Dentro de 15 años. ¿Una sociedad espiritual? (II)




 Los caminos hacia esa nueva sociedad.

Asombrada por lo que veía y oía les pregunté cómo habían ido avanzando por este camino “espiritual” hasta llegar a ese despertar y a esa sabiduría de vivir.

Sin prisa, esta era otra característica de esa sociedad, me fueron contando que los caminos fueron múltiples y se fueron fraguando lentamente, y que además hubo una convergencia de movimientos sociales, espirituales, religiosos, éticos, de oriente y occidente, de ciencias humanas y de la tierra, física cuántica incluída. 

Me lo fueron narrando así:

“A finales del siglo XX una palabra empezó a ocupar todos los espacios informativos porque expresaba una profunda realidad: crisis. Creció la consciencia de que el sistema no funcionaba, de que el paradigma cultural en el que habíamos vivido llegaba a su fin. La sensación que vivimos la expresó bien el pensador italiano Antonio Gramsci: lo viejo se resiste a morir y lo nuevo no consigue nacer. Pero como toda crisis es un tiempo de criba y de oportunidad (no sólo de sufrimiento), supimos descubrir qué necesitábamos para renacer como sociedad nueva.

Después de muchos años de dominio de un sistema económico de capitalismo salvaje que fomentaba el individualismo egocéntrico, (ajeno a las consecuencias globales de su funcionamiento)… de vivir a tope el “sálvese quien pueda”… de experimentar las consecuencias de permitir que socialmente funcionara la ley del más fuerte y la competitividad en lugar de la cooperación…sentimos el vértigo de ir hacia el abismo como humanidad. Las flagrantes injusticias y desigualdades se hicieron insoportables a las personas más lúcidas y despiertas de nuestra sociedad y algunos empezamos a escucharlas… y cada vez fuimos más y más, en círculos concéntricos, en los barrios, colegios, grupos de reflexión, tertulias de radio y televisión, publicaciones, editoriales de prensa… Entre todos fuimos dándonos cuenta de a dónde nos llevaba ese modo de vivir.

El materialismo craso de considerar real sólo lo que veían nuestros ojos y tocaban nuestras manos nos dominó durante mucho tiempo, y nuestro vivir cotidiano consistía en luchar por un mayor bienestar material individual, familiar…de la pequeña tribu. Creímos que éste bienestar no tenía límite y que en él encontraríamos la felicidad y no sólo verificamos que no éramos más felices, sino que descubrimos con horror las consecuencias de nuestro enfoque. Verificamos que la modernidad y su sistema económico estaban dejando una larga huella de injusticia, división, dolor, guerras, muerte y destrucción… … tres cuartas partes de la humanidad malvivía en una profunda desesperación, los habíamos convertido en esclavos laborales, sexuales, mercancía barata. Nuestra tierra expoliada y agostada en sus recursos naturales gritaba por los cuatro puntos cardinales…

Realmente sí habíamos conseguido en algunos países una serie de conquistas sociales, políticas, científicas, sanitarias y educativas importantes y muy valiosas, habíamos alcanzado un estado de bienestar notable…pero no éramos conscientes del precio social y ecológico de ellas. Estábamos dormidos como humanidad y hemos despertado.

Fue muy duro despertar y descubrir que habíamos vivido en el sueño de una cruel inhumanidad, en una absoluta ceguera…pero ¡mereció la pena ese despertar!.

Ante esta situación surgieron las llamadas espiritualidades de liberación, espiritualidades de resistencia como protesta activa ante tantas realidades oprimidas.[1] Espiritualidades de la liberación que se extendieron por todos los continentes. Ya en los años 70 habían surgido en América Latina, poniendo de relieve la causalidad entre pobreza y riqueza, poniendo a los pobres e indígenas sin tierra en el centro de la liberación buscada. Ellos mismos se hicieron protagonistas de sus luchas en la conquista de su dignidad. En otros continentes, como el africano, surgieron movimientos en la misma dirección. Los negros despertaron a la consciencia de su discriminación racial y muy pronto otros colectivos discriminados y oprimidos se pusieron en pie. Espiritualidades centradas en la defensa de los derechos humanos: emigrantes, personas en situación de riesgos, defensa de los derechos de todas las personas: negras, amarillas, homosexuales, transexuales… todas ellas como espiritualidades críticas y de protesta, de compromiso con la defensa de la vida allí donde se vulnera o no se protege adecuadamente. Fueron configurándose también las espiritualidades feministas, eco-feministas,[2] que pusieron de relieve la opresión secular de las mujeres y su conexión con la destrucción de la tierra. 

Dentro de este espíritu de protesta crítica, aunque en su momento no se le nombrara como “movimiento de espiritualidad”, surgieron los “indignados” [3], no sólo aquí en España sino en el mundo entero ; ellos, de muy diversas maneras y desde muchos espacios geográficos, sociales e ideológicos… dijeron ¡Basta ya! al sistema económico neoliberal imperante. ¡Basta ya! a una democracia no participativa, a la violación de los derechos humanos, a la manipulación de la información, a la corrupción en muchos niveles de la vida. A este grito unieron otro: “Sí se puede”: Y eso iba acompañado de propuestas y conquistas sociales importantes, como por ejemplo parar desahucios injustos y movilizar a la ciudadanía cada vez más consciente de su poder como sociedad civil.

Todos esos movimientos críticos o espiritualidades de liberación nos ayudaron a abrir los ojos primero y a sentir el dolor de los afectados como nuestro y por tanto a hacer de sus causas nuestras causas.

No fue un proceso fácil ni rápido. Necesitamos aprender a escuchar esos gritos de protestas con propuestas. En sus justas demandas nos fuimos uniendo a ellos, formando una inmensa marea ciudadana que, pacífica pero insistentemente, exigía cambios estructurales, políticos, educativos, sanitarios, democráticos… ¡hasta que lo conseguimos!

Pero también nosotros, teníamos que cambiar nuestra manera de pensar y de vivir: en vez de crecer en consumo de-crecer, en vez de destruir cuidar, en vez de “pasar” echar una mano, en vez de mirarme sólo a mí y a los míos mirar más allá y descubrirnos conectados e interdependientes…

Aún hubo otros caminos que tuvimos que andar, porque otro gran olvido de la modernidad fue el de la interioridad, la dimensión de profundidad de la vida, de lo gratuito, de lo no rentable. La vida humana en gran parte había sido reducida a su dimensión exterior, productiva, eficaz, brillante, de puro divertimiento y superficialidad, produciendo hastío, vacío, sin sentido… y como contrapunto, por todas partes fue surgiendo un movimiento nuevo: algunos lo llamaron “hambre espiritual”, “vuelta de lo sagrado”, “interés por la experiencia mística”, “búsqueda de silencio”, “hambre de ser”. 

Otra nueva marea nos ayudó también a despertar. Eran otros movimientos espirituales [4], distintos en principio, pero que no dejaban de confluir. Los nombres fueron varios: “espiritualidad laica”, “holística”, “integral”, “espiritualidad sin Dios”, “espiritualidad no-dual”, “trans-personal “… en todos ellos predominaba un concepto de espiritualidad que subrayaba el silencio como camino hacia la profundidad y la verdad, el camino del control y superación de la mente reflexiva cultivando el silenciamiento mental, para poder acceder a la verdad más profunda del ser humano: la unidad, la totalidad, el Ser. 

En ésta búsqueda del fondo del Ser confluimos muchas personas creyentes y no creyentes: las tradiciones meditacionales y contemplativas de oriente y occidente; descubrimientos de algunas ciencias como la física cuántica,[5] la psicología positiva[6] y las Terapias de Tercera Generación [7](Aceptación, Compromiso, Mindfulnes etc) la psicología transpersonal,[8] la neurobiología que va identificando con más claridad y precisión los beneficios psicofísicos de la meditación y el silencio como camino de sosiego, calma, paz, conexión con las dimensiones más profundas de ser humano [9]; La constatación por parte de la psicología y teoría del conocimiento de las inteligencias múltiples y de un modo especial de la inteligencia espiritual[10] nos han devuelto una mirada más integradora sobre nuestra realidad humana. Nos volvieron a decir que somos seres con una innegable dimensión de hondura, de profundidad, somos seres espirituales, capaces de trascendernos más allá de nuestro pequeño ego.

En esos diálogos largos y pacientes me dijeron también que en esta manera de entender la espiritualidad, como una experiencia de conexión con las dimensiones más profundas del ser humano, destacaron figuras significativas que abrieron caminos nuevos y de diálogo entre la fe y la mística cristiana y de otras confesiones o religiones, con los otros movimientos espirituales transreligiosos. [11]

Lo realmente importante, me dijeron, fue que las corrientes de espiritualidades de liberación y las de silencio y búsqueda del Ser esencial se encontraron, y complementaron. Se habían terminado los dualismos y divisiones inútiles. 

También eso llevó su tiempo: por un lado se sucedieron Foros, Encuentros Internacionales y Congresos en los que las personas que militaban en espiritualidades críticas y de la liberación buscaron encontrarse y confluir con quienes buscaban tiempos de silencio, meditación e interiorización para ampliar la consciencia de nuestro verdadero Ser y ver con más lucidez, para tener espacios para rectificar, mirar el corazón de la realidad y el propio corazón, para descubrir tantos mecanismos humanos que necesitamos liberar de nuestras personas: poder, tener, ganar, triunfar a cualquier precio… y poder cada vez más vivir desde nuestro Ser esencial.

[1] Una Buena síntesis puede verse en AA.VV. Teologías del tercer mundo, Cátedra Chaminade, Madrid, S.M. 2008 

[2] Una presentación global puede verse en , AA.VV., Feminismo es… y será, Jornadas Feministas Córdoba 2000, (2001), Publicaciones Universidad de Córdoba; ARRIAGA FLÓREZ, Mercedes., NAVARRO PUERTO, Mercedes (Eds.) en Teología Feminista I (2007), Teología Feminista II (2008), EFETA (Escuela Feminista de Teología de Andalucía), Ed ArCibel 

[3] COLECTIVO NOVECENTO,(2012) Lo llamaban democracia. De la crisis económica la cuestionamiento de un régimen político, Icaria; CRUELLS, Marta,- IBARRA, Pedro,(2013), La democracia del futuro. Del 15M a la emergencia de una sociedad civil viva, Barcelona, Icaria; FERNÁNDEZ, J., SEVILLA, C. Y URBÁN, M. (eds.). (2012). ¡Ocupemos el mundo!: Occupy the world!: Barcelona, Madrid, Atenas, Túnez, El Cairo, Lisboa,Islandia, Oakland, Wall Street, Londres, Moscú, Tel Aviv , Barcelona, Icaria; CALLE, Ángel. “La Transición Inaplazable. Los nuevos sujetos políticos para salir de la crisis”, Barcelona, Icaria; ARTAL, Rosa María. (2011). La energía liberada: El estallido social de un mundo en crisis, Madrid, Aguilar. 

[4] Caballé, M., La sabiduría de la no-dualidad. Barcelona, Kairós, 2008; Corbí, M., Una espiritualidad laica. Sin creencias, sin religiones, sin dioses, Barcelona, Herder 2008;; Nogués, R.Me., (coord.) La espiritualidad después de las religiones, Mataró, Librería Robafanes 2007; TOLLE, E., Todos los seres vivos somos uno, Barcelona, Debolsillo, 2009; Underhill, E., La mística. Estudio de la naturaleza y desarrollo de la conciencia espiritual, Trotta 2006; WILLBER, K., Espiritualidad integral. El nuevo papel de la religión en el mundo actual, Kairós 2007; La visión integral, Barcelona, Kairós, 2008. 

[5] CAPRA, F.; STEINDEL,-RAST, D, Y MATUS, T., Pertenecer al universo. Encuentros entre ciencia y espiritualidad, EDAF, 1994.; CAPRA, F, GOLEMAN-DOSSEY-RUSSELL- KRIPPNER Y Otros, La espiritualidad a debate. El estudio científico de lo Trascendente, Barcelona, Kairós, 2010. WILBER, K., Cuestiones cuánticas. Escritos místicos de las físicos más famosos, Barcelona, Kairós, 2002. ROSEMBLUM, B-KUTTNER,F., El enigma cuántico. Encuentros entre la física y la conciencia, Barcelona, Tusquest, 2010; WALLACE, A., La ciencia de la mente. Cuando la ciencia la espiritualidad se encuentran. Barcelona, Kairós, 2010 

[6] SELIGMAN, M., La auténtica felicidad, ed. Zeta, Barcelona, 2011; CSIKSZENTMIHALYI M. Fluir. La psicología de la felicidad, Barcelona, Kairós, 1997 y Aprender a fluir,2010 7ª, Kairós,; Carr, A., Psicología Positiva. La ciencia de la felicidad, Paidós, Barcelona, 2007; Vázquez, C. – Hervás, G. (eds) La ciencia del bienestar: Fundamentos de una psicología positiva, Alianza, Madrid, 2009. 

[7] LUCIANO, M.C., Terapia de aceptación y compromiso. Un tratamiento orientado a los valores, Madrid, Pirámides, 2002; SIMÒN, V., Aprender a practicar mindfulness, Barcelona, Sello editorial, 2011. 

[8] FERRER, J. N., Espiritualidad creativa. Una visión participativa de los transpersonal, Barcelona, Kairós 2003 

[9] WILGER K., Los tres ojos del conocimiento. La búsqueda de un nuevo paradigma, Kairós, 1991; La conciencia sin fronteras. Aproximaciones de Oriente y Occidente al crecimiento personal, Kairós, 1998.; (Ed), El paradigma holográfico. Una exploración en las fronteras de la ciencia, Barcelona, 1991.; Más allá del Edén. Una visión transpersonal del desarrollo humano., Kairós, 2001 Una versión integral de la psicología, Alamah 2000, Espiritualidad integral, Barcelona, Kairós, 2007 

[10] TORRALBA, F., Inteligencia espiritual, Barcelona, Kairós, 2010. 

[11] BETTO, F., La obra del artista, Una visión holística del universo, Trotta, 1999; SCHLÜTTER, A. Mª., Espiritualidad para un mundo nuevo. Evangelio y Liberación, 2004, 117-134; El verdadero vacío: maravilla de las cosas¸ Zendo Betania, 2008; JOHNSTON, W, Mística para una nueva era. Bilbao, DDB, 2002; MELLONI RIVAS, J., Vislumbres de lo real, Barcelona, Herder, 2007; El No-lugar del encuentro religioso, Barcelona, Trotta, 2008, El deseo esencial, Santander, Sal Terrae, 2009. JÄGER, W., J., Encontrar a Dios a través de la meditación, Madrid, Narcea, 1991. En busca de la verdad, Caminos, esperanzas, soluciones, Bilbao, DDB, 1999.-En busca del sentido de la vida. El camino hacia la profundidad del ser, Narcea, 2002; La ola es el mar, Bilbao, DDB, 2002. A donde nos lleve nuestro Anhelo. La mística del siglo XXI, Bilbao, DDB, 2005. La vida no termina nunca. Sobre la irrupción en el Ahora, Bilbao, DDB, 2007; Sabiduría de occidente y oriente, DDB, 2008; Contemplación, un camino espiritual, Narcea, 2013, MARTÍNEZ LOZANO, E. Vivir lo que somos, Bilbao, DDB, 2007; Qué Dios y qué salvación, Bilbao, DDB, 2008; Recuperar a Jesús. Una mirada transpersonal, Bilbao, DDB, 2011; Sabiduría para despertar, Una lectura transpersonal de la lectura de Marcos, Bilbao, DDB, 2012; ¿Qué decimos cuando decimos el Credo? Una lectura no-dual, Bilbao, 2012; Vida en plenitud. Apuntes hacia una espiritualidad transreligiosa,(2012),Madrid, PPC.