Revista Crítica nº 893. Marzo 2002, pp. 40-42
Comienzo esta reflexión con una pregunta: cuando nos referimos al "cuerpo" ¿de qué hablamos?. No es obvio que al escuchar este término nos evoque lo mismo. ¿Qué es el cuerpo humano?. No es fácil responder a esta pregunta, pues son innumerables las posturas desde las que nos podemos acercar a esta realidad, podemos hacerlo desde una perspectiva antropológica, biológica, médica, psicológica, estética, simbólica, filosófica, religiosa, etc.
Además de la complejidad de enfoques somos hereder@s de una tradición dualista filosófico-religiosa que ha demonizado el cuerpo o lo ha convertido en "cárcel del alma" o en su "soporte".
Cada vez más va desapareciendo ese dualismo, que tanto daño nos ha hecho, y hoy se nos indica que "no es posible dar una definición del cuerpo que el ser humano es, ya que el definir no puede entrar en lo definido"[2]
En esta perspectiva, en la que me sitúo, lo primero que quiero afirmar es que somos un cuerpo, no tenemos un cuerpo. Nuestro cuerpo es la visibilización de nuestro ser, es nuestra persona, nos configura, define, es nuestro espacio y nuestro limite. En este mundo sólo podemos ser en un cuerpo Un cuerpo material, energético, psicológico, relacional, espiritual... Un cuerpo capaz de amor, de libertad, de trascendencia.
Uno de los temas de investigación hoy más apasionante es el de la "construcción social del cuerpo, y de un modo singular del cuerpo de la mujer"[3].El cuerpo es el lugar de la construcción de la propia identidad, por eso hablar de visibilidad-invisibilidad del cuerpo de la mujer es en realidad hablar de cómo y por quién ha sido visibilizado/-invisibilizado nuestra identidad de mujeres. ¿Desde qué categorías, paradigmas, ideologías, antropologías, cosmogonías, mitos, valores, costumbres, tradiciones sociales y religiosas se ha construido la identidad del cuerpo femenino?.
En estas paginas voy a poner de relieve el cuerpo como cuerpo sexuado y por tanto sometido al estereotipo de género, padeciendo todas las consecuencias que de ello se derivan.
En esta reflexión-denuncia voy a dejarme conducir por algunas preguntas, aunque dado el escaso espacio del que dispongo, voy a desarrollar sobre todo la primera, siendo ésta la que más explícitamente responde al enunciado que me han solicitado.
· Qué del cuerpo de la mujer se ha hecho visible, qué invisible y cómo ha sido esa visibilización.
· Dónde se le ha permitido hacerse visible y dónde no.
· Por qué ha sido así.
· Qué consecuencias ha tenido y sigue teniendo este hecho.
1 Qué del cuerpo de la mujer se ha visibilizado y qué no y cómo ha sido esa visibilización..
En nuestra sociedad, atravesada por un sistema patriarcal y androcéntrico, el cuerpo de la mujer se ha visibilizado desde la perspectiva de género, esto quiere decir entre otras cosas, desde el varón, en relación a sus expectativas, deseos , necesidades, miedos ...y para él, tanto como objeto de deseo,:"mujer de cama y mesa", como para ejercer los roles y funciones que, según él, eran "propios de la mujer", y en referencia a los otros madre de, esposa de, viuda de, hija de, hermana de etc.
Se ha visibilizado su cuerpo
a) Como un cuerpo (un ser) inferior, ser humano a medias, no como un cuerpo (una persona) igual en dignidad al varón.
Quizá sea oportuno citar algunos ilustres pensadores que han configurado gran parte de nuestra cultura occidental. Platon en el relato de Timeo dice que sólo los varones devienen creados directamente por los dioses y reciben un alma. Los que viven rectamente vuelven a las estrellas, pero “cuando fueron cobardes y pasaron la vida en injusticia, cambiaron en la segunda generación , según verosímil razona-miento, su naturaleza por la de mujeres”[4].En esta situación sólo los hombres son seres humanos completos y pueden esperar una realización última, lo mejor que una mujer puede esperar es llegar a ser varón. Aristóteles entre otras joyas misóginas afirma que la función reproductora rige toda la vida de las mujeres. Éstas existen para reproducir seres humanos: cuando las cosas van bien producen varones y cuando las condiciones son malas producen varones imperfectos, es decir mujeres, un accidente lamentable, pero ,por la naturaleza de las cosas, beneficioso para la continuación de la raza.[5]. Si estos pensadores insignes visibilizan así nuestro cuerpo de mujeres ¿puede sorprendernos la situación que, aun hoy, vemos en tantos lugares del mundo?.
b) Cómo un cuerpo objeto, no sujeto de la historia, ni de la historia humana, ni de la historia de salvación.[6]
"Objeto del deseo masculino". Que el cuerpo de la mujer ha sido, y sigue siendo, un objeto de consumo, un objeto de posesión, de uso y abuso, es hoy tan obvio que desgraciadamente no necesito muchas palabras para denunciarlo. Nuestro cuerpo de mujer es sobre todo un objeto sexual que se compra, se vende, se expone, se trafica, se usa y se tira. Un cuerpo objeto de placer y de conquista para el varón. Un cuerpo reclamo de la sociedad de consumo, un cuerpo convertido en botín de guerra, en lugar de venganza.
c ) Un cuerpo tentador y pecador, no un cuerpo lugar de salvación y de gracia.
"La mujer ha sido identificada con la flaqueza de la carne, la sensualidad, la voluptuosidad, la tentación y el pecado"[7]. Quizá sea éste el estereotipo mas potente que ha configurado nuestro cuerpo de mujer. El mito de Eva en la tradición judeo cristiana y el de Pandora en la tradición griega han marcado la historia del cuerpo y la visibilización de las mujeres de toda la historia. En el mito de Pandora, la mujer aparece desde el principio como trampa de Dios para el varón, ánfora engañosa que conduce a la pérdida de libertad.[8] ¿Somos capaces de barruntar el daño que a lo largo de tantas generaciones nos ha hecho la mala lectura del génesis y la identificación de toda mujer con Eva la tentadora?. Eva, la segunda en la creación y la primera en pecar y en incitar al hombre a pecar, la culpable de todos los males "por ella entró en el mundo el pecado", peor aún "ella es la maldad" tal como dice el texto bíblico siguiente:
“El ángel que hablaba conmigo me dijo: alza los ojos y mira, ¿qué aparece?. Pregunté: ¿que? Me contestó: Un recipiente de veinte y dos litros; así de grande es la culpa en todo el país.
Entonces se levantó la tapadera de plomo y apareció una mujer sentada dentro del recipiente. Me explicó: Es la maldad. La empujó dentro del recipiente y puso la tapa de plomo” (Zac 5,5-8)”
c) Un cuerpo re-productor, alimentador, no productor. El símbolo "madre" ha configurado también nuestro cuerpo de mujer, hayamos decidido tener o no tener hijos lo nuestro es ser "maternales", sobre todo para ellos. "Tota mulier est in útero"[9] es la sentencia con la que los pensadores del medievo definieron nuestro ser de mujer, pero despojado de su sentido primigenio y poderoso[10], ya no era el lugar de la fecundación, el espacio creador sino sólo el receptáculo pasivo del semen activo masculino. "No es la madre la que engendra al que llama su hijo, ella no es más que la nodriza del germen sembrado en ella. El que engendra es el hombre que la fecunda" [11]. La maternidad y/o la virginidad redimen nuestro cuerpo pecador.
d) Un cuerpo ornamental, mujer florero, escondido bajo el mito de la "mujer bella".[12] Su cuerpo convertido en una superficie puramente ornamental.[13] Su cuerpo y su rostro modelados maquillados según los gustos cambiantes de los varones, tasados por tres medidas; sometidos - por supuesto que "voluntariamente"- a todo tipo de cirugías "estéticas" para poder ser admirados por su belleza, para responder a las "formas ideales". No importa a qué precio económico y sanitario. La anorexia y la bulimia afectan cada vez más a las mujeres desde edades más tempranas. Con este mecanismo - del hambre para ser bella- se consigue fácilmente un cuerpo sumiso y disponible, debilitado, privado de gran parte de su energía para la lucha y la autoafirmación de su cuerpo tal y como es.[14] Rojas Marco dice en relación a esta punto: "La dieta es el sedante sociopolítico más poderoso en la historia de la mujer"[15]
e) Un cuerpo "económicamente no activo, ni productivo. Esta visibilización mentirosa ha ocultado la injusticia flagrante que somos las mujeres las sostenedoras gratis de la economía del mundo, trabajamos muchas más horas que los varones, 2/3 de todas las horas trabajadas y sólo aparecen registradas como tales un 1/3, recibimos el 10% del ingreso del mundo y poseemos el 1% de la tierra del mundo" [16]. Nuestro cuerpo es un cuerpo para "sus" labores. ¿Labores de quién?. ¿Adjudicadas por quién?.
f) Un cuerpo "belladurmiente" y "cenicienta", a la espera del "príncipe" que la despierte y la haga princesa, caperucita la ingenua comida por el lobo, Blanca Nieves cuidadora de 7 hombrecitos.[17]
2 Dónde ha sido visibilizado.[18]
a) Detrás y debajo del hombre.[19]
b) Lejos de los espacios importantes y significativos sociopolitica y religiosamente.
c) Fuera de los lugares públicos y de decisión.[20]
d) Dentro del hogar.[21]
3. Por qué ha sido así.
Son muchas las hipótesis acerca de las causas de esta situación. sobre esto hay abundantísima bibliografía [22] y probablemente como dice Ivone Gebara "Aunque intentásemos remover el polvo de los siglos, persistirán las dudas sobre la causa de sus orígenes. Se han realizado trabajos exhaustivos al respecto y se han descubierto muchas causas, la mayoría de las cuales han sido atribuidas a la organización patriarcal de las diferentes culturas".[23] Con ella estoy de acuerdo, pero me parece sugerente su sospecha, que hago mía. "Mi sospecha va por otro camino, el camino presente en el símbolo de Eva, la madre de los vivientes. De la relación de Eva con la humanidad es de donde nace la lucha por la negación de eses poder, del miedo del poder de Eva es de donde nace la lucha por la negación de ese poder; de la fascinación seductora de Eva es de donde nacen los antifeminismos."[24]
4 ¿Qué consecuencias ha tenido esta situación:?
Dicho con las mínimas palabras, pero queriendo concentrar toda la intensidad de denuncia, la consecuencia es que desde siempre y todavía hoy la pobreza, la exclusión, la marginación, la invisibilidad tiene cuerpo de mujer y sobre todo de mujer negra e indígena.
Solo enumerar que por tanto el cuerpo de la mujer ha sido invisibilizado
a) Como cuerpo violentado y maltratado .La violencia multisecular y multiforme ha sido invisibilizada hasta hace muy poco tiempo.
b) Como símbolo para expresar a Dios, en la tradición oficial de las Iglesias cristianas.
c) Como sujeto de la historia social , artística, literaria, religiosa.
d) Como poder de vida.
e) Como cabeza pensante.
f) Como productora de riqueza.
g) Sostenedora de la economía del mundo.
h) Como cuerpo especialmente dotado para el placer, multiorgásmico.
Quizá ha llegado ya la hora de que las mujeres no nos dejemos narrar, ni visibilizar, por otros sino que seamos nosotras mismas las que digamos en y desde nuestros cuerpos quienes somos y cual ha sido y es nuestro lugar en la historia humana y religiosa. Que así sea.
CUERPO- SEXO- GENERO DESDE LA PERSPECTIVA FEMINISTA.
Son muchas las metáforas que se han usado y se usan para simbolizar el cuerpo: máquina, territorio, organismo, espacio sagrado... todas y cada de ellas tienen detrás una cosmovisión.
¿Cuáles son las metáforas utilizadas más por la reflexión feminista?
· Territorio colonizado por el patriarcado
· Territorio ocupado, invadido por una fuerza enemiga y/o extranjera, extraña, con toda la violencia que eso entraña..
· Territorio a ser liberado,emancipado.
· Escenario, lugar donde tienen lugar diversas escenas de nuestra cultura con las máscaras, disfraces propios de ella.
· Organismo parte de un organismo mayor (Cosmos) susceptible de enfermar como fruto de una cultura que ha roto los equilibrios naturales y tiene necesidad de sanación.
¿Qué metáforas del cuerpo permean los discursos de los organismos públicos desde donde diseñan las políticas que atañen al cuerpo?.
Ser humano en cuerpo de mujer es un riesgo:
La vinculación ancestral cuerpo femenino-naturaleza; cuerpo masculino-cultura ha sido una "tragedia" para la mujer.
Como la naturaleza el cuerpo de la mujer debe ser:
· modelado por el varón según sus gustos y criterios de belleza, capacidad de seducir, erotismo...para hacer del cuerpo de la mujer un "florero", o un lugar para el placer. El mito de la belleza ha llevado y sigue hoy llevando a las mujeres a padecer: operaciones quirúrgicas varias que suponen un maltrato al cuerpo para aparecer como "sexualmente deseables y bellas" según los gustos patriarcales impuestos a través de los medios de comunicación y la moda a toda la sociedad, incluidas las propias mujeres. La enfermedad de la anorexia y la bulimia que alcanzan a niñas menores de 9 años está expresando con claridad este problema. La anorexia es un arma política para controlar la fuerza de las mujeres. Controlar el apetito hasta pasar hambre para "ser bella" supone someterse a una dieta hipocalórica que deja a las mujeres sin energía vital y es la mejor manera de provocar en las mujeres pasividad, ansiedad y afectividad exagerada .Ese mito de la belleza patriarcal ha sometido por ej. a las mujeres chinas al suplicio del vendaje de sus pies para que fuesen pequeños, según los gustos estéticos de los varones.
· dominado y maltratado por la fuerza usando la violencia para someterlo al varón e impedir así el descontrol propio de la mujer igual que pasa en la naturaleza. La violencia de género da buena cuenta de ello, los "burkas" que ocultan a la mujer su cuerpo para hacerla invisible es otra forma terrible de maltrato y dominación.
· mutilado para robar a la mujer el derecho al placer y someter al dominio y control patriarcal la sexualidad femenina. 25 millones de mujeres en Africa soportan a veces a riesgo de sus vidas la clitorectomía y o la ablación de los labios, también las esterilizaciones forzosas e irreversibles sin consentimiento de las mujeres..
· torturado de muy diversas maneras: la violación en todas sus facetas y formas desde el incesto, mas frecuente de lo que pensamos, como la violación dentro y fuera del matrimonio. La violación como arma de guerra, como "distracción y consuelo" para la tropa, para conseguir una procreación forzada de la que luego se arrebatan los hijos a las madres
· traficado y explotado, vendido y comprado como mercancía: tanto a través de las mafias dedicadas al tráfico sexual, como traficadas por razones económicas para la explotación de su fuerza laboral
· expoliado de su fuerza de trabajo, cuerpos agotados y extenuados por unas dobles o triples jornadas laborales. La mujer además de su trabajo profesional "le toca" más del 90% del trabajo de la casa y de la educación de los hijos.
· cargando con:
· los hijos en su vientre durante el embarazo, en brazos durante la lactancia y primeros meses, en la espalda, en las caderas..
· los padres enfermos y ancianos. La atención cuando los padres la requieren recae "naturalmente" sobre las hijas, los hijos parece que no tienen esa obligación.
· los enfermos de la familia
· las parejas, en muchísimos casos
· los pesos cotidianos de las "tareas domésticas" (bolsas mil) y sobre todo en los terceros mundos, donde a la mujer le corresponde por añadidura: ir a buscar el agua, la leña, los alimentos...
· invisibilizado y discriminado de muchas maneras (ver artículo de crítica).
Las mujeres necesitamos reclamar el poder para: pensar y decidir por nosotras mismas, crear, decir nuestra palabra, recuperar el dominio y el derecho sobre nuestro cuerpo, elegir o no ser madre, liberar nuestro cuerpo de los controles patriarcales interiorizados, libertad en la elección de pareja, elegir vivir en pareja heterosexual o no sin etiquetas de "solterona". fracasado, lesbiana....
"La Iglesia dice: el cuerpo es una culpa
La ciencia dice: el cuerpo es una máquina.
La publicidad dice: el cuerpo es un negocio.
El cuerpo dice: "yo soy una fiesta"
Eduardo Galeano. Las palabras andantes.
[1] MARTÍNEZ OCAÑA, E. en Critica nº 893 (marzo 2002) 40-42.
[2] LÓPEZ PEREZ Mª J. "Cuerpo, sexo y mujer en la perspectiva de las antropologías" en NAVARRO, M Para comprender el cuerpo de la mujer. evd,1966,10
[3] En el boletín Bibliográfico de la ATE de Mayo de 1998 María José López hace una breve aproximación al tema. Para ampliar esta perspectiva entre otras: AMORÓS, C. Diez palabras clave sobre mujer, Estella, 1995, Mujer, Participación, cultura, política y estado. Ed La flor, argentina, 1990, BIRULÉS-AMORÓS, Filosofía y género. Identidades femeninas, DOLTO, F. La imagen inconsciente del cuerpo, Paidos, Barcelona, 1994,
[4] PLATON, Timeo, 90e Citado por MALONEY, L. en "El argumento de la diferencia de las mujeres en la filosofía clásica y el cristianismo primitivo.” Concilium 238 (1991)409-419.
[5] ARISTÓTELES, La generación de los animales. I,728ª Citado por MALONEY L. Ibidem 412
[6] Para ampliar la invisibilidad de las mujeres en la Biblia recomiendo el artículo de NAVARRO, M. "Cuerpos invisibles, cuerpos necesarios. Cuerpos de mujeres en la Biblia: exégesis y psicología." en en NAVARRO PUERTO, M. Para comprender el cuerpo de la mujer, 137-186.
[7] GEBARA, I. "Cuerpo de mujer: un desafío para la teología moral" en Teología a ritmo de mujer, San Pablo,1995, 73
[8] Para un acercamiento sintético y claro a algunos de los principales mitos religiosos sobre la mujer cfr el libro de PIKAZA, X. "Cuerpo de mujer, cuerpo de diosa. Mitos y símbolos de sometimiento femenino" en NAVARRO PUERTO, M. Para comprender el cuerpo de la mujer., evd,1996, 25-78. Un estudio más detallado sobre el tema en PIKAZA, X, Para comprender hombre y mujer en las religiones evd,1996.
[9] Para ampliar este tema ARANA, Mª J. "Símbolos, corporeidad y ecología. "Tota mulier in útero" en NAVARRO, M. o.c., evd,1996, 79-97.
[10] En los comienzo no fue así, las investigaciones arqueológicas y paleontológicas, hoy, nos muestran que desde el Paleolítico superior hay huellas de la "Madre mítica", La Gran Diosa, La Gran Madre Tierra, las llamadas "Venus" eran en realidad expresiones femeninas de la divinidad. Véase los trabajos recogidos por RESS, M.J.-SEIBERT-CUADRA, U.y SJORUP (Ed) Del cielo a la tierra. Una antología de Teología feminista, Cuatro Vientos, Santiago de Chile, 1994, sobre todo la entrevista con la arqueóloga M. Gimbutas, 175-184, también RUETHER, R.R. Mujer nueva, tierra nueva, Aurora, buenfos Aires, Id, Gaia y Dios. Una Teología ecofeminista para la recuperación de la tierra, DEMAC, 1993.
[11] Esquilo en la Orestiada, 3º parte y Euménides, v. 658-661,Citado por ARANA, Mª J. Ibidem, 81. Aristóteles en esta misma línea dice: "La mujer como es imperfecta en su claro natural, es incapaz de “cocer” su fluido menstrual hasta el punto de su refinamiento en el que se convertiría en “Semen” (semilla).En consecuencia su única colaboración al embrión es su materia y el “campo” en el que el varón deposita la semilla. Su incapacidad para producir semen es su imperfección. ”Una mujer es como si fuera un varón infertil” ARISTÓTELES, La generación de los animales.I,728ª Citado por MALONEY L. a.c. 413.
[12] WOLF, N. El mito de la belleza, Barcelona, Emecé, 1991,
[13] "Solo dos clases de mujeres dicen que conquistan al hombre con la belleza del alma: las viejas y las feas" Doris Band. AA.VV. Un siglo de citas. Selección de las mejores frases y citas del siglo XX. Enciclopedias Planeta, 1996, nº 5.382, pg. 488.
[14] Cfr. el número monográfico de la evista Con-spirando "Cuerpo y política" nº33 Septiembre, 2.000.
[15] AA.VV. Ibidem, nº 5.448, pg 493
[16]PNUD, Informe Sobre El Desarrollo Humano,1995, c.4 "Valoración del trabajo de la mujer" 97-111. No ha cambiado mucho la situación mundial Cfr. FNUAP, Estado de la población mundial 2.000. Vivir juntos en mundos separados. Hombres y mujeres en tiempos de cambio, , 37-39. PNUD 2001 Cfr las tablas "Desigualdad de género en la actividad económica" pg 226-229..
[17] Para comprender la fuerza de los estereotipos femeninos en la autoimagen de las mujeres KOLBENSCHLAG, M. Adiós Bella Durmiente. Crítica de los mitos femeninos. Kairós,1993, con abundante bibliografía y BETTELHEIM, B. Psicoanálisis de los cuentos de hadas., Barcelona, Crítica, 1977.
[18] Sólo enumero los dónde acompañados de algunas citas "expresivas". Cada lect@r puede, con numerosos ejemplos, ilustrar y ampliar estos dónde.
[19] "Dicen que detrás de cada gran hombre hay una gran mujer, pero detrás de una gran mujer hay siempre una bonísima asistenta" Carmen Rico Godoy. en AA.VV Ibiden nº5.035, pg. 458.. "Es mejor ser hombre que mujer porque hasta el hombre más miserable tiene una mujer a la cual mandar." Isabel Allende. Idem nº 5.005, pg. 455.
[20] "El hombre que se casa hace a la mujer un regalo porque ella necesita al matrimonio y él no...La mujer está hecha para el hombre, el hombre está hecho para la vida" Henri Montherlant. Idem nº 5.031, pg 458
[21] "En la familia y no en el estado es donde una mujer debe manifestar su talento y su prudencia" Teofrasto. En BORRAS, T- SAINZ DE ROBLES, F. Diccionario de Sabiduría, Aguilar, 1953,nº 2.163, pg.767.
[22] Para una breve introducción a este tema puede verse PULEO, A. " Patriarcado" y COBO BEDIA, R. "Género" en AMORÓS, C. 10 Palabras sobre MUJER, evd,1995, 22-54, 22-54; 55-83 con abundante bibliografía
[23] GEBARA, I, o.c. 72.
[24] No me es posible, por falta de espacio sintetizar el desarrollo y argumentación de su hipótesis para ello remito al capítulo entero citado anteriormente. En la misma línea, desde una perspectiva teológica bíblica se expresa María Teresa Porcile: ”La mujer cree descubrir un temor universal, generalizado hacia su sexualidad, temor que proviene de una visión patriarcal del mundo y que percibe a través de distintas culturas y religiones. En el caso preciso de las religiones, sexualidad y sacralidad se interpenetraban de un manera ambigua desde el punto de vista de la psicología de la religión. La mujer tendrá “lugares separados” en los edificios de culto; no podrá tocar objetos sagrados ni entrar en todos los ámbitos del santuario, si lo hace, y hasta donde le sea permitido, lo hará de acuerdo a un tiempo, período o el ritmo del ciclo femenino. Esto pone de evidencia una visión primitiva de sacralidad relacionada con la energía sexual; cosas o personas con tal energía es necesario poder situarlas, controlarlas, limitarlas La explicación de este temor estaría en la percepción de la mujer como la que tiene el poder de dar vida.” PORCILE, Mº T. La mujer espacio de salvación, Débora, 1995,36.
