Brasil, la democracia amenazada


Me envían desde Brasil dos personas muy conocedoras de la realidad este comunicado,  que quiero compartir públicamente.

Como varias amigas y amigos de diferentes países nos preguntan por la situación actual de nuestro país queriendo entender y también manifestando su solidaridad, van aquí algunas notas sobre la grave situación que estamos enfrentando. Se trata de una situación compleja, tensa, volátil, en la que las piezas y los actores
cambian y se mueven muy rápido, lo que torna difícil querer explicar en unas pocas palabras. Situación de crisis política y económica que tiene un centro visible en el resultado de las elecciones presidenciales de 2014, en las cuales Dilma Rousseff ganó la presidencia con casi el 52% de los votos, equivalente a unos 54 millones de electores. Pero desde ese momento la oposición, representada por Aecio Neves, candidato del PSDB, no aceptó la derrota y desde el inicio del segundo mandato de Dilma en enero de 2015, se comenzó a articular y construir alguna forma posible para destituirla. Comenzaba ahí la gestación del golpe a la democracia. Inviabilizando desde ese momento las posibilidades de gobernabilidad con el discurso de crisis
económica y política y falta de confianza. Desde nuestra perspectiva la crisis central es política y siendo ésta resuelta o encaminada será posible la recuperación económica. 

1) Vivimos un momento de especial crisis del Estado democrático de Derecho, en el que la Policía Federal, el Ministerio Público y el Poder Judicial, con un amplio y tendencioso apoyo de la gran mídia vienen actuando, especialmente en el tema del combate a la corrupción, - la Operación “Lava Jato” relacionada con la Petrobras y las grandes empresas constructoras-, con actos y prácticas que afectan la Constitución,
la legalidad, desrespetando los derechos individuales y colectivos, sin ampararse en los principios más básicos del derecho occidental como son la amplia defensa, la presunción de inocencia y el debido proceso legal. La Operación “Lava Jato” que es conducida en un juzgado de primera instancia (el juez Moro) apunta a albos determinados y actua parcialmente apuntando un único lado (el PT, y todo lo que pueda relacionarse con las figuras de Lula y Dilma). No es negar la existencia de la corrupción ni el combate de la misma, que en relación con eso todos los lados estamos de acuerdo, y que se condene y cumpla su pena a quien se le compruebe que cometió ese delito. Pero sí se cuestiona y cada vez se visibiliza más la forma en que está siendo realizada sin imparcialidad judicial y sin respeto de los principios jurídicos básicos. Habiendo llegado al límite con la publicación en la mídia, la semana pasada, de las escuchas telefónicas de conversación entre Dilma (la presidente con fuero de protección especial) y Lula, y de éste con otras personas, con el claro objetivo de destruir la posible candidatura de Lula a la presidencia para las elecciones de 2018.


Uno de los errores de estos años de gobierno del PT fue no haber hecho la reforma de las leyes de los medios de comunicación y la reforma política que afecta el financiamiento de campañas de los partidos y ahora se pagan las consecuencias. Los grandes medios de comunicación del país están concentrados en un grupo de unas siete familias poderosas.


2) El otro punto central, urgente y preocupante de este momento presente que es importante denunciar es el golpe en curso de la oposición a través del uso de la figura del impeachment, que existe en nuestra Constitución pero para situaciones extremas y de realmente comprobación de prácticas incorrectas administrativas fiscales realizadas por la presidente del país. No hay ninguna “materia” en relación con eso para acusar y comprobarle al mandato de la presidente Dilma Rousseff. No cometió ningún delito administrativo fiscal que realmente permita usar esa figura para la acusación y el posterior juicio. Se la acusa de haber demorado en los plazos para repasar los recursos a los bancos públicos para el financiamiento de políticas sociales. Hecho realizado normalmente en diferentes instancias de gobierno y que no configura crimen grave. En este momento la comisión en la Cámara de Diputados encargada del proceso del impeachment está intentando ampliar el alcance del concepto para poder configurar el crimen. Un comentario importante es que la mayoría de los parlamentares actuales, gran parte de la oposición que comanda el impeachment están acusados o responden procesos por corrupción. La discusión dependiendo del lado es: si es golpe o no. Nosotros sostenemos que es golpe, que es la nueva forma de los golpes del Siglo XXI, que se configura de la mano del aparato jurídico-legal, del Poder Judicial conjuntamente con el poder midiático. Y es golpe por qué es un acto ilegítimo contra el orden democrático, que hiere la Constitución, el Estado de Derecho y desrespeta la soberanía popular en la elección legítima de un presidente para un mandato determinado en un sistema presidencialista.


Ya se hicieron en el continente ensayos en los años pasados en la situación de Paraguay y Honduras, pero ahora en Brasil viene acompañado de un proceso de más sofisticación fuertemente apoyado por el discurso de combate a la corrupción y de asalto al poder legalmente constituido.


3) Desde el punto de vista geopolítico es importante tener en cuenta que el hecho que Brasil sea miembro del grupo de los BRICS, especialmente con la propuesta de la creación del banco lanzada el año pasado por este grupo, incomoda mucho al poder y a la injerencia de Estados Unidos en el continente y en el escenario global multipolar.

También debemos tener en cuenta que el proyecto político del gobierno del PT a nivel regional enfatizó la integración no subordinada a los Estados Unidos y comenzó en la época de combate y derrota del proyecto del ALCA.

4) Un punto central que está en el fondo de toda esta crisis y situación son los dos proyectos de sociedad, de política, de sentidos de vida y de ciudadanía en disputa, ambos dentro de un modelo y contexto capitalista.

El proyecto implementado y desarrollado durante los últimos 12 años de gobierno Lula y Dilma, se enfocó dentro de un modelo de desarrollo productivo con redistribución de riqueza y de renta, más inclusivo de la gran parte de la población subalternizada que durante quinientos años ha enfrentado la exclusión, los prejuicios, la discriminación y el racismo. Algunos de los resultados de las políticas implementadas son evidentes para mostrar por qué este modelo se tornó altamente amenazador en el momento presente. Comparando el Brasil de 2002 al de 2013 según datos de la ONU, la OMS, Unicef, el Banco Mundial, el IBGE entre otras instituciones podemos citar solo algunos resultados como ejemplos: el salario mínimo en dólares pasó de 86,21 (2002) para 305 (2014), el Programa Mi Casa Mi Vida (casa propia para familias de baja renta) benefició un millón y medio de familias, el PROUNI (programa de apoyo universitario) concedió 1.200.000 becas de estudio, la desigualdad social tuvo una disminución del 11,4% , la tasa de pobreza pasó del 34% en el 2002 para el 15% en el 2012, y la de extrema pobreza pasó del 15% (2002) para el 5,2% (2012). Estos son solo algunas informaciones para mostrar porque ese modelo incomoda y amenaza mucho a los grupos y clase históricamente dominante, acostumbrada a tener y vivir de privilegios y no del ejercicio de los derechos y la construcción de la ciudadanía. Uno de los datos/realidades que más los incomodó fue el tener que pasar a convivir y dividir los espacios reales y simbólicos expresados en el aumento de venta de pasajes de avión, que pasaron de 33 millones en 2002 para 100 millones en 2013.

Claro que hay un punto importante a ser discutido en el tipo de inclusión de estos modelos y políticas, si realmente son por el aumento y expansión en la efectivación de derechos y ciudadanía o si solamente están asentados en el aumento del consumo. Pero siendo conscientes de este aspecto en este momento del país ese no es un tema central de lo que está en cuestión que es la continuidad democrática.

El otro modelo en disputa canalizado por la oposición que reconocemos está configurada por un espectro muy amplio y variado, se centra en la vuelta de políticas neoliberales duras, con proyectos de disminución del Estado, flexibilización extrema de las leyes laborales y de los derechos sociales y del trabajo (ya hay proyectos en curso muy avanzados) y una mayor participación en los porcentajes de las compañías de petróleo extranjeras en la explotación del petróleo y del gas del presal disminuyendo la participación de la Petrobras. El presal es otro campo de disputa muy importante por la cantidad de riquezas naturales y económicas que contiene.

5) A nivel social vivimos un acirramiento de ambos lados, el mito del brasileño cordial y de la democracia racial se desmontó, evidenciando la cultura real especialmente de las clases dominantes de no aceptación de las diferencias, de cualquier tipo: de género, étnicas, raciales, de condición sexual, religiosas y en este momento mucho menos de visión y enfoques políticos, configurando un fascismo social. Se hacen muy difíciles los diálogos en los diferentes espacios macro y microsociales, hasta al interior de las familias con visiones diferentes.

6) Un aspecto importante que esta situación está generando es la manifestación y movimientos diversos en la sociedad civil. Especialmente del lado que lucha contra el golpe y contra el impeachment. Aunque aparentemente tenemos una correlación de fuerzas que no nos favorece, estimula y desafía ver la creación de tantos grupos, foros, manifiestos, comités, colectivos, etc. unidos e identificados con la bandera de la defensa de la democracia y el mantenimiento del Estado Democrático. No va haber golpe!!! Es la bandera de la resistencia por la que estamos movilizándonos, articulándonos y luchando en este momento. Es un momento rico de formación de la ciudadanía y de defensa de la cultura democrática. Esperamos no ser derrotados y contamos con la solidaridad de ustedes para denunciar en sus países la gravedad de la situación actual de esta nueva forma de golpe del Siglo XXI. Creemos que estas palabras de Pepe Mujica son las que nos acompañan y nos animan en este momento histórico, “¿Qué sería de este mundo sin militantes?, ¿Cómo sería la condición humana si no hubiera militantes? No porque los militantes sean perfectos, porque tengan siempre la razón, porque sean superhombres y no se equivoquen… No, no es eso. Es que los militantes no vienen a buscar la suya, vienen a dejar el alma por un puñado de sueños. Porque, al fin y al cabo, el progreso de la condición humana requiere, inapelablemente, que exista gente que se sienta en el fondo feliz en gastar su vida al servicio del progreso humano. Porque ser militante no es cargar con una cruz de sacrificio, es vivir la gloria interior de luchar por la libertad en el sentido trascendente”.

Río de Janeiro, 30 de marzo de 2016