Conferencia Madrid: El cuidado del cuerpo



 ETICA CRISTIANA Y CIUDADANÍA GLOBAL.
CURSO 2021-2022.
CHAMINADE.
 Fundación Universitaria. Colegio Mayor.
El cuidado del cuerpo. Emma Martinez Ocaña,
29 Marzo 19,30
Paseo Juan XXIII, 9. 28040 Madrid.
Tl 915545400, https://cmuchaminade.com
 

Agradecer la invitación una vez más a participar en este nuevo curso que la Catedra de Teología Contemporánea vuelve a ofrecer.

Un encuentro de CIUDADANÍA GLOBAL que hoy más que nunca urge que se convierta en CUIDADANÍA GLOBAL.

El tema que yo voy a desarrollar está ya enmarcado en las conferencias anteriores de José Laguna: hacia una cultura del cuidado y de Pedro Gomez el cuidado de la economía y el dinero.

¿No puede parecer muy parcial y pobre en el contexto que estamos viviendo hablar del cuidado del cuerpo?

Todo depende de lo que entendamos por “cuerpo” y en qué cosmovisión están situadas nuestras personas, nuestras mentes.

Lo primero, quiero poner de relieve al invitar a una mirada holística es la necesidad de hacernos conscientes de lo que nos condiciona el universo simbólico en el que estamos.

La construcción de significados en la mente humana es una fuente de poder muy estable y decisiva. Los esquemas mentales son los filtros desde los que interpretamos la realidad, de ahí brotan nuestras emociones y nuestra manera de actuar.

Quiero poner de relieve que intento romper la mirada dualista desde la que aún vemos la realidad en muchos casos.

El “holismo” es una posición metodológica y epistemológica que postula que todos los sistemas, toda la realidad debe ser mirada en su conjunto y no solo a través de las partes que lo componen.

Holos significa totalidad, todo, entero. Una visión holística de la realidad concede el predominio del todo sobre las partes. Cada parte tiene su sentido y su “identidad” pero su sentido último se lo da la totalidad en la que está inserta.

Resalto dos principios clave: el todo es mas que la suma de las partes, y el todo está presente en cada una de las partes. Lo macro se da en lo micro y lo micro se da en lo macro.

Para el holismo todo está conectado con todo en interacción continua.

El holismo supera el dualismo, la multiplicidad, la división, no niega la multiplicidad pero pone la mirada en la unidad en la multiplicidad.

No me detengo en explicar más esta nueva mirada…os invito a participar de un curso-taller (6 fines de semana que estoy dando)

Por eso al hablar del cuerpo estoy refiriéndome a la persona entera, a la humanidad, al cosmos, al Misterio…

Cuidar etimológicamente: Derivado del latín: “cura” /”coera” : desvelo, solicitud, responsabilidad

Relacionado con: “curing” : curar y “coping” capacitar,


REGISTROS DEL CUIDADO.

Situar el cuidado de nuestro cuerpo en el conjunto del cuidado.

Somos un cuerpo no tenemos un cuerpo, el dualismo imperante nos sigue dificultando decirnos que SOMOS SERES CORPORALES, todo lo que vivimos, mientras estamos en el útero de nuestra tierra, lo vivimos en el cuerpo que somos, nada acontece, por muy “espiritual” que nos parezca que lo podamos vivir fuera de nuestro cuerpo.

Venimos de una larga tradición dualista donde el cuerpo y el “alma” eran dos dimensiones irreconciliables y además jerarquizadas y moralizadas. Hoy se va abriendo paso cada vez más una antropología unitaria y holística dando fin a divisiones ancestrales que están más interiorizadas de lo que creemos.

Nuestro cuerpo es la presencialización de nuestra persona. El cuerpo nos posiciona y nos orienta, a través de él podemos aproximarnos y alejarnos de las personas y las cosas. Todo lo que acontece en nuestra vida pasa necesariamente por nuestro cuerpo. Éste está condicionado genética y culturalmente.

Nuestro cuerpo es un lugar de sabiduría, el cuerpo sabe muchas respuestas que nuestra mente ha olvidadeo. El cuerpo guarda memoria.

Nuestro cuerpo es lugar de relación: a través de neustro cuerpo nos relacionamos con nosotroas mismas, con los demás, con la realidad, el cuerpo nos posiciona, nos resitua en un lugar u otro.

Es lugar de verificación de la verdad de nuestros deseos, valores, creencias… Hasta que estos no se hagan cuerpo aún no son verdad.

MIRADA HOLÍSTICA A TODAS LAS DIMENSIONES DE NUETRO SER CORPORAL.

Nombrarlas y recalcar que todas esas dimensiones necesitmos verlas en particular con su identidad pero sin perder de vista la mirada holística, todas ellas interconectadas nos constituyen en la unidad que somos.

SOMOS UN CUERPO FISICO

Somos cuerpos unificados, todas las múltiples dimensiones de nuestra persona nos hacen caer en la cuenta de la unidad que somos, hoy es muy clara que ejemplo la salud de nuestra persona tiene que ver con la salud física, psíquica, mental, emocional, relacional, espiritual…Muchas veces somatizamos desplazando inconscientemente a nuestro cuerpo problemas emocionales, existenciales, mentales…Cuidarnos supone aprender a sana la herida o carencia donde ésta acontece y deshacer los nudos de resentimientos, dolor, frustración del presente y/o del pasado.

Somos cuerpos interconectados, todos los sistemas de nuestro cuerpo están interconectados encaminados a la salud, a la homeostasis. Hoy entre otras ciencias, la neurociencia pone de relieve la interconexión de los llamados “tres cerebros” : el de la cabeza, el del corazón , el del intestino (Nazaret Castellanos)

¿Cómo cuidar nuestro ser corporal?

· Hacernos conscientes de cómo consideramos nuestro cuerpo y de cómo lo tratamos. Del modo como lo consideremos, así nos relacionamos con él. Si lo consideramos un amigo lo cuidaremos y respetaremos, si lo consideramos un objeto utilitario le concederemos el mínimo vital, nos ocuparemos de él sólo si la "maquina se estropea" y la llevaremos a reparar, si lo consideramos un enemigo lo maltrataremos o lo anestesiaremos, si es un desconocido, lo ignoraremos y descuidaremos, si lo deificamos habrá una excesiva sobrevaloración y le prodigaremos unos cuidados exagerados. ¿Qué consciencia tenemos de que somos un cuerpo y de que la forma en que lo tratamos es expresiva de la forma de tratarnos ?

. Gestionar nuestra salud psicosomática y eso es algo más que obtener un bienestar corporal. En esta gestión hay necesidad de un equilibrio entre las fuerzas y energías que desgastamos y las fuerzas disponibles en cada etapa de nuestra vida. Las fuerzas disponibles, es decir el caudal energético de nuestro cuerpo, provienen del capital genético, y de la reconstrucción energética aportada por la alimentación, los ejercicios físicos, el sueño, la distensión....Si no hay equilibrio se llega al agotamiento al deterioro de nuestra salud. Cuidar nuestra salud psicosomática supone hoy ser consciente de que no sabemos equilibrar trabajo- descanso, “homo faber”- “homo ludens”. El trabajo, el activismo, el no parar nunca de hacer cosas, muchas veces, termina siendo una compulsión que nos esclaviza, una compensación de otros vacíos interiores que al final termina convirtiéndonos en objetos de producción, rendimiento y así obtenemos no solo remuneración sino reconocimiento social. Hay personas que tienen la sensación de “ser una máquina de trabajar que se valora por su rendimiento, tanto produces tanto vales"

Supone también asistirlo en la salud y en la enfermedad. De un modo especial es a través de nuestro cuerpo donde se pone de manifiesto la fragilidad humana. “La vida corporal es mortal; va perdiendo su capital energético, sus equilibrios, enferma y finalmente muere. La muerte no tiene lugar al final de la vida, sino que está ya presente desde el primer momento. Vamos muriendo lentamente hasta que morimos del todo. La aceptación de la mortalidad de nuestra vida nos hace entender de forma diferente la salud y la enfermedad.”[1].

Porque somos una unidad psicosomática cuando enferma nuestro cuerpo enferma nuestro ser entero, pues la enfermedad supone un daño a la totalidad de nuestra vida. La enfermedad nos remite a la salud, pero es importante revisar nuestro concepto de salud. La Organización Mundial de la Salud de la ONU la define así: “ La salud es un estado de bienestar total, corporal, espiritual y social, y no sólo la ausencia de enfermedad y de debilidad”. Leonardo en el libro que estoy comentando se aleja de esta definición por considerarla no realista ya que no es posible la existencia sin dolor y sin muerte.

Ser persona saludable no consiste simplemente en tener salud, sino en saber afrontar «saludablemente» la enfermedad y la salud.

Como dijo un conocido médico alemán: «La salud no es la ausencia de enfermedad. La salud es la fuerza de vivir con esa enfermedad».

· Responsabilizarnos de la huella que deja nuestro cuerpo en la realidad. Cuidar nuestro cuerpo es tb hacernos conscientes y responsables de cómo pasamos por la vida, que rastro vamos dejando, cómo nos posicionamos ante la realidad.

SOMOS SERES PSICO-SEXUALES.

Personas capaces de tener una consciencia de identidad psicológica y sexual.

No es tan fácil como creemos tener una consciencia lúcida sobre nuestra identidad.

Por un lado tenemos que tener en cuenta una realidad biológica, una realidad biológica con unos órganos sexuales y unos cromosomas que hasta hace poco definían la identidad de las personas, pero nuestro cuerpo es mucho más que biología, aunque haya personas que aún están ahí.

Desde nuestra biología, hasta hace muy poco, se definía nuestra realidad sexuada: la identidad masculina y femenina exclusivamente por los genitales, genes y hormonas, (el sexo biológico o asignado al nacer) y que hoy también está cuestionada desde la realidad. Algunas persona no se sienten identificadas en esa identidad binaria y reclaman el derecho a disentir de ella. Las personas no binarias (se pueden nombrar como bigénero, pangénero, genederqueer, otras) se sienten ajenas a la categorización de las etiquetas que han configurado la identificación de los géneros masculino o femenino. El género es la configuración social del sexo, es decir el modo de definir que es masculino/femenino o qué no, configurado por roles, tareas, funciones, valores, cualidades…Hablo de perspectiva de género no de ideología de género. Perspectiva que es una categoría epistemológica, una teoría del conocimiento reconocida hoy como categoría científica.

Pero somos más que biología, nuestra persona es una realidad psíquica desde la que definimos nuestra identidad de un modo mucho más certero que nuestro cuerpo físico, biológico, sexuado. La respuesta a la pregunta ¿quién soy yo? no la encontramos solo en nuestros órganos sexuales, sino en nuestro cerebro, en nuestra realidad psíquica, en nuestro modo de percibirnos, sentirnos, vivirnos. Esa identidad sentida puede coincidir o no con su cuerpo, con el sexo asignado. Cuando no se corresponde las personas que así lo sienten tienen que hacer un camino a veces heroico por el precio personal y social que tienen que pagar para poder hacer el tránsito hacia su identidad sentida. (Anécdota de Jose desde las 3 años) Es siempre una experiencia de desconcierto y dolor para ellas y sus familias. Anecdota de Diego Neira Lejárraga, (Libro El despiste de Dios. Diego Neira Lejárraga, Editorial Tropo, 2016, el primer transexual recibido por el Papa) Después del encuentro con el Papa Francisco escribe en la dedicatoria : Gracias Papa Francisco. Gracias eternas, amigo Bergoblio”

Cuidar nuestra dimensión psico-sexual:

· Reconocer y acoger con consciencia lúcida y responsable nuestra identidad psíquica, sexual, relacional.

· Sanar la memoria, liberarla de su carga destructiva, eso supondrá en muchos casos reconciliarnos con nuestra historia , saber perdonarse y perdonar

· Saber reconocer y encauzar nuestras emociones. Somos en general bastante analfabetos emocionales, con poca consciencia de la importancia que tiene en nuestra persona el mundo emocional, “la afectivo es lo efectivo”.

· Crecer en autoestima, imprescindible para cultivar y cuidar nuestra salud personal.

· Saber vivir con madurez y lucidez nuestra identidad tanto psicológica como sexual.

· Saber vivir el placer sin miedos ni idolatrías, disfrutar de la vida y al mismo tiempo saber asumir y encajar las frustraciones de la vida de una manea saludable.

Con capacidad de pensar, conocer, crear, elegir, simbolizar.

No somos sólo “un animal racional” pero sin duda nuestra capacidad de pensar, de crear, es un rasgo distintivo de la humanidad. Para nadie es un secreto que nuestro cerebro es el gran ordenador central de nuestra vida y quizá no somos suficientemente conscientes de cómo nuestros pensamientos, nuestras creencias configuran nuestra vida. La corriente psicoterapéutica cognitiva tiene en esta afirmación su fuerza y su método de trabajo.[2] Hoy la neurociencia nos demuestra la profunda conexión física y psíquica cabeza-corazón.

Cuidar nuestro ser racional:

· Saber confrontar nuestros modelos cognitivos con la realidad, con una sana inter-subjetividad. Si queremos cuidar nuestro ser racional para que no se encapsule en pensamientos dogmáticos y fanáticos necesitamos cultivar y por tanto cuidar una mente abierta, flexible, crítica y formada es imprescindible la apertura a modos de ver, valores, creencias distintos a los nuestros.

Someter a crítica nuestros pre-juicios, pensamientos automáticos. Sin una mínima capacidad de interiorización no podemos ser conscientes de los pensamientos automáticos que tenemos introyectados, aprendidos, tragados, y muchas veces no digeridos ni siquiera explicitados. Vivimos muchas veces de creencias ajenas nunca contrastadas, de pensamientos irracionales no confrontados con la realidad que nos hacen mucho daño. Confundimos espontaneidad con libertad y muchas veces las conductas más espontáneas tienen detrás pensamientos aprendidos pero no elegidos, no discernidos, pensamientos que provocan en nosotros sentimientos que a su vez inducen conductas. Acercar cada vez más la palabra adecuada y elegida a la experiencia que acabamos de vivir es una manera de cuidar nuestro equilibrio mental y emocional.

· Consciencia de cómo y con qué alimentamos nuestra mente. Quizás hoy más que nunca necesitamos vigilar el alimento que ofrecemos o permitimos que entre en nuestra mente, son muchas las ideas, creencias, bulos, noticias falsas con la que muchos medios de des-información, pueden envenenar nuestra mente con odios, xenofobias, racismos, sexismos…que teminan enfermando nuestra persona y nuestra sociedad.

· Saber disfrutar de nuestra capacidad de crear, pensar, conocer, simbolizar. Cuidar el gusto por aprender, leer, ampliar nuestros registros del conocimiento.

SOMOS UN CUERPO RELACIONAL

Personas cuya identidad no es individual y separada sino comunitaria, relacional, interdependiente y ecodependiente.

Qué supone cuidar nuestro ser relacional.

· Hacer camino para salir de una antropología individualista a reconocer nuestra identidad relacional y comunitaria. No solo soy sino que SOMOS. Somos humanidad, somos realidad biótica, somos en la tierra formando parte de ella, somos en el misterio de la vida que los creyentes llamamos Dios.

· Aprender a compaginar adecuadamente el respeto y defensa de nuestra persona con el respeto a los demás y a toda la realidad ecológica.

· Desarrollar habilidades y actitudes sociales que nos posibiliten saber cooperar, trabajar con otros, hacer equipo.

· Llegar a saber vincularse y amar profundamente sin dependencias afectivas ni manipulaciones.

· Saber autorregular nuestras necesidades, deseos, emociones, no solo como camino de madurez personal sino como colaboración en la cultura del cuidado de la vida.

SOMOS SERES POLÍTICOS.

Personas insertas en la “polis” y responsables de su gestión y cuidado.

Cuidar nuestro ser político:

· Hacernos conscientes y responsables de esta dimensión de nuestra persona. Descubrirla como una dimensión fundamental de nuestra vida.

· Cuidar nuestra formación política

· Cultivar una conciencia lúcida y bien formada que nos ayude a hacer un bien análisis de la realidad. Nos urge buscar informaciones serias, bien fundamentadas, (más alla de lo que nos trasmiten los grandes medios y las redes sociales) para poder conocer no sólo lo que pasa sino por qué pasa lo que pasa.

· Despertar en nosotros y en nuestro entorno un espíritu crítico para no dejarnos engañar, alienar, adormecer, distraer, desinformar.

· Concretar nuestro modo de vivir la gestión y cuidado de la polis. Cada persona necesita saber decirse de que mánera desarrolla y vive su compromiso “político” es decir la gestión y cuidado de la polis.

SOMOS SERES ESPIRITUALES.

Personas con capacidad para desarrollar nuestra inteligencia espiritual y holística.

Cuidar nuestro ser espiritual.

· Cultivar la capacidad de entrar en la profundidad de nuestra persona, desarrolla nuestra capacidad de interiorización y silencio para ampliar la consciencia de nuestra verdadera identidad que es relacional

· Crecer en actualizar y vivir nuestra dimensión ética cultivando la coherencia, la compasión, el amor..

· Cultivar y desarrollar nuestra capacidad simbólica y estética con posibilidad de pensar lúcida y creativamente, de reconocer las realidades profundas más allá de su materialidad, de celebrar y disfrutar de la belleza.

· Cuidar nuestra capacidad de decidir, de optar, de ejercer nuestra libertad (sin duda limitada pero libertad)

· Movilizar nuestra vida hacia utopías dadoras de sentido, que generen esperanza y orientadas al Bien Común.

· Desarrollar y atender a nuestra necesidad de encontrar y dar un sentido a nuestra vida y a la vida.

· Cultivar nuestra dimensión trascendente . Saber salir de nuestro ego hacia horizontes que trasciendan las propias necesidades y deseos, buscando el bien común.

· Abrirnos a acoger el Misterio fundante de la vida.

SOMOS UN CUERPO CÓSMICO.

Es esta una dimensión de la que tenemos poca consciencia. Las ciencias de la tierra nos han puesto de relieve esta dimensión. Fruto del proceso evolutivo hoy sabemos que nuestro origen más remoto está en ese impresionante núcleo de energía potentísima que estalla (el Big-Bam) y a partir de ahí comienza la danza expansiva de la vida.

Hoy la ciencia de un modo poético nos dice que somos «polvo de estrellas», parte de este mismo cosmos. En nosotros la Tierra –y el cosmos– toman conciencia, se contemplan a sí mismos... Somos los ojos de la Tierra, somos su corazón... Ella es nuestro cuerpo, nuestras raíces, nuestro «yo más amplio». Pertenecemos a la Tierra, somos parte viva de la Gaia viva, totalmente interdependientes con ella

Como cuidar esta dimensión?

Rompiendo dualismos para poder mirarnos y ojala sentirnos formando parte de la tierra.

Toda la vida en este planeta forma un mismo y único árbol genealógico. No podemos mirar el mundo de la vida como un objeto que pudiera mirar desde fuera, objetiva-mente, ni desde más arriba, como quien mirara hacia un nivel inferior... sino desde dentro de la misma Comunidad de la vida, de la que formamos parte; no antropocéntricamente, sino biocosmocéntricamente. Es ciertamente, otra visión, con la que vemos el mundo de otra manera, o vemos incluso otro mundo.

Nuestro cuerpo está hecho de los mismos elementos del cosmos: tenemos el mismo código genético, los mismos 20 aminoácidos y las 4 bases nitrogenadas o fosfatadas básicos de los que está hecha toda la materia viva que hay en este planeta, y el núcleo de cada una de nuestras células, de nuestra información genética, está escrito en el mismo lenguaje ADN que el de todas las especies vivas (animales y vegetales). Está constituido por átomos que en otro tiempo han estado en otros cuerpos, humanos y no humanos; son átomos que tienen fecha de creación en la explosión de la supernova que precedió a nuestro Sol. Es decir, todos somos parientes unos de otros con una fraternidad terrenal real.

Por tanto, no es verdad hay un abismo entre nosotros y lo que nos rodea; al contrario, hay una profunda continuidad. Somos parte del cosmos, somos también el cosmos. No hay tal separación entre nosotros y los animales. De hecho, los humanos actuales somos un animal vertebrado, no «descendientes de los primates», sino realmente primates. Vertebrados, de la clase de los mamíferos, del orden de los primates, de la familia de los homínidos, del género homo, la especie sapiens.

No venimos de arriba (de una creación directa de las manos de Dios), ni de afuera (creados ex nihilo, del Dios que viene del cielo) como el relato bíblico sugiere, sino que en realidad venimos de abajo (de la Tierra), y de dentro, somos fruto de su proceso evolutivo biológico que en ella se ha desarrollado durante más de tres mil millones de años.

Somos, en un sentido propio, Tierra. Tierra que ha ido evolucionando. Somos materia-energía organizada que en nosotros llega a la conciencia, a la reflexión, a la profundidad existencial, a la reverencia contemplativa, a la co-creatividad, a la comunión universal, al éxtasis místico, a adorar…

Por eso, no somos los «dueños de la creación», ni tenemos derecho a imponer nuestros derechos por encima de los derechos de todos los demás seres vivientes, ni por encima de los derechos del planeta Tierra... Somos una especie más, aunque, ciertamente, seamos la única capaz de asumir responsabilidad consciente y solidaria sobre todo el resto de especies, capaz de tener valores, de actuar en libertad, de trascender...

Ni podemos vivir separados de la Naturaleza, como si fuéramos «sobre-naturales», injustificadamente auto-exiliados de nuestra placenta natural, abdicando insensatamente de nuestras raíces naturales, autodespojados de nuestra naturaleza terrestre, artificialmente des-naturalizados, o tratando de superar nuestra naturalidad para convertirnos en seres «espirituales» que «superarían» la materia, la corporalidad...

En la nueva visión, holística, no nos sentimos ante todo partes, individuos aislados sino partes del todo, miembros de una colectividad, vinculados, interdependientes. Y sabemos que el todo es mayor que la suma de las partes... Sabemos que la visión atomista e individualista, la separatividad, que nos hace imaginar que somos algo separado, es un espejismo, una ilusión. La realidad es que desde lo más profundo de nosotros mismos estamos vinculados, somos interdependientes, estamos influenciados por una totalidad distinta de la mera suma de las partes. Formamos una unidad mayor, y dejar de considerarlo es ceguera causada por el árbol que nos tapa el bosque

En esta visión ya no nos sentimos extraños, forasteros, diferentes ni superiores, sino pertenecientes a la Tierra, al Cosmos. Hemos cambiado nuestra conciencia local... Ahora nos sentimos de otra manera en relación a la Tierra y al Cosmos; lo vemos todo de otra manera; en cierto sentido hemos cambiado de «lugar cósmico»[3],

Es urgente que evolucionemos como humanidad o que cedamos el puesto a otra especie que sea funcional a la supervivencia y al florecimiento de la vida y que sepa vivir de una forma armoniosa para con el planeta y la biosfera

SOMOS POR OPCION UN YO RELIGIOSO.

Porque somos seres espirituales podemos vivir una opción religiosa, es decir abrirnos a una religación con el Misterio que los creyentes llamamos Dios.

Cada creyente cultivará esta dimensión de acuerdo a su opción religiosa.

Cuidar nuestra fe cristiana supone

· Cultivar espacios y tiempos personales y comunitarios para conocer a Jesús de Nazaret y querer vivir nuestra espiritualidad a su estilo, a su aire.

· Dejar que esa contemplación nos impulse a hacer de su proyecto vital nuestro proyecto, sus valores y modos de estar en la realidad los nuestros.

· Acoger la imagen de Dios revelada en Jesús, Abba, de amor incondicional.

· Responsabilizarnos de poner al día nuestra formación religiosa, buscando formas de celebrar nuestra fe, que nos resulten válidas ya dadoras de sentido.

· Comprometer nuestra vida haciendo verdad que somos familia, es decir aprender a vivir como hij@s y como herman@os.

· Buscar cómo vivirnos en una comunidad que celebra recreando la dimensión simbólica de la vida poniendo creatividad y alegría para que las celebraciones alimenten personal y comunitariamente nuestra fe.

ANEXO. Ampliación de somos una realidad psíquica-emocional.

Aunque el tema de las emociones se puede situar claramente dentro de la realidad psíquica, yo aquí quiero resaltar la fuerza y la originalidad de nuestro mundo emocional. El reconocimiento y educación de nuestra inteligencia emocional es ya una conquista social y educativa desde hace varios años. Más allá de nuestras identidades asignadas o re-asignadas está el complejo mundo de nuestras emociones y deseos que configuran de un modo muy potente nuestro modo de situarnos en la realidad y tienen una influencia en nuestras vidas mucho mayor del que creemos, ya lo decían los clásicos: “Lo afectivo es lo efectivo”, el rio de nuestra vida discurre por el cauce de nuestras emociones. Las emociones son señales de nuestro cuerpo que es urgente saber nombrar acertadamente y darles el cauce adecuado. Dentro del mundo emocional tiene un lugar muy importante el deseo y por tanto tb el deseo sexual, la atracción emocional, afectiva, sexual hacia otra persona. Por eso hablamos de orientación sexual y por tanto de la realidad de la diversidad sexual tal como la perciben y nombran quienes la viven y defienden: heterosexua, homosexual (lesbianas y gays) bisexuales, transexuales, intersexuales (no binarios) quier ( rechazo de las clasificacions). Estamos aún en un lento proceso de aceptación social porque esta aceptación supone decodificar muchos pre-juicios, etiquetas, y concepciones antropológicas ya caducadas y que además hacen mucho daño y denotan mucho desconocimiento.:

Formas diversas de vivir el deseo sexual. Es verdad que hace años se consideraba una disfunción, o enfermedad la homosexualidad, hoy eso no lo defiende la antropología, ni la medicina, ni la sexología y cada vez va haciéndose un sentir más común, (aunque queda mucho camino por andar) , la aceptación esta diversidad sin calificaciones.

Desde el 17 de mayo de 1990 la organización Mundial de la salud (OMS) eliminó la homosexualidad de la clasificación Internacional de Enfermedades (CIE).

Ya en 1973 la Asociación Americana de Psiquiatría la había eliminado de su manual diagnóstico como psicopatología. “Con ello se hace reconocimiento de la orientación sexual diversa como una variante humana restaurando un derecho que había sido violentado desde las instituciones de la salud”

¿Cómo es posible que a finales del 2021 haya personas colectivos, países que siguen considerándola una enfermedad o una disviación o peor aún un pecado?

Yo hoy desde aquí quiero denunciar lo que yo considero una falta de justicia y una violación de los derechos humanos la persecución que en algunos países se sigue ejerciendo sobre toda forma de diversidad sexual, amenazados con cárcel e incluso castigados con la muerte. También denuncio en nuestro país los discursos homofóbicos y transfóbicos por parte de Vox y otros colectivos que están generando una ola de agresiones y persecución muy nefastas y peligrosas que abiertamente atentan contra los derechos humanos.

Quiero también denunciar con dolor la discriminación, el rechazo, excomunión, la condena, la no aceptación dentro de parte de la Iglesia oficial, aquí en España tenemos algunos obispos que claramente están en la línea de la desgraciada nota de la Congregación para la Doctrina de la fe de este año 2021 prohibiendo bendecir las parejas homosexuales con la terrible afirmación de que la “Iglesia no bendice el pecado” me resulta incomprensible tanto por el estilo de Jesús de Nazaret de no discriminación de nadie, como que en este siglo XXI se hagan afirmaciones de este tipo

[1] BOFF, L., ibídem 117

[2] Casi todos los libros de autoayuda que están hoy en el mercado siguen de alguna manera esta corriente en auge hoy, para una aproximación rápida y sencilla: ELLIS, A. “una terapia breve más profunda y duradera, Paidós, 1999.

[3] Igual que la teología y la espiritualidad de la liberación hablaban del «lugar social». Cfr. ELLACURÍA,

I., El auténtico lugar social de la Iglesia, RELaT 124, http://servicioskoinonia.org/relat/124.