sido la primera divinidad adorada allá por los años 30.000-25.000 a.c. como la creadora de vida, la "Matriz primordial", el gran útero, dentro del cual se generó todo lo que existe (dioses y humanos, cielo y tierra). Es la fuerza circundante de la nueva vida que rodea el mundo y asegura su continuidad.
Desde nuestro monoteísmo masculino nos cuesta reconocer que la primera divinidad era femenina con las consecuencias que ese hecho tuvo para el rol femenino y la estructuración social [56].
Varias investigaciones arqueológicas, que ponen de relieve el papel preponderante jugado por las mujeres en las religiones de la Gran Madre o de la Diosa, eso, junto al desencanto de muchas mujeres ante la dificultad de las grandes religiones monoteístas para asumir una imagen de Dios "omni-inclusiva" y modificar  la situación de la mujer en ellas, explica, en parte, la fuerza con la que un número creciente de teólogas feministas y de mujeres religiosas abandonen el cristianismo  y vuelven a reivindicar la vuelta al culto a la Diosa [57] .
Algunas de la teólogas que mas años llevan dedicas a investigar y cultivar el culto a la Diosa son: Carol Christ; "[58] Elga Sorge [59] y Christa Mulack[60]

B) Las que afirman que la imagen de Dios debe reflejar la realidad masculina y femenina.

Es quizá la más asumida y generalizada. Incluso son muchos, ya, los teólogos que la integran en su concepción de Dios, [61] pero, no siempre criticando lo que de androcéntrico y patriarcal contiene introyectada la denominación de Dios. En la formulación que estamos analizando se trataría de decir que Dios es un "Padre-Maternal" o "Una Madre" [62] o "un Dios Padre-Madre. Es esta la corriente más conocida y no voy a extenderme en ella.
            Sólo haré una breve aproximación a dos teólogas representativas, entre otras muchas.

Virginia Mollenkott [63]. Su preocupación es utilizar un lenguaje inclusivo sobre Dios, esto es, un lenguaje que incluya imágenes masculinas y femeninas para traspasar la unilateralidad común a la teología clásica.
Su obra se desenvuelve a partir de la constatación de los atributos femeninos de Dios mencionados en los textos bíblicos. Intenta representar a Dios con rasgos femeninos, sin que esto ponga en causa su masculinidad. Su objetivo es encontrar imágenes femeninas que compensen la masculinidad. La lógica fundamental permanece en la "existencia" de una faceta masculina y otra femenina en Dios.
El problema que suscita este modo de proceder es el peligro de transformar a Dios en una mera proyección. Proyectar una figura femenina en un Dios ya suficientemente representado como masculino.
Esta proyección consiste en una transposición a Dios de los clichés asociados, normalmente con el hombre y la mujer. Las imágenes masculinas de Dios lo representan como trascendente, absoluto, y las femeninas como próximo, inmanente, físico, como una madre de acuerdo con los modelos convencionales.
Virginia presupone la existencia de una analogía recíproca entre el ser humano y Dios.

Elisabeth Moltmann-Wendel tiene también una preocupación encontrar un lenguaje que valore la dimensión masculina y la dimensión femenina de Dios igualmente. Su interés es recuperar la totalidad perdida en Dios. ¿Cómo puede la teología recuperar la comprensión de la totalidad de Dios y del ser humano?[64].
El concepto de "totalidad"[65] supone reintegrar las dos mitades del ser humano, su dimensión masculina y femenina. Tiene también un significado social. Se trata de  la integración de las diversas dimensiones de la vida y de las personas determinadas habitualmente a través de los prototipos masculinos y femeninos Para conseguir esa totalidad Elisabeth recurre a utilizar imágenes femeninas de Dios en la Biblia (Sabiduria y Shekinah) para contrarrestar las masculinas, pero expresa claramente no querer renunciar al nombre de Dios como Padre..

El problema es el mismo, que ya vimos en Virginia, el riesgo de reducir las imágenes utilizadas para hablar de Dios a una proyección de ideas hechas acerca de lo masculino y lo femenino. El problema es asimilar características femeninas y masculinas a la propia realidad de Dios, aunque el objetivo sea una representación global  de Dios.

C) Las que prefieren utilizar múltiples nombres e imágenes para hablar de Dios y se centran en la categoría "relación"

            Es cada vez más numeroso el número de teólogas que sitúan aquí su acento. Común a todas ellas es afirmar la necesidad y el interés de utilizar imágenes femeninas para hablar de Dios, pero no exclusivamente femeninas.
            Haré una breve aproximación a algunas de las aportaciones que considero más significativas.

            Rosemary R. Ruether defiende la necesidad de investigar las raíces de la formación de la imagen masculina de Dios. Su investigación le lleva a las religiones anteriores al monoteísmo patriarcal, religiones en las que la "Diosa constituía la imagen predominante de lo divino" [66]. En su perspectiva la imagen más antigua para describir a la divinidad es la imagen femenina. Después de estudiar la concepción de la Diosa en el Antiguo Cercano Oriente llega a la conclusión de que una religión centrada en la diosa es el reverso de la religión patriarcal Específicamente, el concepto complementario de "género" no se encuentra en los mitos antiguos. La diosa y el dios son imágenes equivalentes de la divinidad no complementarias. La división de género no es la metáfora principal que se usa para imaginar la dialéctica de la existencia humana."[67].
            Es más, las imágenes femeninas de la divinidad son imágenes de lo divino, no son rostros "femeninos" de la divinidad por oposición a un rostro masculino. La Diosa despliega toda la plenitud del poder divino en una imagen femenina. No es la expresión de "lo femenino" estereotipado. [68].
            Ella no aboga por una imagen de la divinidad exclusivamente femenina, pues estaríamos de nuevo ante un modo idolátrico de hablar de Dios.
Lo más interesante de su aportación consiste en poner de relieve que, cualquier forma de representar la divinidad que constituya una exaltación de las cualidades femeninas y masculinas, no pasa de ser una visión que supone dos caras de una misma moneda, es una visión dualista.
Rosemary avanza en una distinción central en el discurso teológico feminista  acerca de Dios: de lo que se trata dice es de una representación equivalente y no complementaria de las imágenes femeninas y masculinas de Dios.  
Con esta aportación Rosemary intenta evitar dos problemas teológicos: atribuir cualidades femeninas a Dios, siendo que estas son consideradas subalternas en relación al dominio patriarcal y reforzar los estereotipos masculinos y femeninos elevados al nivel del discurso sobre Dios"[69].
Para ella, introducir en Dios los estereotipos de género, es afirmar el dualismo en Dios.
Utiliza un lenguaje inclusivo para referirse a Dios -God/ess (Dios/Diosa) y su preocupación es traspasar las imágenes femeninas y masculinas de Dios para intentar representarlo de una manera equivalente. Es Dios/Diosa libertador/a, fuente del ser, creador/a de una nueva humanidad, esto es de relaciones renovadas que se revela contra la sociedad jerárquica patriarcal.[70]
Su aportación de inclusividad está en la propuesta de hablar de "Dios/a de un modo que esté más allá de la masculinidad y la feminidad. Un Dios/a que restaure a hombres y mujeres en su plena humanidad [...] y nos muestre a la vez lo masculino y lo femenino, nos hace dirigir la mirada hacia una humanidad nueva aún por realizar"[71]
Aboga también por una ruptura de dualismos entre el Dios/a del exódo, que nos pone en camino hacia la liberación y el Dios/a Madre, como Matriz fundante, fuente y base de nuestro ser, como símbolo de nuestras raíces, del sentido de estar cimentado en el universo a través de quienes nos han precedido, de quienes subyacen a nuestra existencia. Las dos imágenes se complementan no se excluyen.[72].

Elizabeth Johnson  también reflexiona sobre  la adecuación del recurso de las imágenes masculinas y femeninas para hablar de Dios. Pero sobre todo pone de relieve la desemejanza entre nuestro discurso y su realidad "el misterio sagrado de Dios está más allá de todo lo que podamos imaginar"[73] Su misterio trasciende y sobrepasa todas las imágenes.
Con todo Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza. El es el origen de la perfección de ambos, "tanto uno como otro pueden ser utilizadas como metáforas para apuntar el misterio divino". [74] Por tanto  la posibilidad de enunciar Dios en femenino deriva de la propia creación de la mujer a imagen de Dios., "Si Dios no pudiese ser representado por lo femenino, eso significaría que Dios se identifica con lo masculino. Si ese fuese el caso, Dios dejaría de ser Dios"[75].
Las imágenes femeninas acerca de Dios "rompen la fijación idolátrica de  una única imagen al afirmar la verdad del misterio de Dios"[76]
Elizabeth hace una crítica de las teologías que hablan de rasgos o de "dimensiones femeninas de Dios". "Las imágenes y los nombres de Dios no tienen como objetivo la identificación apenas de una "parte" del misterio divino, como si eso fuese posible. Por lo contrario, ellas evocan la totalidad de Dios"[77]. La totalidad no entendida como Christa Mulack como la suma de lo masculino y femenino, sino como la totalidad del misterio de Dios. Defiende también un lenguaje inclusivo para hablar de Dios utilizando imágenes femeninas y. masculinas de un modo equivalente. Le gusta utilizar la expresión "Aquella que es" como glosa femenina a la definición tomista de Dios. Dios como el único ser cuya esencia es existir, cuya naturaleza es ser[78]. Es su contribución en la afirmación de un Dios que es totalmente diferente al mundo.
Dios no se identifica con ninguna representación pero tampoco es el innombrable. El mundo existe en relación con el , en cuanto fuente de todo el ser. Por eso todo lo que existe apunta hacia quien le dio la existencia. Pero no hay nada en el mundo que se identifique con el.
El discurso positivo acerca de un Dios que se encarna en el mundo sólo es posible a través de la revelación y, aún así, hay que ser consciente que ésta siempre acontece encarnada y por tanto condicionada.

Dorote Sölle expresa la necesidad de entender de un modo nuevo la relación trascendencia-inmanencia. Para ella se trata de entender la trascendencia de otra manera, no solo de intercambiar pronombres, imágenes y metáforas que ciertamente hay también que hacer. ¿Es posible entender la trascendencia sin vincularla al poder, saber, al dominio, la fuerza, la separación, el señorío?. ¿No podemos intuir una trascendencia vinculada al entramado de la vida, a la cotidianidad, al abajo, al servicio, al cuidado, al no poder?.
¿Será posible entender la relación con Dios que no sea sumisión, obediencia, dependencia jerarquizada tal como se vive en nuestras sociedades patriarcales y androcéntricas?. ¿Acaso no tenemos experiencia de dependencias, vinculaciones profundas que en vez de esclavizarnos, deshumanizarnos, empequeñecernos nos devuelven lo mejor de nosotros mismos?. Nada hay mas liberador y al tiempo mas vinculante y dependiente que el amor. El amor que nos hace libres y autónom@s. No se trata de reivindicar la liberación de toda dependencia de Dios sino de una dependencia jerarquizada, que infantiliza y genera relaciones de sumisión de la mujer al varón, del siervo a su señor, de los hijos a los padres.[79]

Por último dedicaré una especial atención a Sallie Mc Fague, porque considero que hace propuesta especialmente significativa para nuestro mundo, y por su modo y originalidad al tratar de presentar nuevas metáforas para nombrar a Dios.
Hace un balance crítico sobre la religión de la Diosa considerándola también una forma de idolatría. Dice, parafraseando a Mary Daly: "Si la diosa es mujer, entonces la mujer es divina". La solución para una religión patriarcal no está en la elevar a condición divina las cualidades femeninas, estereotipadas, bien por la biología, bien culturalmente. Sin embargo como grito en el desierto de la religión patriarcal, el culto a la diosa permite que otros puedan ver de una forma diferente. El cambio de un modelo patriarcal a un modelo matriarcal levanta la posibilidad de "introducir el aspecto femenino en las relaciones divino humanas."[80]
Sallie se ocupa de dos dimensiones del problema: el del pensamiento metafórico y el de la relación de Dios con el mundo. Al preguntarse si hay una metáfora raíz en el cristianismo para hablar de Dios contesta que la metáfora "relación".
"El hecho de ser, por naturaleza, seres relacionales significa, no solo que nuestra forma de conocer es relacional, sino también que es la relación y no la sustancia lo que nos define como seres.
Significa esto, en lo que toca a nuestro conocimiento de Dios que sólo conocemos nuestra relación con Dios. Su naturaleza no la conocemos. Esto no quiere decir que Dios no existe en si, sino que nuestras imágenes de Dios se refieren a nuestra relación con Él y no a Dios en sí mismo"[81]. Las metáforas describen las relaciones, no las substancias.[82]
Según esto "la metáfora raíz", "el modelo de los modelos" lo expresa asi:" todo lo que es, es en relación con Dios"[83]. Somos constituidos como seres en relación (ontológica y cognoscitiva). Esta relación constituye la metáfora raíz, sin la cual el cristianismo perdería su identidad.
Tanta legitimidad tiene entonces una teología que utilice la metáfora madre como padre, si se comprende que la "maternidad" y "paternidad" son formas de apuntar la relación que Dios tiene con nosotros [84].
Otra consecuencia es que son necesarios muchos modelos para poder expresar la riqueza de la relación divino-humana [85]. Una perspectiva relacional no puede absolutizar ningún modelo, ni femenino, ni masculino, ni parental, ni personal, o impersonal.[86]

"La metáfora tiene siempre un carácter de <<es>>  y <<no es>>: se hace una afirmación, pero más como plausibilidad que como definición. Afirmar que <<Dios es madre>> no es definir a Dios madre ni pretender establecer la identidad entre los términos Dios y madre, sino sugerir lo que no somos capaces de decir de otro modo- en relación a Dios- a través de la metáfora de la madre.[...] Hablar de Dios como madre es invitarnos a considerar algunas cualidades asociadas a la maternidad como forma parcial, pero iluminadora, de hablar de ciertos aspectos de nuestra relación con Dios. Supone también que puede haber otras muchas metáforas, también cuadrículas o retículas parciales, pero igualmente iluminadoras."[87]

Añade Sallie algunos criterios: un modelo nuevo tiene que ser compatible con la tradición teológica global y con la realidad humana, tiene que reflejar e iluminar la experiencia humana de ese momento histórico..
El modelo de relación que defiende, para expresar algo de Dios es el de "interdependencia mutua"

"El lenguaje apropiado para nuestra época, en el sentido de que es acorde con el paradigma de realidad con que actualmente vivimos, debería alentar unas formas de comprender las relaciones Dios-mundo y ser humano-mundo abiertas, solícitas, inclusivas, interdependientes, cambiantes, recíprocas y creativas"[88]
En su  obra "Modelos de Dios" lo que le preocupa es preguntarse por la contribución del cristianismo para la construcción de un mundo que camina hacia la catástrofe ecológica [89].
¿Es posible una forma de hablar de Dios que se tome en serio tanto las preocupaciones centrales del Nuevo Testamento como las de la sensibilidad moderna?.

Nosotros esta tarde nos preguntamos ¿es posible hablar de Dios de tal modo que despierte en nuestros jóvenes  el deseo de conocerle, acogerle, dejarle ser Dios en ellos y sentirse seducidos por su rostro materno-paterno e invitados a vivir como hijos , a construir la fraternidad, y a cuidar de la vida de todo el universo.?

La propuesta que hace Sallie para hablar del rostro de Dios, tiene de fondo la afirmación que el mensaje cristiano tiene una estructura metafórica, se revela en metáforas particularmente en Jesús. Sallie afirma que Jesus mismo es "como una parábola de Dios. él introduce una forma nueva y extraña de estar en el mundo[90]". "Jesús es el lugar a partir del que se puede ver "como Dios actúa con nosotros" [91]
            Opta por una <<cristología parabólica>>[92], una cristología en las parábolas y en Jesús como parábola de la relación de Dios con el mundo.

            La autora pone de relieve que la relación que Jesús estableció con el mundo y con la gente fue una relación "inclusiva, desestabilizadora, y no jerárquica"[93] y centra esa nueva relación con el mundo en las parábolas,la mesa común con los marginados y la muerte en la cruz
"Las parábolas iluminan el aspecto desestabilizador de la buena noticia del cristianismo; la mesa común, su carácter inclusivo; y la muerte en la cruz, su énfasis no jerárquico"[94].

            Igual que Pablo, desde la experiencia personal vivida de “encuentro” con el resucitado, formuló su metáfora del “cuerpo de Cristo” para poner palabra a la relación profunda que a través del bautismo se establece entre Cristo y los bautizados y de éstos entre sí, Sallie McFague  elabora, de un modo  más sistemático, otra metáfora audaz y muy sugerente: “el mundo como cuerpo de Dios. [95]. Es una metáfora arriesgada que ha sido acusada de panteísta, ella la define como "pananteísta".
Si el mundo es “sacramento”- presencia visible- cuerpo de Dios, si el mundo no es algo extraño frente a Dios, sino manifestación y expresión de su mismo ser, es decir, expresión de su encarnación ¿no nos encontraríamos ante una representación de la verdad del mundo y de la relación Dios-mundo especialmente apropiada para interpretar el amor de Dios Madre-Padre?.
En nuestro tiempo ¿no podría ser esta metáfora un reto para una comprensión nueva de la espiritualidad y un modo original de formular la vocación cristiana fundante que  aliente actitudes holísticas de responsabilidad y solicitud hacia todo lo vulnerable y lo oprimido y que además tenga mucho que decir sobre el cuerpo y la naturaleza?. En esta metáfora no habría posibilidad de considerar a Dios sin el mundo y al mundo sin Dios [96].

¿Nos ayudaría quizá esta metáfora a comprender mejor qué significa orar a un Dios "Padre-Madre nuestr@ que estás no solo en el cielo sino también en la tierra?

No es ésta la única imagen que Sallie propone para hablar de Dios en nuestro mundo, como ello lo define "una era ecológica y nuclear. "Sino que arriesga a proponer nuevos modelos para hablar del Dios Trinitario.

Se pregunta por la posibilidad de representar hoy la actividad creadora, salvadora y sustentadora de Dios en relación con el mundo con metáforas que expresen las relaciones humanas mas importantes entre padres e hijos, entre amantes y amigos/as.


3- UN MODELO RELACIONAL PARA HABLAR DE DIOS: "DIOS COMO MADRE, AMANTE Y AMIG@ (Sallie McFague))

Su alternativa es que las imágenes de Dios como madre, amante y amig@ formen juntas "una Trinidad" que exprese el amor imparcial, reconciliador y recíproco entre Dios y el mundo.
Formula la hipótesis siguiente:

"La imagen de Dios como progenitor del mundo representa a Dios como creador/a íntima e imparcialmente preocupado/a por la vida en todas sus manifestaciones y niveles. Dios como progenitor, está del lado de la vida como tal. La vida no es algo extraño a Dios, sino que, como cuerpo de _Dios (que no es idéntico a Dios) es expresión de su mismo ser, del mismo modo que los hijos aunque independientes, son expresión de los padres.[...]
La imagen de Dios como amante del mundo representa a Dios como salvador cuya pasión- a la vez como deseo por el amado y como sufrimiento con él- se orienta a la curación y reunificación de todas las partes del cuerpo. Dios como amante, valora la vida, encuentra el mundo atractivo y valioso, como el/la amante encuentra a su amado/a .
La imagen de Dios como amigo/a  representa a Dios como sustentador/a cuya presencia inmanente es el compañero fiel que trabaja con nosotros para procurar la curación de todas las partes del cuerpo. Dios como amigo/a nos necesita como colaboradores en el proyecto conjunto de extender la plenitud a toda la creación."[97]

Desarrolla con detenimiento cada una de las metáforas de este modelo teniendo como hilo conductor estas tres preguntas:
- ¿Qué forma de amor divino nos sugiere cada una de las metáforas?
- ¿Qué actividad, trabajo les está respectivamente asociado?
- ¿Qué implicaciones se derivan de cada una de ellas respecto a la conducta de los seres humanos?.

Estas tres metáforas expresan tres formas de amor - creador, salvífico- sustentador y tienen en común el deseo de unión, cada una de forma diferente, llama la atención sobre la estrecha relación e interdependencia que existe entre todas las formas de vida.
"El amor creador ( o agape) es el amor de Dios por el ser como tal; es la afirmación de todas las criaturas por el progenitor que da cuerpo a todo lo que es.
El amor salvífico ( o eros) es la manifestación apasionada- la encarnación- del amor divino por nosotros, el amado; y llega hasta los confines del mundo, para que no pueda haber ninguna duda de que lo último y lo más pequeño es aceptado y acogido.
El amor sustentador (o filía) es el amor inmanente, sociable, de Dios , que está siempre con nosotros cuando trabajamos juntos por la plena realización de todos los seres"[98].

Cada forma de amar conlleva unas implicaciones en relación a los creyentes, o una dimensión del discipulado:
            "Justicia (agape), sanación (eros), compañerismo (filía)
Un estilo cristiano de vida modelado por la comprensión de Dios como madre/ padre; amante y amigo/a estaría comprometido en la continuidad imparcial de la vida en sus múltiples formas, en sanar y reunificar todas las dimensiones de la vida y en compartir tanto las necesidades básicas de la vida como sus alegrías"[99].
El amor de Dios como Madre, "agape", expresaría la dimensión simbólica del fundamento del ser apuntando a la cualidad materna de dar la vida, educar, abrazar, sostener y favorecer la independencia de lo que ha sido creado.
Es interesante la revisión que Sallie hace del concepto de Agape vinculando a Eros. Agape y Eros van juntos, existen en equilibrio en la vida humana: dar y recibir como elementos indispensables para madurar en el amor. Si el amor de Dios es Agape, esto conlleva no solo la donación sino el gozo, el placer del deseo de lo creado. Dios como Madre se alegra de que exista la creación: !es bueno que existas¡ pone en boca del amor de Dios Madre.
El amor de agape parental le parece buena metáfora para hablar de Dios:
- Amor que da vida sin esperar nada a cambio, aunque no desdeña una respuesta, pero se alegra que existan l@s hij@s.
- Amor que nutre lo que ha traído a la existencia. Que está pendiente de su crecimiento.
- Amor que desea el crecimiento y la plenitud de todo, de toda vida. De todo lo débil y vulnerable lo mismo que lo fuerte y hermoso. Es un amor inclusivo que reclama justicia para todo lo que existe, todo tienen derecho a ser lo que es.
Dios como Madre con dos funciones básicas la creadora, dadora de vida y la madre, jueza que se encoleriza como una leona cuando se amenaza la vida de sus hijos. " Dios madre se enfada porque lo que procede de su ser y la pertenece carece de las condiciones necesarias para crecer y desarrollarse. La Madre-Diosa está implicada en la economía del universo para asegurar la justa distribución de los bienes y juzga duramente la desigual distribución de los recursos básicos.
La dimensión generativa vinculada a la función de gobierno y de justicia.

Termina el capítulo dedicado a Dios como Madre con estas palabras:
"Imaginamos a Dios como madre y padre, pero nos damos cuenta de cuán inadecuadas son éstas y cualesquiera otras metáforas que traten de expresar el amor creador de Dios, el amor que, sin cálculo ni contrapartida, hace entrega del don del universo. No obstante, hablamos de este amor en un lenguaje que nos es familiar y querido, un lenguaje que hace alusión a la madre y al padre que nos dan la vida, de cuyos cuerpos procedemos y de cuyos cuidados dependemos. Nosotros a nuestra ve, transmitimos esa vida y en este modelo de nacimiento, crecimiento, realización percibimos débilmente un modelo de dar y recibir con el que hablar de Dios como creador. Quizá sea parcial, inadecuado y hasta falso , y tal vez tenga necesidad de otros modelos que lo equilibren; pero incluso esta pizca de sin sentido es también, pienso yo, una expresión iluminadora de una visión cristiana inclusiva de la plena y adecuada realización en una era holística y nuclear"[100]

            Considero que es esta una propuesta que debe ser tenida en cuenta y explorada. Mi experiencia con gente joven es que, cuando la he propuesto, he sido testigo de que cala, remueve emociones, despierta deseos de profundizar en ella, impulsa hacia un mayor compromiso con la vida, con toda vida, (la defensa de la biodiversidad es algo a lo que nuestros jóvenes si están sensibilizados) y de un modo especial la defensa de la dignidad de toda vida humana.
Aunque valoro mucho la formulación de Dios como Padre/Madre creo que es bueno explorar, de un modo especial entre los jóvenes, otras "figuras simbólicas" que evoquen experiencias fundantes, significativas en sus vidas de lo que es una relación fundamental, alentada y sostenida por el amor.

En la página siguiente ofrecemos un cuadro síntesis de esta propuesta.



MODELO FIGURATIVO DE DIOS. "LA TRINIDAD" 

DIOS PADRE

















DIOS HIJO

















DIOS ESPÍRITU

AMOR COMO AGAPE

Metáfora que expresa la acción creadora-dadora de vida.













AMOR COMO EROS.


Metáfora que expresa la acción salvadora.













AMOR COMO FILÍA.

Metáfora que expresa la acción sustentadora de Dios.

DIOS COMO MADRE.

Dios progenitor, del mundo (padre-madre) Creador/a preocupado por la vida en todas sus manifestaciones y niveles. Expresa el amor por el ser como tal. La vida como expresión de su ser.
Reivindica justicia para todos. Una forma de vida comprometida en la continuidad imparcial de la vida en sus múltiples formas.


DIOS AMANTE del mundo
Manifestación del amor apasionado-Encarnación-Toda la realidad hasta la más insignificante es acogida. Amor salvador cuya pasión se orienta a la curación y reunificación de todas las partes del cuerpo. Encuentra el mundo atractivo y valioso. Reivindica una vida comprometida en sanar y reunificar todas las dimensiones de la vida.








DIOS AMIGO/A del mundo.
Expresa la inmanencia del amor sociable. El “con nosotros”. Su acción sustentadora como compañero fiel que “trabaja” para curar, necesita colaboradores en su proyecto de extender la plenitud a toda la creación. Reivindica una vida empeñada en compartir necesidades y  alegrías

III .MADRE-PADRE NUESTR@ QUE ESTAS EN EL CIELO Y TAMBIÉN EN LA TIERRA.

            Después de todo lo dicho, ¿cómo arriesgar a hablar de Dios Madre-Padre nuestr@ que estás en la tierra?. Lo primero, recordar que Dios no es ni madre, ni padre, pero vamos a seguir usando estas palabras, como metáforas, para sugerir algo que no sabemos decir de otra manera.
Probablemente, las relaciones parentales puedan ser una de las mejores metáfora para expresar la palabra más certera que se ha dicho sobre El/Ella: "Que Dios es amor" y al menos idealmente, la relación parental (madre y padre) podría apuntar acertadamente y quizá desvelar algo de la relación amorosa de Dios con sus criaturas.
¿Creo yo realmente recuperable la palabra Padre para invocar a Dios? Después, no solo de Auschwitz y el Gulag sino de las matanzas de Ruanda, la ex Yugoslavia, Kosova, Timor Oriental y los millones de seres humanos  que mueren de hambre e inanición en este mundo nuestro, ¿es posible proclamar un Dios Madre-Padre que ama y protege la vida de tod@s sus hij@s?

            Mi respuesta, modesta pero firme desde la fuerza de la experiencia, es sí. Sí es posible invocarle como Padre-Madre:
- si no hacemos de la palabra Padre un ídolo patriarcal sino el Dios ¡Abba!-¡Madre! revelado en Jesús, y ciertamente vivido y comunicado en lo mejor de la fe de la Iglesia.
- y si hablamos de El/Ella, Padre/Madre indistintamente y pidiendo al mismo tiempo la gracia ser alcanzados por la seducción de su amor y por tanto arrastrados a hacer visible en la historia la verdad de su maternidad-paternidad.

Decíamos que una manera de hacerle un ídolo era perder la consciencia de que no hablamos de Dios describiéndolo, sino evocando simbólicamente , interpretando desde nuestra propia experiencia, personal y social, lo que El/Ella ha querido mostrarnos de sí mism@ .Esa posibilidad está en los mismos textos bíblicos tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento y de un modo central en Jesús. [101]
Pero otra manera de hacerle un ídolo era no dejarnos transformar por esa palabra. Por esto, en esta segunda parte de mi intervención, voy a invocarle .No voy a hablar sobre Dios Madre-Padre sino que voy a dirigirme a Ella/El, pidiendo prestadas mis palabras a l@s grandes creyentes, tanto de Israel, como de la primera comunidad cristiana, esperando recibir la gracia de dejarme alcanzar, transformar, convertir. Sabiendo, de antemano, que mis palabras sólo expresarán torpemente algo de la relación intuida entre Dios y nosotr@s y no de su verdad ontológica. Porque ¿qué otra cosa hizo el pueblo hebreo y la primera comunidad cristiana y los creyentes de todos los tiempos hasta hoy, sino dejar constancia del lento y progresivo camino por el que han ido captando, acogiendo y expresando algo del misterio insondable que es la relación de Dios con su creación.?
En mi invocación arriesgaré a utilizar las metáforas padre o madre indistintamente, considerando ambas igualmente válidas, intentando no reforzar los estereotipos sociales, aunque soy consciente que las palabras están siempre cargadas de contenidos culturales y por tanto condicionadas.
El itinerario seguido para la búsqueda de palabras que guíen mi invocación orante será el siguiente:
            Primero, haré una invocación a Dios pidiéndole que nos muestre su rostro
            Segundo, me centraré en el Antiguo Testamento desde el hilo conductor de estas preguntas: ¿Podemos encontrar, en la experiencia religiosa del pueblo hebreo, un modo de relacionarse con Dios  que pueda quedar iluminado por las palabras Padre-Madre?. ¿Evocan sus palabras "acciones de Dios" con ellos, que podemos llamar maternales y paternales?.
            Tercero, me aproximaré a Jesús como "rostro de Dios" en nuestra historia, como "metáfora de Dios", para hacernos una pregunta semejante: el modo cómo la primera comunidad nos presenta a Jesús situándose ante la realidad, su modo de relacionarse con las personas y realidades, ¿desvelan algo de un Dios, al que se le puede aplicar de alguna manera iluminadora las palabras "materno-paterno"?[102]
            Por último, haré una oración de súplica al Espíritu, a la Ruah de Dios para que sea El/Ella quien nos conceda la gracia de dejarnos alcanzar por Dios, y comprender que creer en un Dios Madre-Padre supone "sentir y gustar" que somos hij@s amad@s y que esa experiencia nos movilice a vivir la filiación y por tanto nos transforme verdaderamente en herman@s no sólo de nuestr@s herman@s sino de toda la creación.


1- MUÉSTRANOS TU ROSTRO.

También nosotr@s hoy como el salmista pedimos que nos muestres tu rostro: "no nos escondas tu rostro"(Sal 102,2), "no te quedes mudo" (Sal 109,1).
En una sociedad, como la nuestra, que nos hace sentir con fuerza la orfandad de relaciones estructurantes, necesitamos encontrarnos con la verdad de tu rostro, con la fuerza de tu Palabra.
En un mundo, donde tres cuartas partes de la población muere de hambre y de inanición, mientras unos pocos poseemos el 80 % de los bienes de este mundo, ¿cómo arriesgar a "encontrarnos" con tu rostro de Madre-Padre?. ¿En ese "encuentro" a dónde dirigirás nuestra atención y nuestros pasos?. ¿Cómo narrarte, trasparentarte, una vez encontrado?.
¿Dónde encontrarte?. Quizá, una vez más, no acertamos a buscar tu rostro donde Tú has elegido mostrarte: no estabas en el huracán violento, ni en el temblor de tierra, ni en el fuego, sino en la brisa suave (1Re 19,11-12), ahí sin ruidos y sin alardes, sin poderío. Es el silencio tu mejor palabra pero nosotr@s llenamos de palabras nuestra búsqueda de Ti. Quizá, nos pase también como a Moisés que, cuando ya no puede más con el peso del pueblo, pide a Yahvéh  "déjame ver tu gloria. El le contestó: <<Yo haré pasar ante tu vista toda mi bondad  y pronunciaré ante ti el nombre de Yahvéh (Ex 33,18-19). ¿Sabemos reconocer la bondad como lugar de revelación de tu gloria. Hoy, como ayer, volvemos a necesitar mensajeros que nos den extrañas señales de tu presencia: "niño, pañales, pesebre". "Tuve hambre y me diste de comer, estaba enfermo, desnudo..." Nosotr@s buscamos por otros lugares.
            Moisés escucha que sólo le será posible ver tu "espalda", tu rostro no lo podía ver (Ex 33,23) y eso escucha él de quien se nos dice que "Yahvéh hablaba con Moisés cara a cara como habla un hombre a su amigo" (Ex 33,11). ¿Qué podemos esperar nosotr@s? 

2- ANTES TE CONOCÍAMOS DE OÍDAS.

Israel no hizo grandes disquisiciones teóricas sobre el ser de Dios. Cuando quiso dar cuenta de su fe en El, narró su historia y expresó el convencimiento de haber experimentado a Dios en ella y ésto lo hizo con una enorme riqueza de imágenes, metáforas, narraciones mitológicas, novelas, poesías etc.
No hablaron mucho de Dios Padre [103] y no invocaron nunca a Dios como Madre, pero sí expresaron su experiencia de El aplicándole con mucha libertad acciones, que podemos considerar, parentales. Verbos de acción atribuidos en la vida cotidiana a la madre y al padre.
Sin olvidar nunca que el lenguaje es metafórico y simbólico y no estoy describiendo a Dios sino evocándole, hablando de nuestra relación con El, quiero hoy contagiarme de la libertad con la que el pueblo hebreo habló de Dios y sobre todo habló a Dios.

Me dirijo a Ti:

A) Madre dadora de vida.

·        Matriz fundante, generadora de toda vida por insignificante que parezca (Gn1,1-25). Creo que eres amiga de la vida (Sab 11,26) porque todo lleva tu aliento incorruptible(Sab 12,1), que amas todo lo que has creado, porque sino lo amases no lo habrías creado (Sab 11,24).
* Artista que con tus manos has modelado la obra de arte, que es el ser humano, hombre y mujer: "Hechura de tus manos todos nosotros" (Is. ; 64,7; Gn.2,7; Is 45,9-10), y has insuflado sobre ella tu aliento de vida (Gn 2,7) haciendo así a la mujer y al hombre imagen tuya (Gn1,27). "Recuerda que me hiciste como se amasa el barro...De piel y carne me vestiste y me tejiste de huesos y nervios" (Jb 10,9.11).
* Palabra eficaz que has dado vida a la nada, transformas el caos en cosmos (Gn1).
* Ruah benéfica que aleteas sobre la creación proyectando sobre ella tu sombra protectora (Gn1,2b). Cuando Tú te haces presente todo queda vivificado (Sal 104,27). 
* Padre/ Madre de un gran pueblo que has generado a la vida, por amor, para  que sea un hijo libre y no esclavo (Dt 14,2; 32,6.10.18).

·        Madre que nos has llevado en tus entrañas como "vientre portador"[104]. Vuelve a recordarnos lo que has hecho y sigues haciendo por nosotr@s, la humanidad entera, simbolizada en el pueblo de Israel:"Escuchadme, casa de Jacob, resto de la casa de Israel, con quien he cargado desde el vientre materno, a quien he llevado desde las entrañas: hasta vuestra vejez yo seré el mismo, hasta las canas, yo os sostendré, yo lo he hecho, y yo os seguiré llevando, yo os sostendré y os libraré " (Is 46,3-4).

·        Madre parturienta que gritas, jadeas y resuellas en dolores de parto(Is 42,14), que duran tanto como dura la lenta dilatación del útero del mundo, en su proceso de convertirse realmente en Casa Familiar. Es el largo proceso de parto de una humanidad que no acertamos a vivirnos verdaderamente como hij@s y herman@s.

B) Madre-Padre que cuidas la vida.

·        Padre tierno que cuando nos descubres en nuestra verdad  desnuda y chapoteando en nuestra propia sangre, la sangre de nuestras manos por nuestra colaboración en el pecado del mundo, nos cortas el cordón umbilical de nuestras dependencias, nos bañas, nos limpias la sangre, nos unges con aceite, recubres con tu manto nuestra desnudez, nos adornas con tus joyas (Ez 16,6.9-12).

·        Madre Tú nos llenas de ternura, de besos atrayéndonos hasta tus mejillas (Os 11, 4), nos llevas en brazos y sobre las rodillas nos acaricias (Is 66,12), nos cuidas como "a las niñas de tus ojos" (Dt 32,10), aunque como Israel muchas veces no nos enteramos que eres Tú quien lo haces (Os 11,3).

·        Tú que nos acoges en tu regazo (Sal 131,2), nos proteges y das seguridad, que nos envuelves con las alas de tus brazos poderosos de Madre-Padre. (Dt 32 11-12). Repítenos una y mil veces: "No temas, que yo estoy contigo, no te angusties, que yo soy tu Dios, te fortalezco, te auxilio, te sostengo con mi diestra victoriosa" (Is. 41,14).

·        A Ti que alimentas a tus hij@s dándoles de mamar (Os 1,13) [105] , regalándoles con el maná cada día (Ex 16) y el agua de la roca (Ex 17,1-7) mientras caminan por el desierto. Eso sigues haciendo en nuestro largo desierto, en la noche de la injusticia, la guerra, la violencia, aunque muchas veces no somos conscientes de que eres Tú quien nos alimentas, quien nos das la fuerza para seguir trabajando por tu reino en medio de la noche, en la desesperanza como horizonte.

·        Padre que enseñas a andar a tus hij@s, tomándolos por los brazos guiándoles en esos primeros pasos balbucientes en la vida (Os 11, 3), caminas junto a ell@s de día y de noche(Ex 13,22), mostrando qué caminos conducen a la vida y  cuáles a la muerte (Dt 30, 15-20), pero que, una vez mostrados, los retas a que hagan  uso de su libertad.

·        Madre-Padre que consuelas y curas  a tus hij@s cuando sufren, aunque el dolor sea fruto de su extravío: "Como a un niño a quien su madre consuela, así os consolaré yo " (Is 66,13). "Yo curaré su rebeldía y los amaré sin que se lo merezcan" (Os 14,5)

·        Madre del amor fiel, inquebrantable, incapaz de olvidar, de dejar de amar a l@s hij@s de tus entrañas (Is 49,15; Is 54,10)). Padre tierno que sólo pensar en abandonar a tus hij@s amad@s te da un vuelco el corazón, también a ti se te revuelven las entrañas (Os 11,8)." Como un padre siente ternura por sus hijos, siente el Señor ternura pos sus fieles; porque él conoce nuestra masa se acuerda que somos de barro" (Sal 103,13-14).

C) Padre-Madre que educas y ayudas a madurar a tus hijos en autonomía y libertad.

·        Madre-Padre que fundamentas la autoestima de tus hij@s haces que se sientan valios@s para ti, y no dudas en expresárselo claramente a través de tus profetas: "porque eres de gran precio a mis ojos, eres valioso y yo te amo" (Is. 43,4). Autoestima que tiene su origen no en la consciencia de sus méritos, sino en la incondicionalidad del amor recibido de Ti. Madre buena, susúrranos al oído que no estás cansada de nosotr@s, que, a pesar de nuestro fracaso en construir un mundo habitable y justo, sigues creyendo en nosotr@s, sigues viendo nuestra valía porque somos tus hij@s aunque no acertemos a vivir como tales.

·        Madre justa y compasiva, con entrañas( rehem) de misericordia, clemente, misericordiosa, fiel, que perdonas culpas, delitos y pecados (Ex 33 19ss; 34,6ss) y al mismo tiempo eres exigente y no pasas por alto los delitos (Ex 34,7; Os 1,4, Dt 4,24), pones límite, dices no (Os 1,6.9.13.11), reprendes  y castigas (Is 63,3-4; Ez 5,139), pero al final siempre puede más tu compasión: "¡Si es mi hijo Efraín, mi niño, mi encanto!- Cada vez que lo reprendo me acuerdo de ello, se me conmueven las entrañas y cedo a la compasión" (Jer, 31,20)  (Ex 34,7). Por eso con el salmista, hoy, te volvemos a dar gracias porque tu amor y tu ternura duran por siempre (Sal 118).

·        Tú educas a tu pueblo en la fraternidad en la atención a l@s más necesitad@s. Pides a tus hijos que sepan responder por la vida de sus hermanos. El "¿donde está tu hermano?" es tu grito paterno que no cesa nunca de resonar en el aire, mientras la vida de los hijos esté amenazada. Hoy, igual que ayer, necesitamos escuchar que para "sentir y gustar" tu amor es indispensable ser testigo de ese mismo amor; que no hay verdadera filiación sin fraternidad, sin trabajar por la justicia. Tu te revelas como "Padre de los huérfanos y defensor de las viudas" (Sal 68,6), e invitas a tu pueblo a hacer lo mismo. Vuelve a repetirnos las palabras con las que llamabas al pueblo a construir un pueblo según tu corazón: "Inclina al pobre tus oídos, responde a su saludo de paz con dulzura. Arranca al oprimido de manos del opresor, y a la hora de juzgar no seas pusilánime. Sé para los huérfanos un padre, haz con su madre lo que hizo su marido. Y serás como un hijo del Altísimo; él te amará más que tu madre." (Eclo 4,10).

·        Madre que llamas a la libertad, que no quieres ninguna esclavitud y liberas implicando a los hijos en la lucha por su propia libertad (Ex 3-15) Una libertad que se constituye como tal en una Alianza para el amor.(Ex 19,3-8). Después de tantos siglos no acabamos de creernos que Tu no eres celosa de nuestra libertad, sino potenciadora de ella.

·        Madre/Padre que propones, a tus hij@s, valores, utopías, proyectos para dar sentido a sus vidas, hacerlas fecundas y comprometerl@s con la vida. A través de tus profetas no dejaste de llamar a tu pueblo a vivir según la Alianza establecida en justicia y amor (Ex 20,1-17). Denunciaste siempre sus extravíos sin que eso suponga retirar la incondicionalidad de tu amor. Hoy te pedimos de nuevo la gracia de escuchar a tus profetas que, de muy diversas maneras, nos vuelven a decir qué es lo que sueñas como Madre-Padre para tod@s sus hij@s: "Practicar la justicia, amar con ternura y caminar humildemente con nuestro Dios" (Miq 6,8) 

3- DESPUÉS TE HAN VISTO NUESTROS OJOS.

Tu misterio, Dios de la vida, no se desvanece a pesar de las palabras anteriores, es la paradoja de tu ser.
El mismo evangelista que dice "a Dios nadie lo ha visto" (1Jn 4,12 ) se expresa así, recogiendo la experiencia fundante de quienes vivieron con Jesús: "lo que hemos oído, lo que han visto nuestros ojos, lo que tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de vida,- pues la Vida se manifestó, y nosotros la hemos visto.y...os lo anunciamos." (1Jn 1,1-2).
Y al final ¿cómo sintetiza Juan lo que oyeron, vieron y tocaron acerca de esa Palabra de Vida?: "Que Dios es amor" (1Jn 4,16). Pocas palabras con más hondas resonancias para expresar las relaciones parentales que esas: Vida-Amor.  El amor como origen, sustento, y final de una experiencia que quiere identificar la relación Madre-Padre/ hij@s. Sólo se es padre/madre en relación a los hij@s y viceversa.
"Quien me ha visto a Mi ha visto al Padre" (Jn 14,9) son palabras que el evangelista Juan puso en boca de Jesús en un momento crítico de su vida. Pues hoy, vamos a mirar a Jesús, ver su persona como dice Sallie McFague como "parábola de Dios" , como su mejor "imagen". Jesús hizo de su vida una narración de Dios (Jn1,18), "revela a Dios viviendo a Dios al vivir su vida humana"[106].

¡Jesús!, toda tu persona va a ser hoy para nosotros lugar de revelación del insondable rostro de Tu Dios  Madre/Padre, tú nos muestras no sólo que Dios/a es Padre-Madre sino qué Padre y Madre es .

Comenzábamos nuestra oración pidiendo ¡muéstranos tu rostro!, ahora continuamos dándote gracias por el rostro que nos has mostrado en Jesús tu Hijo amado: Gracias Dios Madre-Padre porque en Jesús:

·        Te revelas como una Madre que tiene un cuerpo en el que puede experimentar el dolor de parto.
Que puede saborear el agridulce de esa que parece ser tu pasión dominante "dar vida". Para eso, dice Jesús, que en tu nombre ha venido a este mundo.
Como toda madre reconoces que "la hora" está ya cerca y esa experiencia es al tiempo de turbación y de gozo; de miedo y de aceptación de esa vocación fundante: dar vida a los hij@s (Jn 17.1-2).
Cuando llega la hora experimentas, como Madre, los terribles dolores del lento dilatarse del útero, las entrañas se rompen de dolor y el sudor frío se hace sudor de sangre, pero nada es más fuerte que el amor a la vida de los que se ama.(Mc 14,32-42; Lc 22,41-44) "No hay mayor amor que dar la vida" (Jn 15,13).
Se consuma el misterio profundo de vida/muerte tan conocido por millones de madres en toda la tierra, sobre todo en nuestros terceros y cuartos mundos, donde la vida del hijo se hace posible a costa de la vida de la madre. Jesús muerto en la cruz (Mc 15,37) muestra de un modo simbólico y metafórico tu imagen, de Dios Madre, que ama más la vida de los hijos que la propia vida. La humanidad nueva que, paradójicamente, brota de la cruz (Jn 19,26-27), nos enfrenta al misterio de la vida y de la muerte que acontece cuando se elige permanecer hasta el final luchando para que, todos l@s hij@s sin discriminación alguna, pero preferencialmente l@s más necesitad@s, puedan alcanzar la verdadera dignidad que les corresponde.

·        Te has mostrado como un Dios Madre-Padre preocupad@ por proporcionar a tus hij@s el alimento necesario e incluso sobreabundante.
Has multiplicado el pan de la solidaridad (Mc 8,1-10) y el agua de las abluciones de la antigua alianza se hizo vino festivo de la nueva Alianza (Jn 2,1-12).
Nos has sentado a tu mesa sin discriminación alguna, para alimentarnos con el pan de la fraternidad. Para ti no cuenta ni el color de la piel de tus hij@s , ni su sexo, ni su bondad o maldad, ni su salud o enfermedad, ni sus creencias religiosas (Mt 11,19.25-26).
Es más, saliste a buscar, para que participen de la buena mesa festiva, a los excluidos por razones económicas, sociales y religiosas (Lc14,15,22).
Te hiciste Palabra que da vida, que se hace eterna porque permanece y se hace eficaz (Jn 6, 63).
Alimentaste a tus hij@s con la amistad y la cercanía que sostienen y energetizan la vida (Jn 15,9.14-15).
Tú, como Madre buena, te has hecho alimento para todos los tiempos y para todas las edades (Jn 6,32-34). El pan y el vino, símbolos de tu amor entregado (Mc 14,22-25), la vid que alimenta con su sabia a los sarmientos (Jn 15,1-6), son símbolos que nos hablan de Ti, Madre, que alimentas a tus hijos desde la riqueza de tu propio cuerpo.

·        En Jesús te descubro como un Padre que sirve.
Que lava los pies, que establece relaciones de reciprocidad e igualdad y no relaciones de poder, obediencia y sumisión. (Jn 13,1-15)

·        Te muestras como una Madre que defiendes con coraje, con violencia incluso, la dignidad de tus hijos e hijas.
Que previenes contra las mentiras religiosas, tan peligrosas porque se dicen en tu nombre (Mt 23).
Que no soportas que se use tu nombre para consagrar diferencias, para hacer discriminaciones, justificar superioridades por razones sexuales, ni religiosas, ni raciales.
Que no puedes reconocer como casa tuya un lugar donde se roba el pan de los hijos bajo ningún pretexto, por muy sublime que parezca (Mc 11,15-18).

·        Sobre todo, en Jesús, te reconozco como Madre-Padre que ama incondicionalmente.
Con una incondicionalidad provocadora; que se anticipa en el amor (1Jn, 4,10).
Que no ama según la respuesta a ese amor, ni según los méritos, ni según la obediencia "debida" (Mt 5,45).
Que da al hijo, que huyó de la casa con la herencia, lo que no se merecía y escucha la queja del hijo cumplidor que no recibió lo que creía merecer (Lc 15,22-32).
Que da la misma paga por distinto jornal trabajado; que a la oveja que se descarría y se pierde la va a buscar y deja a las 99 solas (Lc 15,4-6).
Que se alegra más de un hijo que se arrepiente que de los que no tienen nada de que arrepentirse (Lc 15,7).
Me gusta releer aplicándote a Ti, Dios de amor incondicional, el canto al amor que hace Pablo, sólo Tu puedes amar así con un amor que: " No toma en cuenta el mal...Todo lo excusa. Todo lo cree, Todo lo espera. Todo lo soporta..!" (1 Cor 13,5.7). ¡Cómo nos cuesta creernos que Tú eres así¡ Hay en nuestro corazón un gran fariseo que espera siempre conquistar tu cariño y tu  favor por propios méritos.

·        Padre preocupado por la educación de tus hij@s.
Te empeñas a fondo, en Jesús, en educar sobre todo nuestra mirada, porque como dice un refrán castellano: "por los ojos le entran a los hombres los antojos".
Tus gustos no están en los cosas vistosas, ni extraordinarios, ni pomposas, ni en el poder, ni en la riqueza. Te quedas prendado de esa pobre viuda que echa una monedilla, que es toda su riqueza (Mc 12,41-44); de ese gesto amoroso de una mujer que lava los pies (Lc 7,36-50), como después lo hará Jesús mismo; de esa otra mujer, Marta, que unge la cabeza de Jesús, con un perfume carísimo, que escandaliza por el despilfarro y la locura del amor (Jn 12,1-8). Intentas enseñarnos a tus hij@s que eso del Reino tuyo, y nuestro, es como una semilla que un labrador echa en el campo, y crece calladamente (Mc 4, 26-29); como esa pequeña porción de levadura que una mujer echa en la masa (Lc 13,20-21), como ese insignificante grano de mostaza que se convierte en árbol donde anidan los pájaros (Mc 5,30-32) . Intentas educarnos cuando nos revelas que las cosas importantes del Reino Tú se las muestras a los pequeños y no a los entendidos y estudiosos de este mundo (Lc 10,21-22).
Padre paciente y misericordioso, no te canses de enseñarnos, aunque seamos lentos y tardos de corazón para comprender tus caminos, tus valores, tus pasiones.

·        La insólita libertad de Jesús es un buen espejo donde barruntarte como un Dios Padre-Madre donador/a de libertad.
     Quiero relacionarme contigo como una hija libre y adulta, creo que te interesas por nuestras vidas pero que dejas las decisiones en nuestras manos. No eres una madre celosa de la libertad de tus hij@s, ni un padre acaparador y/o superprotector.
     Me gusta llamarte "Artista de libertades" como te ha nombrado un teólogo contemporáneo[107]. Nos has regalado la libertad y cuando equivocamos los caminos, y malgastamos la herencia filial, o no reconocemos a tus hijos como hermanos nuestros, Tu, Madre buena, estás confiando y esperando el regreso a la casa familiar para volver a sentarnos tod@s juntos a tu mesa y aprender de nuevo a vivir como hij@s y herman@s (Lc 15,11-31) Pues, a tu gratuidad, sólo se te puede responder desde la libertad.[108] 

·        En Jesús te muestras como una Madre que propones utopías, valores, proyectos que den sentido a la vida, la hagan fecunda y construyan el Reino.
Nos haces partícipe de tu pasión por el Reino, nos encomiendas la tarea de proteger la vida con el mismo coraje y amor con que tú lo haces (Lc 8,1-3; 9,1-6) y nos prometes que Tú ; Madre, estarás siempre con nosotros, no nos abandonarás nunca, aunque tu presencia sea silenciosa y discreta (Jn 14).

·        Como un Padre impotente, como nosotros, ante la libertad de los seres humanos.(Lc 22,48; Lc 18,18-23).
Un Dios “a merced de nosotros” como el modo mas adecuado de mostrar tu amor paternal y gratuito. Un Padre que se hace silencio e inacción. En la muerte de cruz de Jesús, Tú no dices, no haces nada (Mt 27,43-46). No intervienes, dejas que las cosas, esa terrible cosa de la muerte del hijo amado, sea. "No haces nada" tal como los seres humanos esperamos que hicieses. Lo inesperado es que  padeces, participas en ese sufrimiento. Dios Padre, ¡que difícil nos resulta esta paternidad tuya, nada poderosa!.

·        Como a una Madre que sufre en sus entrañas el dolor y la muerte, padeciendo la penúltima palabra sobre la vida humana, con amenaza de parecer la última (Mc 15,33-38).
      Te hablo a ti, Madre, que "padeces" en la humanidad del hombre Jesús de Nazaret y en su Cuerpo de Cristo vivo en la historia.
      Tú, Dios Madre, desde tu dolor, nos retas y nos haces caer en la cuenta que erramos cuando te preguntamos por qué no intervienes ante las grandes catástrofes de la vida para impedirlas, ¿no querrás decirnos que no eres Tu la llamada a evitar el sufrimiento de nuestro mundo, sino que somos los seres humanos los llamados a evitar tu sufrimiento en la historia?. "Tuve hambre,... tuve sed...(Mt 25,35)

·        Un Dios Padre no solo con nosotros sino " a merced de nosotros". Entregado y "pasible" (Jn 3,16, Rom 8,32).
      Te muestras como un Dios a quien le afecta el dolor, un Dios que padece, que lucha contra el dolor cargando con el y diciendo de qué parte está. y es así cómo haces creíble y eficaz tu amor.
      Tu rostro de Dios Padre entregado y pasible, que nos revelas en la crucifixión de Jesús, es la expresión mejor de la relación que has querido establecer con nosotr@s. Una relación no desde la fuerza del  poder, sino mediada por la fuerza del amor que no se impone.

·        Un Dios Madre-Padre que no solo ofrece futuro a sus hijos sino que se convierte El/Ella mism@ en futuro de la humanidad y de todo el cosmos.
      Desde la Resurrección, recibes un nombre nuevo: "El que ha resucitado a Jesús de entre los muertos" (Rom, 4,24, Gal 1,1).
      Eres el que da la vida y llama a la existencia a lo que no existe (Rom 4,17-18,).
      En la resurrección de Jesús, nos develas de un modo más claro, que el silencio, la ausencia, la inacción eran presencia tuya, silenciosa, pero real.
      Serás definitivamente Dios Madre-Padre, cuando llegues a ser todo en todos.


4- AHORA SOMOS INVITAD@S A HACERTE VISIBLE Y POR ELLO CREÍBLE EN NUESTRA HISTORIA.
.
            Decíamos que otra manera de hacer de Dios Madre- Padre un ídolo era hacer de esa invocación, palabras que no comprometan la propia vida, que no la empeñen en hacer verdad, en nuestra historia, ese rostro de Dios materno-paterno y su pasión por la vida de tod@s sus hij@s- especialmente l@s más pobres y excluíd@s por el sistema de este mundo- su pasión por todo lo creado, sin excluir criatura alguna.
Y esta es una dificultad mucho mayor que las anteriores, porque nos exige uno sólo un oído abierto para acoger la revelación de Dios, sino un cuerpo disponible para que la palabra se haga verdad en nosotros.
Por eso, de un modo especial, necesitamos terminar esta invocación clamando al Espíritu que venga en nuestra ayuda
¡Ruah del Dios Madre/Padre!, ahora es tu tiempo, el tiempo de la historia, de la historia en nuestras manos! ¡Ven en nuestra ayuda!
Jesús nos dijo que era preciso que El se fuese para enviarte a Ti, dadora de vida, [109]que Tú nos posibilitarías nacer de nuevo,(Jn 3,5); que nos enseñarías a pronunciar eficazmente, las palabras fundantes ¡Padre-Madre! porque continuamente las balbuceas en nuestro corazón. Tú nos enseñarías todo lo que no pudimos comprender mientras Jesús estuvo en nuestra tierra.
Tú, que eres fuerza y energía en el camino, rompedora de fronteras, Espíritu de libertad, ¡ven! necesitamos que, como Madre nuestra nos engendres de nuevo, para poder vivir verdaderamente como tu nos sueñas, que nos alimentes con tus dones, que nos conduzcas por tus sendas amorosas. Que nos concedas la experiencia de un Dios Madre-Padre "nuestr@".
Nos cuesta renunciar al síndrome de hij@s unic@s. No acabamos de creernos que hay paternidad porque hay filiación y hay filiación porque hay fraternidad. Si has constituido a todos los seres humanos hij@s tuy@s, nos ha constituido herman@s.
Si esto no nos lo creemos de verdad, ¿es posible invocarte coherentemente, como Madre-Padre en un mundo como el nuestro donde la experiencia es de fraternidad negada o destrozada?.
Quiero exponer ante Ti algunos de nuestros pecados colectivos, para que Tu nos perdones y nos movilices: la injusta distribución de los bienes de este mundo, los genocidios de la zona de los Grandes Lagos, Ruanda, Burundi; las últimas limpiezas étnicas de Kosova, las continuas matanzas en Argelia, Colombia, Guatemala, El Salvador, los niñ@s de la calle de Brasil y de todos los terceros mundos, los niños guerreros, la prostitución y explotación laboral infantil, la trata de blancas, los indígenas expoliados de sus tierras y asesinados para que no las reclamen, los miles de desaparecidos en Chile, Argentina, las víctimas de las guerras interminables e innumerables. Aquí más cerca de nosotros: los racismos y xenofobias de todo género, los machismos y patriarcalismos ancestrales y profundamente arraigados, los ancianos abandonadas en residencias indecentes, los gitanos discriminados, los parados de larga duración que ya no son rentables contratar, los jóvenes destruidos por la droga, el SIDA el alcohol, las mujeres maltratadas y asesinadas por sus parejas y un largo y terrible etc.
El sólo enunciado es abrumador y la tentación de parálisis ante el sentimiento de impotencia es grande.
Envíanos el don de Tu Espíritu que al gritar en nuestro interior ¡Abba!,¡Madre! dé testimonio de que somos hijos, genere en nosotros (personas y grupos, estructuras, sociedades y pueblos) el coraje necesario pero dejarnos transformar por su acción, para que su Palabra se haga carne en nuestro cuerpo (cuerpo personal, social estructural) y todo nuestro ser sea trasparencia de tu amor materno-paterno. No para transformamos en "madres" y "padres", ya que solo Tu eres lo eres, sino aprender de Ti cómo relacionarnos con toda la realidad para recrear la fraternidad
Te nos has revelado como Familia parental donde no hay jerarquías, ni subordinaciones, ni dominación sino reciprocidad, igualdad radical que respeta las distinciones y esta revelación nos descubre el corazón de la realidad y tu llamada fundante. Hacer del mundo, del cosmos una familia imagen y semejanza de la Tuya.

¿Cómo a base de mirarte en nuestros ojos quedan grabados las huellas de tu modo de mirar el mundo? "He visto...Me he fijado...y he bajado"(Ex 3,7-9); "lo vio y se conmovieron las entrañas" y bajando de su cabalgadura, se acercó. (Lc 10,34-35).
¿De qué sorderas se tienen que curar nuestros oídos para dejar que lleguen a ellos el clamor de tus hijos y hermanos nuestros, el clamor de toda la creación?
¿Qué liberación tiene que llegar a nuestra boca para que se suelte y ,como María de Nazaret, proclame la grandeza del Señor, reconozca las maravillas que Dios está realizando en nosotr@s, denuncie proféticamente que Dios levanta y derriba, exalta y humilla; que, en definitiva, Dios tiene una inédita pasión por lo perdido de ese mundo?
¿Qué nueva "programación mental" necesita nuestra cabeza para abrirse y comprender los criterios de la nueva familia que Tu-Ser-Relacion nos revela?: unidad en la pluralidad, igualdad en la diferencia, distinción en la armonía, pluralidad sin jerarquías, familia en reciprocidad
¿Qué fuego de Tu Espíritu necesita llegar a nuestro corazón para transformarlo en un corazón misericordioso, grande, generoso, perdonador, lleno de coraje para defender toda vida en este mundo?
¿Podemos creernos que Tu Espíritu puede fecundar nuestras entrañas y embarazarnos de vida nueva, aunque seamos ancianos, aunque no conozcamos varón, aunque no tengamos ya muchas esperanzas?. ¿Podemos creer que a todas las "Isabeles" de la historia (personas, acontecimientos, grupos, instituciones...) también Tu Espíritu puede fecundarlas aunque sean ancianas y estériles?.
¿Qué necesitan nuestras manos para transformarse en parteras de la vida y poder así acompañar la lenta dilatación del útero del mundo ayudándonos un@s a otr@s a creer que el dolor presente es de parto y no de aborto?
¿Qué energía necesitan nuestros pies para saber hacerse "próximos de toda persona, pueblo tirado en el camino?. Qué caminos tienen que aprender a andar junto a Jesús, el hermano mayor, para aprender de Él qué significa sentir y gustar que todo "otro" es carne de su carne y hueso de sus huesos? ¿Qué ritmo necesitan escuchar para saber celebrar la fiesta de la solidaridad, del amor y de la vida?
¿Qué transformación profunda necesita nuestra experiencia de ser sexuado para no hacer de la diferencia sexual lugar de la subordinación, ni jerarquización? ¿Qué experiencia del Espíritu necesitamos acoger para vivir el encuentro sexual sin miedo y sin tabúes, haciendo de ese abrazo una experiencia espiritual porque es el lugar de la trasparencia del amor, del respeto, del placer compartido y comprometido?
¿Cuándo nuestra piel ensanchará sus fronteras para sentir que cuando se cierra al hermano se cierra a su propia carne?, ¿Cuándo disfrutará del encuentro piel a piel como lugar, no del despelleje, sino del reconocimiento y el respeto de las fronteras del tu y al tiempo como espacio de encuentros constructores de identidad y de respeto a la verdad del otro y de lo otro.?
Cuando todo esto acontezca, como don y tarea, será verdad que vamos rehaciendo la fraternidad en sus múltiples manifestaciones: la fraternidad de la familia humana, la fraternidad de la solidaridad económica, la fraternidad del diálogo ecuménico, la fraternidad de la igualdad sexual, la fraternidad ecológica. Incluso como Francisco de Asís lograremos experimentar que la propia muerte se transforme en hermana muerte.[110]
Entonces saborearemos como don del Dios Madre-Padre a través de su Ruah que de verdad ya no hay diferencias "ni de varón ni de mujer, ni de judío ni de griego  (Gal 3,28) porque la fuerza del Espíritu, la Ruah de Dios, ha derribado el muro divisorio de la hostilidad (Ef 2,14) que aun nos separa.
Cuando ésto sea verdad tendremos experiencia del "cielo" en el que estás Dios Madre-Padre, entre tanto también creemos que "estás" en la tierra empujando en, con, a través de nosotros el lento dilatarse del útero para alumbrar una sociedad, un mundo, un cosmos verdaderamente fraterno. Incluso quizá se nos conceda la gracia, como a Pablo, de sentir, al unísono contigo Dios Madre, los "dolores de parto" ( Gal 4,19) de este mundo nuestro que desea saber encontrar caminos para la vida.
Esta es la vocación fundante ser trasparencia corporal en nuestra historia de un Dios Madre-Padre nuestr@ que está en la tierra, y que nos constituye en herman@s de todo lo creado.

¿Qué es la vocación cristiana sino una llamada a recrear en la historia la fraternidad?, ¿Qué otra cosa es, fundamentalmente, la vocación religiosa que la llamada a expresar radical y comunitariamente que es posible hacer de nuestras relaciones humanas, de nuestras estructuras familiares, sociopolíticas, religiosas, lugares de trasparencia de su amor incondicional y universal, y de una vida fecunda por la donación en el amor.?

El Evangelista Mateo decía a su comunidad: "Sed buenos del todo como lo es vuestro Padre celestial" (Mt 5,48) entonces de verdad estaremos "En sus manos, para el mundo"

Termino con unas palabras de San Clemente Romano (S.I):
"Alguien preguntó al Señor cuando llegaría su reino.
Y el Señor respondió:
Cuando el dos llegue a ser uno;
cuando lo de fuera sea como lo de dentro;
cuando, en la unión del hombre y la mujer,
no haya ya hombre ni mujer"[111]

[1] S.TOMAS AQUINO, de, De Pot. 7, 5 ad 14
[2] GONZÁLEZ FAUS, I.  Acceso a Jesús. Sígueme, 1979,158
[3] DENZINGER,E. El Magisterio de la Iglesia. Barcelona, Herder, 1959, nº 432.
[4] Compendium Theol .lib,I, c.24, n 51. Tomado de FUSTER, S. "Un Dios varón?. Sobre la Maternidad Divina. Escritos del Vedat v.XVII (1987) 75-125,
[5] SÖLLE, D. Reflexiones sobre Dios. Barcelona, Herder, 1996,21
[6] Para un aproximación al Concepto de Teología feministas en lengua española: Cfr .DICCIONARIOS: PINTOS M. "Teología feminista” en Conceptos fundamentales del cristianismo, Trotta, 1995, 1327-1336. "Teología Feminista" En EICHER, P. Diccionario de conceptos teológicos. Herder, v.II, 1990, 506-512 .NÚMEROS MONOGRÁFICOS de revistas: “La otra voz de la  teología ”.Sal Terrae (1993). “Teología y género: apuntes para un paradigma nuevo” .Vida y Pensamiento .v.14 nº 1 (1994. ) En Concilium los números siguientes:“¿Mujeres en una Iglesia de hombres? 154 (1980). “La  mujer ausente en la Teología y en la Iglesia” 202 (1985). ”Teología feminista: La maternidad: experiencia, institución y teología” 226 (1989). "Teología Feminista: Mujer, Mujer”, 238 (1991). "Teología Feminista Diferencia en solidaridad. Teologías feministas en diferentes contextos" ,263(1996 ). OTROS:. A.A. VV. Del Cielo a la Tierra: Una Antología de Teología Feminista Santiago de Chile: Cielo Azul, 1994. GEBARA I"Presencia de lo femenino en el pensamiento cristiano Latinoamericano" en Cambio social y pensamiento cristiano en América Latina. Trotta 1993, 199-214. Teología a ritmo de mujer, San Pablo, 1995 .HALKES, C. “Teología feminista”. Concilium 163(1981) 451-461. LOADES, A. Teología feminista. Desclée de Brouwer, 1997. MOLL, H. “Teología feminista: un desafío” SelTeol. 24 (1985) 343-349. PINTOS M, "Mujeres teólogas: corrientes y acentos de la teología feminista" Sal Terrae 955 (1993) 185-196. SALAS, M, De la promoción de la mujer a la teología feminista. Sal Terrae, 1993 .SCHÜSSLER, FIORENZA E. En memoria de Ella. DDB. 1989 Pero ella dijo. Trotta, 1996. ”Una interpretación crítica y feminista de la liberación” Concilium 20 (1984;191) 63-73
[7] JOHNSON, E. She Who Is. The Mystery of God in Feminist Theological Discourse. New York, 1992,
[8] MCFAGUE, S. Metaphorical Theology: Models of God in Religious Language, London, 1983, y También en Modelos de Dios. Teología para una era ecológica y nuclear. Santander, Sal Terrae, 1994,63-108
[9] MCFAGUE, S.  Metaphorical Theology, XI, 4,145
[10]MCFAGUE, S. "Modelos de Dios", 70.  La autora afirma que su comprensión de la metáfora está muy próxima a la de Ricoeur en su obra La metáfora viva, Madrid, Europa, 98
[11] Una interesante aportación sobre este tema puede verse en DOMINGUEZ MORANO, C.  "Los lazos de la carne" y "No llaméis a nadie padre" en Creer después de Freud. Madrid, Paulinas, 1992, 173-239.
[12]Citado por CARR, A. Frauen verändern die Kirche, Christliche Tradition ind feministische Erfarung, Gutersloh, 1990, p 297, nota 4. Tomado de MARTINHO TOLDY, T. Deus e a Palavra de Deus na Teologia Feminista. Lisboa, Paulinas, 1998, 162, nota 8.
[13] GARRET GREEN,  The Gender of God and the Theology  of Metaphor, in : Speaking The Christian God. The Holy Trinity and the Challenge of Feminism  de Alvin F .Kimel, Jr, Grand  Rapids, 1992, 64 Citado por MARTINHO TOLDY, Ibidem. nota 9, 162.
[14]GUNTON,C Proteus and Procrustes: A Study in the Dialectic of Language in Disagreement with Sallie McFague, in : Speaking the Christian God, The Holy Trinity and the Challenge of Feminism.  Ed.ALVIN F.KILMEL,JR, Grand Rapids, 1992,74. Tomado de MARTINHO, TOLDY, T,Ibidem, nota 12 164,. El subrayado es mío.
[15] EVELY. L Una religión para nuestro tiempo. Salamanca, Sígueme, 1965 (5º) 99
[16] Citado por KING,U  "Lo divino como Madre" Concilium (1989),467
[17] RUETHER, R.R. Feminism and Patriarchal Religion: Principles of Ideological Critique of the Bible" Journal for the Study of the Old Testament 22:45-66. "El sexismo y el discurso sobre Dios: Imágenes masculinas y femeninas de la divino" en VARIAS, Del Cielo a la Tierra. Una antología feminista. Santiago de Chile, Sello Azul, 1994,127-148.
[18] DALY M, el texto original fue publicado por primera vez en su obra Beyond God The Father Boston 1973, 19 pero vulgarizado  cuando en 1975, pronunció una conferencia sobre Teología en Viena, y fue publicado en el mismo año, en la revista Quest: a Feminist Quarterly con el título  "The Qualitative Leap Beyond Patriarchal Religion". Está traducido al castellano:"El salto cualitativo más allá de la religión patriarcal" en Del Cielo a la Tierra. Una antología feminista. op.cit.,107-126,107
[19]JOHNSON,E, She Who Is. The Mystery of God in Feminist Theological,  Discourse, New York, 1992,33
[20] Este dato no es nuevo, ya en 1981- año en que la revista Concilium dedicó un número monográfico con el título: ¿Un Dios Padre?- escribió un interesante artículo SPIEGEL, Y, "Dios Padre en una sociedad sin padres", Concilium  163 (1981) 311-324
[21] La Bibliografía sobre este tema es inmensa, por mi parte sólo resaltar, en español, las interesantes aportaciones de DOMINGUEZ MORANO, C. en. Psicoanálisis freudiano  de la Religión. Madrid, Paulinas 1991, Creer después de Freud .op.cit. especialmente "El Dios del niño y del Dios de Jesús."115-139 y "No llaméis a nadie padre" 208-240. Teología y Psicoanálisis  Cuadernos "Institut Teologia Fonamental, Barcelona ,1995. Además de las ya clásicas y hoy por no superadas aportaciones de VERGOTE, A. en  Psicología religiosa, Taurus, 1969, 216-256,. También  POHIER, J. M. , En el nombre del Padre. Salamanca, Sígueme, 1976 y STEIN,S.  "El asesinato del padre y Dios padre en la obra de Freud" Concilium 163 (1981) 325-338.
[22] VERGOTE, A. "Los dos ejes de la religión: el deseo religioso y la religión del padre" En Psicología Religiosa, Taurus, 1975 ,187-255. Investigaciones posteriores del autor y su equipo no descalifican las primeras investigaciones sino que las matizan. Cfr.  VERGOTE ,A y TAMAYO, A.  The Parental Figures and The Representation of God. La Haya - Lovaina,  A Cross-Cultural Study, 1980. Una buena síntesis de las investigaciones sobre el tema la hizo hace 10 años FUEYO SUAREZ, B "Dios padre y Madre, Imágenes familiares y representación de Dios en la psicología contemporánea" EstudFilos. v.XXXVII (1988:105) 235-273.
[23] El hecho no es nuevo, en 1983 Luis Mª ARMENDARIZ escribió un artículo que titula "El Padre Materno" en que recoge claramente la afirmación de que "no se puede concebir que lo humano paterno quede más próximo a El que lo materno" y que un Dios sexuado varón es idolátrico, un sugerente artículo (de 26 páginas) en el que para nada se hace alusión a las aportaciones de la Teología Feminista que, ya para entonces, contaba con una rica producción teológica. "El Padre materno" art. cit. 249-275. 1987 Sebastián FUSTER escribió un artículo, ¡de 51 páginas! y muy documentado cuyo titulo es "¿Un Dios varón? Sobre la Maternidad Divina, "Escritos del Vedat  V.XVII (1987) 75-125 donde hace un recorrido ciertamente interesante sobre la utilización de la metáfora Madre para hablar de Dios en la tradición judeo cristiana, con una gran erudición y dedica a "Teología feminista y Dios Padre"- que ya por esas fechas contaba con una extensa producción teológica- ¡ una página y media!  dando como referencias casi única el nº monográfico de Concilium de 1981. En 1991 Santiago DEL CURA ELENA, ponía de relieve, dentro de la Teología Sistemática actual española, la ausencia de un análisis y valoración crítica de las aportaciones de la Teología Feminista a este tema, en un buen artículo sintético "Dios Padre/Madre. Significado e implicaciones de las imágenes masculinas y femeninas de Dios" en: Dios es Padre. Salamanca ,Secretariado Trinitario, 1991, 277-314. Pues desde entonces, y han pasado, 8 años, no se ha avanzado gran cosa. Hay pocos teólogos sistemáticos, entre nosotros, que incorporen a su reflexión las aportaciones de la Teología Feminista. El silencio o una breve referencia, es todo. El tema sigue siendo, fundamentalmente, ¡cosa de mujeres!.
[24] Hago por tanto una opción: centrarme, en esta primera parte de mi ponencia, en las aportaciones de la Teología feminista al tema de Dios en general y de un modo particular en Dios Madre-Padre. No repetiré, mas que en lo que sea imprescindible, la síntesis que hacen Santiago del Cura,y Felisa Elizondo a sus artículos me remito, sino que complementaré algunos aspectos ausentes en esas exposiciones.
[25] Ecclesia 1903 (1978) 6, Angelus del día 10-9-1978.
[26] DEL CURA ELENA, S. art. cit. 278
[27] MCFAGUE, S Modelos de Dios. Teología para una era ecológica y nuclear. Sal Terrae, 1994,165
[28] MORLEY, J. "In God´s Image? " Cross Currents 32 (1982), 315,
[29] MOLLENKOTT, V.  The Divine Feminine: The Biblical Imagery of God as Female, Crossroad, New York 1983, 113-114. Citada por  MCFAGUE, S Modelos de Dios., 164, nota 4.
[30] CHODOROW, N. El ejercicio de la maternidad. Psicoanálisis y sociología de la Maternidad y Paternidad en la crianza de los hijos"  Gedisa, 1984, 316. La autora, una psicoanalista crítica con el psicoanálisis clásico, hace un estudio muy interesante recogiendo investigaciones varias y de diversas culturas. Afirma que la concepción y organización materno/paterno tiene un carácter social y político .y afirma "Cualquier estrategia de cambio cuya finalidad sea o incluya la liberación social de lo femenino y masculino, debe considerar la necesidad de una reorganización fundamental parental, de modo que la parentalidad primaria sea una tarea compartida entre hombres y mujeres" (313) y concluye su libro con estas palabras: "La eliminación de la actual organización parental a favor de un sistema en que tanto hombres como mujeres sean progenitores responsables, constituiría un tremendo avance social" (318) yo también lo pienso igual. (Los subrayados son míos)
[31] Es una palabra muy utilizada hoy en círculos de mujeres, sobre todo en el tercer mundo, con el que quieren expresar su decisión de retomar el poder social, político, económico y religioso que les corresponde en igualdad de condiciones con el varón.
[32] RUETER, R.R. "El aspecto femenino de Dios. Un problema de la vida religiosa contemporánea" en Concilium 163, (1981) 395
[33] Ya en el año 1981 hacían una buena síntesis de estas críticas: HALKES, C. "La teología feminista y Dios Padre"  Conc. 183 (1981) 451-462. RADFORD RUETHER, R. "El aspecto femenino de Dios" Ibídem 395-403. SÖLLE, D "Dios, madre de todos nosotros". SelecTeol 98 (1986) 97-100.- BAUTISTA, E. "Dios" en  10 mujeres escriben Teología, Estella, evd, 1993,105-130. BERNABÉ, C. "Biblia" Ibidem ,13-62
[34] Ibídem 402
[35] WHITMONT, E .El retorno de la Diosa, Argos-Vergara, 1984. STONE, M "Cuando Dios era mujer" en  LOADES, A Teología Feminista. Bilbao, DDB, 1997, 175-185.
[36] Estudios recientes confirman, en el pueblo hebreo, "la creencia y el culto a una diosa consorte de Yahvéh- al menos durante cierto tiempo- tal como ocurría en las otras religiones del antiguo próximo Oriente. Si en este punto los testimonios bíblicos son más bien oscuros, sin duda alguna se clarifican a partir de los hallazgos recientes de Kuntillet ' Arjud y Khirbet el Qôm." La diosa Aseraht empezó sobre todo a ser rechazada en los círculos deuteronomistas, especialmente durante la época exílica, que asociaron a la diosa Aserah y su símbolo cultual con el dios Baál y su culto, dando a este culto el calificativo de ilegitimidad yahvista. Es el momento además en que comienza a arraigar y prosperar la causa del monoteísmo. GARCÍA LOPEZ F. "Dios Padre en el A.T." en Dios es Padre ,43-58,.47-48  Con abundante bibliografía y aparato crítico. Cfr. también TRIBLE,PH, Depatriarchalising in Biblical Interpretation, JAAR 41 (1973) 30-48, "Hermeneútica feminista y estudios Bíblicos" en  LOADES, op.cit. 45-52.
[37] De un modo sencillo, con ejemplos tomado de la vida diaria, recoge esta crítica un libro traducido al castellano de SÖLLE, D .Reflexiones sobre Dios. Herder, 1996. También de lamisma autora  "Padre, Poder y Barbarie" Concilium 163,(1981).405-411
[38] CHRIST, C "Por qué las mujeres necesitan a la Diosa: reflexiones fenomenológicas, psicológicas y políticas" en   VARIAS, Del cielo a la Tierra. Antología de Teología Feminista. Sello Azul, 1994,159-173
[39] GEERTZ, C " Religions as a Cultural System" VARIOS, Reader in Comparative Religion, segunda edición, New Yok & Row, 1972,206. Citado por CHRIST C art. cit. 160. nota 4
[40] GEERTZ, C 210 Citado por CHRIST C art. cit. 160
[41] CHRIST C ibídem, 160
[42] ibídem,  160-161
[43] SÖLLE, D. "Padre, y poder y barbarie. Interrogantes feministas a una religión autoritaria" en Conc.163 (1981)405
[44] MOLTMANN, J. "Creo en Dios Padre. ¿Lenguaje patriarcal o matriarcal sobre Dios?. en SelTeol V.96 (1985) 333
[45] RUETHER, R. art.cit. 395.
[46] GEBARA, I. ”La opción por el pobre como opción por la mujer pobre" Concilium 214 (1987) 463-472.
[47] Además de MARTINHO TOLDY, T. Deus ea palavra de Deus na Teologia Feminista, Paulinas, 1998 a quien sigo fundamentalmente en esta síntesis, (a partir de ahora la citaré Cfr MARTINHO) quiero ofrecer algunas referencias bibliográficas en español (pues casi todas las referencias vienen dadas en inglés o alemán) sobre la imagen de Dios, escritos fundamentalmente por mujeres y algunos hombres que se sitúan en clave de Teología feminista, bien para acogerla, sintetizarla o hacer una valoración crítica de ella. AMMICHT QUINN, R "Imágenes de Dios, imágenes de hombres. Moral. El paradigma de la sexualidad", en Conc 279 (1999)71-78. CHODOROW, N El ejercicio de la maternidad, Gedisa,1984. BAUTISTA, E. “Dios” en 10 Mujeres escriben Teología. Estella, evd, 1993, 105-130. BINGEMER, Mº C. “La trinidad a partir de la perspectiva de la mujer” en El rostro femenino de la teología, San José de Costa Rica, DEI, 1986, 135-164. CÁRDENAS PALLARES, J. Ternura de Dios ternura de mujer. México, Dabar, 1992. CURA ELENA, S DEL  "Dios padre/madre. Significado e implicaciones de las imágenes masculinas y femeninas de Dios" en VARIOS Dios es Padre  Salamanca, EstudTrin, 1991, 277-314. ELIZONDO, E. "La imagen de Dios desde las mujeres" Confer "Uno solo es vuestro Padre" V. XXXVIII,145, (1999)81-94. GÓMEZ-ACEBO,I. Dios también es madre. Reflexiones sobre el Antiguo Testamento. Madrid, San Pablo, 1994. GEBARA, I. “Trinidad, palabra sobre cosas viejas y nuevas una perspectiva ecofeminista” en Teología a ritmo de mujer. San Pablo 1995,109-156. HALKES, C. ”La teología feminista y Dios Padre" en Conc 183 ((1981) 451-462. "La violación de la madre tierra. Ecología y patriarcado" Conc. 226 (1989) 425-435. HAUGTHON,R "Un Dios con caracteres masculinos?" Conc 163 (1981) 73-78. KAUFMANN, C. "El rostro femenino de Dios" IgVi. 121 (1986). KING, U. ”Lo Divino como Madre Conc. 226 (1989)468-479. MCFAGUE, S.  Modelos de Dios. Teología para una era ecológica y nuclear, Sal Terrae, 1994; “Dios Madre Conc 226 (1989)480-486. MOLTMANN,J. "El padre maternal .Patripasianismo Trinitario y Patriarcalismo Teológico" Conc 161-163, (1981) 381-389. "Creo en Dios Padre. ¿Lenguaje patriarcal o matriarcal sobre Dios?. SelecTeol 24 (1985)333-342. MONOGRÁFICOS: "¿Un Dios Padre?". Conc.163. "La maternidad: experiencia, institución y teología" Conc. 226 (1989). MORLEY, J "La deseo con todo mi corazón" en LOADE, (ed) Teología feminista. Bilbao, DDB, 1995,,208-226. NAVARRO, M. "El Dios de Israel: un padre materno" EphMar v.41,(1991)37-83. PFÄFFLIN,U, "La madre en el mundo paternal. Experiencia y teología feminista" Conc 226 (1989)333-342. PRIMAVESI, A, Del Apocalipsis al génesis. Ecología, feminismo, cristianismo. Barcelona, Herder, 1995,202-224 .RADFORD, RUETHER,R. ”El aspecto femenino de Dios. Un problema de la vida religiosa contemporáneo.” Conc. 163 (1981)395-403. ”Imágenes masculinas y femeninas de lo divino” Diak>CentAm 19(1995:75)4-17. RAMSHAW "Letras para el nombre de Dios" y El Género de Dios" en LOADES, A (ED) Op.cit. 227-247. SCHÜSSLER  FIORENZA, E. En Memoria de ella. Bilbao, DDB 1989176-186. SEIBERT-CUADRA, U. “Explorando la diversidad de imágenes de Dios en la Biblia” Tópicos nº 6 (1993) 149-162. STONE, M ."Cuando Dios era mujer" en LOADES, (Ed) op. cit. 175-184. SÖLLE D. “Padre poder y barbarie. Interrogantes feministas a una religión autoritaria Conc 163 (1981)  “Dios, madre de todos los hombres” SelTeol.  (1989:98) 97-100. “Búsqueda feminista de Dios” Diak >CentAm 19(1995:75) (18-24. WACKER,M Th. "¿Dios como madre?". Conc 226 (1989) 437-446 WALKER,A. "El primer paso para desterrar la idea del anciano blanco la di gracias a los árboles" en LOADES, A (Ed),op.cit. 291-296 WHITMONT E. El retorno de la diosa. Argos-Vergara. Barcelona, 1984
[48] SÖLLE, D ."Dios, madre de todos nosotros" SelTeol. 98, (1986) 98-99
[49] SÖLLE, D. Reflexiones sobre Dios, Herder, 1996,,43
[50] Añade además "Por tanto, a mi me preocupa algo más que <<los aspectos femeninos que hay en Dios>>, eso que algunos varones ilustrados están hoy día dispuestos a admitir. Esa manera de hablar me molesta, porque quiere hacernos pensar que Dios, propiamente, es varón y que en <<él>> puede descubrirse algún aspecto femenino oculto...Nuestra dificultad interna reside en las imágenes, más o menos falsas, de Dios que nos han trasmitido por tradición....Lo que nos hace falta no son imágenes (de Diosas para compensar) sino una experiencia memorable de Dios. Nos aprieta y coarta el corsé del lenguaje autoritario de los hombres  y que nos hace incapaces de rememorar como un experiencia el  misterio de la vida que llamamos Dios" Ibidem, 47
[51]: MARY DALY se fue radicalizando ya a partir de su publicación Beyond God The Father en 1971 (Un capítulo de ese libro "Después de la muerte de Dios Padre: la liberación de las mujeres y la transformación de la conciencia cristiana" puede leerse en Del cielo a la tierra . Una antología de teología feminista ,97-106) y sobre todo después de "Theology after the Demise of God the Father: A call for the castration of sexist Religion en PLASKOW  and J. ARNOLD ROMERO (Eds) Kwomen adn Religion. Chico, Ca, Scholars, 1974, 3-19
[52] DALY M "El salto cualitativo más allá de la religión patriarcal" en Del cielo a la tierra . Una antología de teología feminista. op cit 107.
[53] RUETHER, R.R. "El sexismo y el discurso sobre Dios: Imágenes masculinas y femeninas de lo divino", en Del cielo a la tierra . Una antología de teología feminista 127.  El texto original fue publicado en 1983 en su libro Sexism and God-Talk: Toward a Feminist Theology Boston, Beacon Press, La bibliografía sobre la Diosa hoy es abundantísima, en relación con el matriarcado siguen siendo obras fundamentales y clásicas: JAMES, E.O. The cult of the Mother Goddess. An anthropological and Documentary Study, Barnes -and Nobel, 1959; NEUMANN, E. Le grande madre. Fenomenologia delle configurazione femminili del inconscio. Roma, Astrolabio,1981. EISLER, R. El cáliz y la espada. Santiago de Chile, Cuatro vientos, 1989. OSÉS, A.O Mitología cultural y memorias antropológicas. Barcelona, Anthropos, 1987. Para un estudio asequible sobre lo masculino y femenino en las religiones puede ser una buena guía PIKAZA, X, Para comprender el hombre y la mujer en las religiones. Estella, Evd, 1996
[54]. Es muy interesante una entrevista hecha a MARIJA GIMBUTAS,( una mujer lituana, profesora de arqueología europea en la UCLA de California, ella misma es arqueóloga  y lleva más de 40 años investigando sobre las culturas europeas de la Gran Diosa, autora de más de 20 libros y 200 artículos sobre el tema) donde expone los resultados de su investigación y describe una iconografía de la Diosa desde el paleolítico superior (25.000 A.C.) pasando por el neolítico y la edad del bronce hasta el periodo histórico, en los que ofrece las bases para una comprensión de la Diosa en sus diversos aspectos y el rol de la mujer en las culturas pre-patriarcales de Europa. Cfr." Arqueomitología. Una entrevista con Marija Gimbutas." en Del cielo a la tierra . Una antología de teología feminista 185-202. También   STONE, M., "Cuando Dios era mujer" Del cielo a la tierra . Una antología de teología feminista, 176-184
[55] Isis y Hathor en Egipto, Inanna Ischtar en la antigua Sumeria, Tiamat en Babilonia, Astarté en Asiria, Demetria en Grecia, Rea en Creta; la Gran Madre en Frigia y Roma, Anapurna en India, Cuatlicue en América del Sur o Asthoret  entre los hebreos. Cfr JAMES, O Los dioses del mundo antiguo. Madrid  1962,91-125  LING, T.  Las grandes religiones de Oriente y Occidente, Madrid 1968
[56] Cfr.CHRIST, C- "Por qué las mujeres necesitan a la Diosa. Reflexiones fenomenológicas, psicológicas y políticas" en Del cielo a la tierra . Una antología de teología feminista, 159-173.
[57] Buena síntesis en WITMONT, T.  El retorno de la diosa.  Argos-Vergara, Barcelona, 1984
[58]CAROL CHRIST es una teóloga feminista también postcristiana que vive en Atenas, donde dirige excursiones a los lugares sagrados de la Diosa. Alguna de sus obras más famosas son: Diving Deep and Surfacing. Beacon Press, 1980, coeditora  con PLASKOW, J. de Woman Spirit Rising :A Feminist Reader of Religion,  San Francisco,Harper-Collins, 1979 y 1989 en castellano un extracto podemos encontrar "Por que las mujeres necesitan a la Diosa". en Del Cielo a la Tierra. Una Antología de Teología feminista. Sello Azul, Santiago de Chile, 1994,159-174.
[59] SORGE, E, Religion und Frau, 68, Cfr  Una síntesis sobre sus aportaciones en relación a este tema en MARTINHO ,180-182
[60] MULACK, C. Die Weiblichkeit Gottes. Mtriarchale Vorussetzungen des Gottesbildes, Stuttgart, 1983.,17 Cfr MARTINHO 178-180
[61] ARMENDARIZ, "El Padre materno" EstudEcles 58 (1983) 249-275. BOFF, L. "El rostro materno de Dios. Madrid. 1981. BUEYO, B. "Dios Padre y Madre. Imágenes familiares y representaciones de Dios en la Psicología contemporánea." EstFilos (27) 1988,235-273. FUSTER, S. "¿Un Dios varón?. Sobre la maternidad divina, EscVed.17 (1987)75-125. . HAUGTHON,R. "Un Dios con caracteres masculinos?" Conc 163 (1981) 73-78  IDÍGORAS, J.L. "Dios Madre nuestra", Razón y Fe 213 ,nº 1063 (1987) 487-493..PIKAZA, X, "Padre" en Diccionario del Dios cristiano , Salamanca, Secretariado Trinitario, 1992, 101ss.
[62] Una presentación de la figura de Dios como madre con un lenguaje sencillo y al tiempo bien documentada puede verse en GÓMEZ-ACEBO, I. Dios también es madre, op cit.
[63] En su libro The Divine Feminine: The Biblical Imagery of God as Female New York, Crossroad, 1983.,1 Cfr. MARTINHO, 173-176 .
[64] Es expresivo de su intento el libro escrito por la pareja MOLTMANN-WENDEL  E. Y MOLTMANN, J. "Como hablar de Dios como mujer y como varón" Madrid, P.P:C, 1991 en el que el capitulo dedicado a "Dios Padre" lo escribe ella y el dedicado a "Dios Madre" lo escribe él-
[65] MOLTMANN-WENDEL,E Von der männlich-halbierten zur feministisch-ganzhjeitlichen Theologie, in Junge Kirche 46, (1985) 440, Tomado de MARTINHO, 175,nota 48
[66] RUETHER, R. R "El sexismo y el discurso sobre Dios: Imágenes masculinas y femeninas de la divino" op. cit. 128-148,128
[67] Ibidem "El sexismo y el discurso..." 131
[68]RUETHER, R, R . en El aspecto femenino de Dios. Un problema de la vida religiosa contemporánea" Concilium, nº 163 (1981)395-402, 402
[69]RUETHER, R. R,.  El sexismo y el discurso sobre Dios"... 144
[70] Ibidem 146.
[71] RUETHER, R. R. "El aspecto femenino de Dios" art. cit. 403
[72] RUETHER, R.R. " Imágenes masculinas y femeninas de lo divino" art. cit. 17.
[73] JOHNSON, E.  She Who Is. The Mystery of God in Feminist Theological, Discourse, New York, 1992,45 Cfr MARTINHO, 185,-196
[74] JOHNSON, E  ibidem ,55
[75] Ibidem 45
[76] Ibidem 56
[77] Ibidem  54
[78] Ibidem 242
[79] SÓLLE D. op.cit. 29
[80] Ibidem, 160-162
[81] Ibidem 95-96
[82] Ibidem 125
[83] Ibidem 104
[84] Ibidem 142
[85] Ibidem 127
[86] Ibidem 166
[87] MACFAGUE, S. Modelos de Dios .Teología para una era ecológica y nuclear. Sal Terrae 1987. Original ingles, 1987.(Que ha sido galardonado por la American Academy of Religión.,como el mejor libro religioso del año ), 71
[88] Modelos de Dios 38
[89] MCFAGUE, Modelos de Dios, 21-50
[90] Ibidem 18,138
[91] ibidem 18
[92] Para el tratamiento de Jesús como parábola de Dios, véase Metaphorical Theology, Cap 2.
[93] Ibidem 94
[94] Ibidem 96 ( Ver el desarrollo de este tema en las pg 90-108)
[95] ”La formulación así expresada pertenece a SALLIE MCFAGUE , en su libro The Body of God. Minneapolis :Augsburg Fortress, 1993 (El cuerpo de Dios” aún no traducido al castellano ) desarrolla con detalle esta formulación metafórica, una síntesis muy sugerente de ella se puede leer en el capítulo 3 “ Dios y el mundo” En Modelos de Dios, 109-153.
[96] En este modo de pensar una “representación metafórica ” de  Dios quedan muchas cuestiones pendientes de responder. Ninguna metáfora se adecuará plenamente al ser de Dios, es esta la afirmación más importante que siempre tiene que dejar clara toda Teología como palabra que intenta balbucir algo del misterio de Dios..
[97] MCFAGUE, S Modelos de Dios, 157-158
[98] Ibidem 158
[99] ibidem 158
[100] Ibidem 207
[101] Me sitúo muy cercana a la posición de Rosemary Ruether, Catalina Halkes, y un gran número de Teólogas feministas cristianas que, siendo críticas con la imagen de un Dios Padre patriarcal, afirman encontrar en la misma Biblia (AT y NT) y en la tradición de la Iglesia pasada y reciente, una larga trayectoria de tradiciones, en línea profética, que no sólo ponen de relieve otra imagen de Dios sino que muestran a Éste en claro conflicto con el orden existente. La realeza y poder de Dios puede utilizarse para consolidar el poder de los poderosos o por el contrario poner en entredicho este poder, como muy claramente se revela en Jesús. Dorothee lo expresa así "Nosotras creemos que el Dios cristiano es mucho más que lo que las imágenes proyectadas por hombres dan a entender. Creemos que los elementos liberadores contenidos en la tradición cristiana son mucho más fuertes que la sutil idolatría representada en el altar del patriarcado" SÖLLE, D. "Dios , madre de todos nosotros" SelecTeolg.98 (1986) 99
[102]No voy a centrar mi mirada en la novedad del contenido de la palabra Abba y/o Padre puesto en boca de Jesús , ni en lo que Jesús "dice" de Dios Padre a través de sus parábolas, tal como magistralmente lo han expresado ya en libros clásicos, entre otros JEREMIAS, J.  Abba  El mensaje central del Nuevo Testamento. Sígueme, 1981. KASPER, J.  El Dios de Jesucristo. Sígueme, 1985. Voy a arriesgar una lectura más libre, más metafórica y simbólica: ver cómo Jesús con su vida, con su modo de relacionarse con la realidad, (tal como la primera comunidad nos lo ha presentado) es parábola de Dios, lugar de trasparencia de un rostro siempre inaccesible en su identidad última pero hecho narración parabólica en la persona de Jesús. Aceptando el contenido que a este término le da Sallie McFague, tal como hemos expresado en las páginas anteriores.
[103] "En el AT hebreo, la utilización del término <<padre>> referido a Dios no es muy frecuente. Aparece sólo unas 15 veces (13 como título divino, y 2 como invocación) JEREMÍAS, J. op.cit. 19, nota,4 y BUSTO SAIZ, J. R. "Creo en Dios Padre" en Sal Terrae (1994:9)598
[104] GÓMEZ-ACEBO ,I. Dios también es Madre, op.cit 31-52
[105] SCHUNGEL-STRAUMANN,H, God as mother in Hosea 11, Theology Digest 34, 1 (1987) 66 Considera que la traducción correcta de Os.11,4 sería "Fui yo el que dio de mamar a Efraín tomándole en los brazos, pero ellos no conocieron que yo cuidaba de ellos". Esta es la traducción que aceptan también WACHER, M. TH. "¿Dios como madre?". Concilium 226 (1989),440 y GOMÉZ-ACEBO, I. en Dios también es Madre,166.
[106] GONZALEZ FAUS, I. "Aspectos antropocéntricos de Dios en Jesús" en Sal Terrae,(1994:9)636
[107] GONZALEZ FAUS, I Ibidem. 646.
[108] Ibidem. 640
[109] "Señor y dador de vida" llama el concilio de Constantinopla al Espíritu Santo  (Denz 86)
[110] En relación al tema de la fraternidad me he inspirado en  CODINA, V."Creo en la fraternidad" Sal Terrae (1994:9)611-620 ,
[111] Carta segunda a los corintios, XII. Ed. RUIZ BUENO, Padres apostólicos. Madrid 1950,364.