Celebrar



"Les dijo el Maestro: 'Dios es el Desconocido y el Incognoscible. Cualquier afirmación acerca de El, cualquier respuesta a vuestras preguntas, no será más que una distorsión de la verdad'.
Los discípulos quedaron perplejos: 'Entonces, ¿por qué hablar sobre El?­
'Y ¿por qué canta el pájaro?', respondió el Maestro.'El pá­jaro no canta porque tenga una afirmación que hacer. Canta porque tiene un canto que expresar'".
(Anthony de Mello)
Un canto que habla de viento recio, de fuego vivo; de vida nueva; de palabra transparente...

Es un canto que invita a nacer de nuevo y hacer de esa vida nueva "canto y compromiso", fiesta Y profecía.

Es un canto que invita a la fiesta. La fiesta de la VIDA NUEVA de aquella que brota del agua y del Espíritu.


Es un canto que susurra al oído, que proclama a los cuatro vientos: ¡Celebrad! ¡Celebrad!

Celebrar ¿qué?

Que la bondad de Dios -que llamamos gracia- se ha derramado sobre el mundo. Un viento huracanado lo inunda todo... Aquí se hace brisa tierna que acaricia, allá viento recio que grita y lucha libertad; más allá es dolor de parto de vida nueva.

¡Celebrad! Porque !Pentecostés es una fiesta!

La fiesta es apertura, expresión gozosa de un proyecto compartido. La fiesta es afirmación de que la vida es buena y vale la pena, a pesar de la contradicción y el fracaso, el sufrimiento y la muerte...

La fiesta es un sí a la vida.

En la fiesta ni se trabaja ni se rinde. En ella se pone de manifiesto la importancia de lo inútil, de lo que no sirve para, sino que sencilla mente es. Festejar es vivir y expresar experiencias esenciales de la vida.

Por eso celebrar, festejar, es situarnos en el centro de la existencia:­ allí donde se vive y se expresa el Amor.

¡Pentecostés es la Fiesta del AMOR!. Por eso Pentecostés casi solo se puede cantar.

«El pájaro no canta porque tenga una afirmación que hacer.
Canta porque tiene un canto que expresar».